Robaron más de $ 30.000 en electrodomésticos
La policía investiga el ilícito ocurrido el viernes a la madrugada, aún sin resultados. Los ladrones debieron ser más de tres personas, que eligieron los artículos de mayor valor, incluido un TV de plasma, y utilizaron sogas para subirlos al techo. Se cree que bajaron por un domicilio de la calle Colón pero ningún vecino escuchó lo que ocurría. Los responsables del comercio confirmaron que la alarma no funcionaba y que los delincuentes hicieron varios boquetes en el techo, antes de bajar al salón de ventas.
Dinero y electrodomésticos pequeños pero de gran valor comercial conformaron el botín robado en el local del Supermercado del Mueble ubicado en Mitre 1220, el viernes a la madrugada.
El responsable del local, y el propietario del mismo oriundo de San Nicolás, confirmaron que ascendería a unos 30.000 pesos el valor total de la mercadería, y no más de 50 mil como se había calculado en un primer momento, que los ladrones se llevaron en una especie de trabajo de hormiga que debieron coordinar aparentemente entre varias personas. También robaron un monto menor de la caja que tenía la recaudación del día anterior pero una cifra mucho menor a lo que finalmente resultó ser la pérdida total.
En realidad, el objetivo de los delincuentes habría sido hallar mucho más efectivo según opinaron los damnificados, porque las huellas indicarían que buscaron una caja fuerte o espacio similar en varios sectores del local, por supuesto sin éxito, y quizá eso los motivó a robar más mercadería de valor.
El elemento más grande en cuanto al volumen, fue un televisor de plasma –cuyo precio supera los $ 10.000- que seguramente pudieron cargar porque más allá de su tamaño, tiene un peso ínfimo. El resto, fueron electrodomésticos como equipos de música, gran cantidad de afeitadoras eléctricas –todas las que habían sido encargadas ante la proximidad del Día del Padre-, reproductores de DVD, teléfonos celulares, reproductores de MP3 (IPod), y cámaras digitales entre otros, según pudieron inventariar los responsables del local.
Al estilo Misión Imposible
Quien vio la primera película de acción protagonizada por Tom Cruise, Misión Imposible, versión renovada de la vieja serie televisiva, podría imaginar una actuación así de espectacular por parte de los ladrones que ingresaron el Supermercado del Mueble.
Como verdaderos equilibristas, subieron hasta los techos para elegir el lugar adecuado. Primero hicieron varios boquetes antes de entrar.
Quizás querían encontrar la caja registradora, y al encontrarse primero con el depósito que está en la parte posterior del local, desistieron y continuaron con el mismo sistema.
Levantando las chapas y rompiendo el cielorraso. Finalmente, arrojaron una soga y descendieron en un costado del salón de ventas.
Después, utilizaron una escalera que estaba en el mismo local y con ella subieron la mercadería, pero por algún motivo no llegaron a concretar la totalidad del robo y por eso dejaron otros artículos preparados en unos bolsos.
Aparentemente, se fugaron descendiendo hacia la calle por una propiedad ubicada sobre la calle Colón, a media cuadra, porque allí se encontraron otros restos de sogas. Pero lo más llamativo, es que parecen haber sido absolutamente silenciosos porque no hay testigos que hayan escuchado ruidos sospechosos que los decidieran a avisar a la policía.
Por eso, el hecho recién fue detectado por el encargado y una empleada a las 7 de la mañana del viernes, cuando abrieron como siempre el local. Lo primero que constataron era que no había suministro eléctrico y por el reflejo de la incipiente claridad que había a esa hora, descubrieron el boquete en el techo. Después, vieron el desorden detrás del mostrador, y confirmaron que los ladrones habían cortado los cables de energía.
Resignados
La investigación incluyó como siempre, el levantamiento de huellas por parte de la policía científica, pero al cierre de esta edición no había novedades.
Está claro que los responsables son más de dos personas porque la cantidad de mercadería sustraída no podría ser transportada tan fácilmente. Y también se cree que habrían utilizado algún vehículo.
Pero la esperanza de hallar algún artículo es mínima, porque este tipo de robos suelen ser perpetrados por delincuentes que tienen previamente “ubicada” la venta en otra localidad, para despistar así a la policía. El rastreo de los electrodomésticos, es difícil porque si bien cuentan con números de serie, son fáciles de adulterar o borrar en la mayoría de los casos. Y lo más grave, es que en general la reventa se hace en forma personal y a clientes que saben lo que compran, pero están dispuestos a asumir el riesgo.
Hay varios detalles para remarcar. Uno de ellos, es que los sujetos tenían algún conocimiento mínimo como para cortar el cableado eléctrico del local, y al menos mucha valentía para descender de los techos que tienen unos diez metros de altura sostenidos sólo por una soga.
Además, el local cuenta con alarma pero en esta ocasión no estaba activada. En realidad, el robo sorprendió a los responsables del comercio que habían sufrido sustracciones anteriormente pero en el otro local que ocupaban sobre calle Mitre. En esta nueva sucursal, por su ubicación céntrica pero también porque el inmueble no tiene más salida que el acceso en el frente, sentían que estaban en un lugar más seguro. Los ladrones demostraron una vez más, que cuando se trata de realizar su “trabajo” son capaces de utilizar con gran destreza su imaginación y su cuerpo, sin que importen las consecuencias.