Rosendo Bedetti burló a la Justicia tras un homicidio
Es quien en el 2001 asesinó a Juan Cáceres de un disparo por la espalda. Ahora fue detenido por una causa de amenazas en perjuicio de un hombre de 43 años.
En la noche del Martes pasado, personal de la Comisaría local logró detener a Rosendo Bedetti. El joven de 26 años está vinculado a un hecho de amenazas denunciado por un vecino de 43 años, habitante del barrio La Tosquera, a quien anteriormente ya había herido. La Policía realizó un allanamiento en la vivienda que el imputado habita sobre la calle San Martín sin número, entre Sto. Cabral y camino de Parra en la localidad de Río Tala. En ese lugar, si bien no se encontraron armas, sí se lo halló a Bedetti quien se había ocultado debajo de la cama.
Según el primer informe que diariamente emite la oficina de prensa de la Comisaría, el detenido se encontraba prófugo de la Justicia vinculado a un hecho de homicidio, ya que habría estado detenido en el Penal de San Nicolás, beneficiado con una prisión domiciliaria que violó apenas le fue concedida.
Este medio pudo saber algo más sobre la causa que vinculó a Bedetti y cual es su situación actual. Consultado el Patronato de Liberados, se confirmó que en sus registros jamás había figurado este joven y, menos, favorecido por algún beneficio.
Finalmente se pudo conocer que Bedetti ya había cumplido castigo en la Unidad Penal de San Nicolás. Que había sido condenado en Abril de 2004 a 12 años de prisión por el homicidio de Juan Cáceres, hecho acontecido en Julio de 2001 en un bar del barrio La Tosquera. Beneficiado por los sistemas que aporta la legislación a los Jueces, a los pocos años salió en libertad.
Junto a éste también estuvo detenido Oscar Molina, quien después fue absuelto.
Con respecto al hecho que lo vincula por estos días, Bedetti prestó declaración en San Nicolás y a su regreso quedó detenido en la Comisaría local.
Homicidio y condena
Después de dos años y ocho meses de la muerte de Juan Alberto Cáceres, Rosendo Rubén Bedetti (en aquel momento tenía 19 años), fue condenado a doce años de prisión al encontrárselo responsable directo del hecho.
En aquella madrugada del 15 de Julio de 2001, Juan Cáceres se encontraba atendiendo un bar del paraje La Tosquera mientras se llevaba a cabo una fiesta de cumpleaños. Cáceres, había tenido un incidente minutos antes del desenlace fatal, pero con otra persona que se retiró sin mayores inconvenientes. Más tarde, según relataron los testigos, mientras se encontraba apoyado en el mostrador del bar a espaldas de quienes estaban en la fiesta, fue sorprendido por una persona que sin mediar palabra, le apoyó un arma de fuego calibre 32 en la espalda y le efectuó un disparo.
La herida era muy grave, el tiro había ingresado en la zona del hemitórax a la altura del sexto intercostal, produciéndole una hemorragia al lesionar vasos pulmonares que le provocaron un paro cardiorrespiratorio.
En los allanamientos realizados con posterioridad al suceso se pudo comprobar que los sospechosos estaban muy comprometidos, ya que en los lugares donde habían estado minutos antes se encontraron balas y algunas pertenencias, y hasta llegaron a tener un enfrentamiento armado con los efectivos policiales.
Bedetti ya había estado en la cárcel unos meses antes por robo calificado y fue capturado tres días después junto a Molina, cuando intentaban escapar por la zona costera y de islas ante la presencia policial y de personal de la Subprefectura.
El Tribunal integrado por los Doctores Abel Di Lorenzo, Martín Aramburu y Alberto Moreno, basaron sus pedidos en la palabra de los testigos. El principal implicado y su defensor el Dr. Máximo Fernández, intentaron contradecir los dichos de estos testigos pero no lograron conformar al Tribunal.
La causa fue calificada como homicidio pero se le sumó un hecho de robo con lo que finalmente el jurado lo sentenció a 12 años de prisión por Homicidio seguido de Robo.
Mientras tanto, la defensa de Oscar Molina estuvo a cargo del Defensor Oficial Dr. Javier Parigini. La estrategia se basó en tratar de imponer la postura de su defendido y lo logró, porque en todo momento reclamó la inocencia de Molina aduciendo que había sido él quien tuvo el incidente con Cáceres antes de que ingresara Bedetti, pero no estuvo relacionado con lo que ocurrió más tarde. Este relato más el aporte de los testigos concluyó con la absolución total de Molina tras el veredicto del Jurado.
Ahora, beneficiado por una beneficio que la ley otorga, reincide y sin tener que pasar por los controles que también sostienen los ciudadanos.