Río Tala: robaron un supermercado que está pegado al destacamento
Dos jóvenes armados y encapuchados asaltaron el supermercado chino que se encuentra lindero con el local que ocupa la fuerza policial. Ambos huyeron sin que nadie advierta lo que había sucedido. El episodio es sólo una muestra de los hechos de inseguridad que padece la población.
La inseguridad es sin dudas una de las problemáticas más severas que padece la localidad de Río Tala con crecimiento exponencial en los últimos años.
La presencia de grupos conflictivos y violentos, alimentados por algunos personajes que llegaron desde distintas ciudades y provincias para instalarse, más la complicidad de quienes alimentan el circuito del delitos, hacen que hoy en día sea la localidad con mayor índice de episodios de inseguridad.
Con solo citar el caso Nicolás Castillo o el asesinato de Jesús Gutiérrez, queda claro cuál es el grado de perversidad e intolerancia que hoy se vive y ha llegado a desatar estos crímenes.
El lunes se vivió un hecho sin precedentes cuando el supermercado de la localidad, ahora en manos de empresarios chinos, fue asaltado y robado. Lo particular del caso es que el comercio se encuentra ubicado frente a la plaza, a metros de la delegación municipal y pegado, pared con pared, con el destacamento policial. Evidentemente nada es garantía de seguridad.
El hecho se produjo sobre el horario de cierre, cerca de las 22 horas, cuando muy poca gente se encontraba en el comercio pero sí había un movimiento de jóvenes que ya es habitual sobre la plaza principal.
En un instante dos personas que llegaron al supermercado chino a bordo de una moto tipo cross roja, encapuchadas y armadas, sorprendieron a quien se encontraba en la caja. Lo redujeron y amenazaron hasta apoderarse del dinero que estaba a mano, tanto allí como en la oficina y huyeron sin dejar rastros.
Paradójicamente, antes de irse, y sin tener en cuenta que estaban al lado del destacamento policial, los delincuentes cortaron los cables del teléfono, cámaras de seguridad y la computadora para evitar cualquier tipo de comunicación y ser identificados mediante las imágenes.
Con pocas pistas se inició una investigación que está a cargo de la DDI y se estima que podría tratarse de malvivientes que merodean la localidad a diario pero que no habitan allí, ya que se especula con que si fueran vecinos del lugar no hubiesen elegido ese blanco para el robo.