Robo de camiones: Caputto recuperó la batea y ahora quiere su camión
La investigación de los damnificados y Fiscalía reconstruye el recorrido que hicieron los tres rodados. "Mientras mi papá hacía la denuncia, el camión estaba a 10 kilómetros", dijo Omar Caputto. Un hombre que volvía de la Fiesta del Durazno lo vio a las 4.15 de la madrugada.
En medio de un sinfín de rumores sobre la situación que se desató tras el robo de tres camiones durante la madrugada del lunes de la semana pasada, Omar Caputto habló en Sin Galera. Estuvo varios días en Córdoba y, al igual que Diego Melgar, siguió las pistas y testimonios que ahora lo llevan a aclarar que “por más que tenga seguro, lo que quiero es recuperar el camión”.
La fiscala María del Valle Viviani estuvo en contacto con los procedimientos que se hicieron pero aún no han llegado a sus manos más detalles de cámaras de seguridad que permitan establecer el verdadero recorrido de los rodados.
A casi una semana de ser anoticiado por el chofer de la desaparición de su camión, el sábado dijo en Sin Galera: “Tienen seguro los camiones, estuvimos tres o cuatro días allá en Córdoba; el primer día dormimos arriba del auto esperando si pasaban los camiones, haciendo de campana, a ver si los movían de noche, sin saber por dónde estábamos. Esa primera noche nos quedamos por una pista, la del camionero que vio pasar los camiones”.
“Todavía no nos dieron las cámaras de los peajes”, recordó Omar, quien al igual que Melgar pretendía ver qué había sucedido en sucesivos pasos de control y peajes que tienen que haber recorrido los ladrones para cruzar dos provincias.
“La verdad que es algo de no creer, la batea es lo único que recuperamos”, dijo y recordó cómo fueron los hechos desde el momento en que supo que algo había sucedido en el estacionamiento donde dejaba su rodado: “Eran cuatro menos cuarto, era lunes a la madrugada, llegó el chofer y se dio cuenta que no estaba y me llamó y me dijo: ‘¿Vos sacaste el camión?’ y yo le dije que no. Ahí cuando habla con el playero y el chico policía le dijo que recién salían los tres camiones”.
Según dijeron esos dos testigos a los que la Fiscalía ya tomó declaración testimonial, habían pasado entre 10 y 15 minutos desde que los Mercedes Benz habían iniciado la huida.
“Me fui a la playa de estacionamiento y mi papá se fue a hacer la denuncia, después de ahí empezamos a desesperarnos, a empezar a buscarlo a buscarlo, estábamos con Sandro (Melgar) y le digo ‘bueno, vamos a agarrar uno para un lado y otro para el otro’ y cuando estaba saliendo a la ruta estaba yendo, no sé por qué, para el lado de Baradero”, contó.
“Ahí me mandan un mensaje, ya había pasado un ratito, que lo habían visto por Lagos, antes de Rosario y me pegué la vuelta y fui para allá. Bueno, hablé con un destacamento policial que había, fui a las cámaras de monitoreo de Lagos para ver si la Municipalidad lo había visto. Me dijeron que no me lo podían dar y lo único que me dijeron fue si no les podía dar una foto del camión”, detalló Caputto para concentrarse nuevamente en los pasos que dio durante las primeras horas.
“Cuando me estoy volviendo para San Pedro, me llamó un chico y me dijo que cuatro y cuarto de la madrugada cuando volvía de la Fiesta del Durazno, lo había visto al camión abajo del puente de la ruta 191 y la 9. O sea que cuando mi papá ya estaba en la comisaria era esa hora entonces cuando lo estaba denunciando, los camiones estaban a 10 kilómetros”, agregó.
“Agarran la 1001 y entran por Tala, creo que para esquivar una cámara vieja que estaba en la 9, entran por Tala por lo que tengo entendido, porque pierden una puerta”, apuntó Caputto sobre el hallazgo de una puerta a la que también hizo referencia el otro damnificado.
Las versiones y las sospechas que circulan son innumerables, pero hasta el momento nadie puede certificar por qué el “operativo cerrojo” del que se habló desde un principio ni siquiera logró instalar el alerta en todos los puntos claves de control sobre rutas, peajes, radares y cámaras.
Tal como dijo un periodista especializado en piratería del asfalto, “nadie roba un camión sin antes tener vendida su carga, pero tampoco nadie roba un camión vacío sin tener un plan que le permita ocultarlo”.
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