Revisionismo histórico
Desde estas tierras insulares tan lejanas escucho La Radio de San Pedro transmitiendo un programa de folclore que me ha alborotado la sangre, a tal punto de hacerles un llamado telefónico para agradecerles esa posibilidad de sentirme una vez más en mi elemento, viviendo a pocos pasos de la Escuela Normal y pasando en las aulas de la Escuela de Comercio aquellas lindas horas en que surgió la idea de fundar la Agrupación Mallorca, porque a fin de cuentas yo no era sino un mallorquín nacido en Buenos Aires, hasta que decidí terminar mis días en Mallorca, como soñaron mis padres emigrantes, y la guerra civil española y la segunda guerra mundial malogró sus planes, como para que se quedaran en San Pedro para siempre.
Por aquellos días se formó un grupo folclórico integrado por Tito Pochulu (hoy Fernando Bravo a quien sigo escuchando por la misma onda de Radio Continental), “Pichón” Elizalde y Lagreca, con su “manager” Santachita, y yo con mi grabador, ensayaban en la escribanía de Lagreca. El nombre artístico del grupo era “Los Montoneros”, cuando la designación no tenía las dramáticas connotaciones que asumiría años después. Escuchaba la “Felipe Varela” imaginando la horrorosa confrontación entre argentinos, como si fuera imposible vivir en paz razonablemente, como si la fuerza de las armas fuese la única posibilidad de prevalecer unos sobre los otros. Así lo creyeron aquellos “jóvenes idealistas”, alguno alumno mío, y así les fue, no solamente a ellos sino a todos. Lamentablemente estamos asistiendo a una nueva confrontación, producto del revanchismo, de la soberbia, de la pésima educación de más de uno, hasta que las palabras de la propia presidenta en estos días no predisponen a serenar los ánimos sino que el resultado es una crispación mayor. Vergüenza debiera darnos que nuestros propios vecinos, a quienes siempre hemos tenido por los hermanos “menores” como Chile y Uruguay, nos estén dando un ejemplo de cordura. Así vemos como la presidenta Michelle Bachelet hará transmisión del mando a Sebastián Piñera de ideas diametralmente opuestas, por más que la reciente desgracia que padece su pueblo haga fortalecer aun más los lazos comunes, que han de prevalecer sobre toda aspiración de poder. En el caso de Uruguay es altamente significativo, haciendo Tabaré Vázquez un paso al costado ante la figura de “Don Pepe”, un tupamaro que aun se resiente de la “pesada mochila” que le ha tocado cargar. Y por si fuera poco la presencia de dos ex presidentes, uno del partido blanco y el otro del partido colorado, confirman que allí no hay ni vencedores ni vencidos, porque vencidos han sido todos por la necesidad de un bienestar común.
Más peligrosa aun es la presencia en nuestro continente de individuos como Evo Morales en Bolivia que pretende reivindicar el “despojo” que España llevó a cabo hace “apenas” cinco siglos, como si el apellido Morales no fuese un “recuerdo” de aquellos conquistadores. Peor aun es el caso de Hugo Chávez en Venezuela, que ampara terroristas de la ETA de los vascos y de las FARC colombianas, de quien nuestra presidenta se declara amiga, mientras se desvive por una foto junto a Barak Obama.
Aquí en España nos dieron el ejemplo del pacto de La Moncloa, luego de una guerra civil y más de cuarenta años de dictadura franquista, deponiendo todos buena parte de sus agravios y de la mano de un franquista como era Adolfo Suárez iniciaron la recuperación del tiempo perdido, mirando hacia adelante y asumiendo cada cual su responsabilidad en el pasado. Es de desear que estos socialistas que hoy gobiernan (que ciertamente no son los de mi tiempo) vuelven a airear la “memoria histórica”, igual que nosotros, ignorando que los muertos no volverán jamás, mientras los “vivos” se llenan los bolsillos. La historia no puede ser parcial, tiene que ser completa, de lo contrario es falsa.
Dios guarde a Argentina muchos años.
Miguel A. Bordoy.