RETENCIONES MOVILES. ¿Un fabuloso negociado?
Se habría llegado a la conclusión de que las retenciones móviles habrían sido dictadas en directo beneficio de los grandes exportadores de granos. El trabajo del Diputado Contador Público Nacional Mario Cafiero, aparecido en “Perfil” del día domingo 22 de Junio estaría señalando que las Resoluciones 309/07 y 125/08 serían la prueba de un fantástico negociado concretado entre las principales exportadores de granos y algunos funcionarios del gobierno que “avisaron” anticipadamente que se gravaría las exportaciones de soja en Noviembre de 2007 y Marzo de 2008. Ante esta formidable noticia, los exportadores presentaron entre Junio y Julio del año 2007 declaraciones juradas de venta al exterior (DJVE) por valores históricos absolutamente inusuales. Ocurre que hacia fines del año 2007 y cuando la soja había llegado a lo que se estimaba su máximo nivel de precios históricos, los exportadores -que tienen el cuestionable privilegio de poder presentar anticipadamente declaraciones juradas de venta al exterior DJVE- presentaron declaraciones juradas de venta por volúmenes desproporcionados con el objeto de congelar las retenciones a pagar en el momento de la exportación. (Pagaron 28% y 35%) La suba de las retenciones se concretó inmediatamente después con la Resolución 369 del año 2007, y como los exportadores ya tenían “noticias” del aumento de las alícuotas de las retenciones que propondría el entonces Ministro de Economía, congelaron el precio de las retenciones en sus DJVE y posteriormente, cuando los productores les vendieran la soja para exportación, les cobrarían las retenciones al 44% habiendo ellos pagado sumas muy inferiores ya congeladas. Hasta allí el fantástico negocio se había hecho y todo “legal”. Si se logra probar en el debate parlamentario que esto es real, las retenciones móviles aparecen como una gran mentira, un engaño, un fraude, con lo que se está procurando beneficiar a las multinacionales cerealeras sin preocupar el perjuicio causado a los productores agrarios y sin que además reporte un beneficio al Fisco. De allí que sea estrictamente necesario que haya debate parlamentario y la Nación toda pueda enterarse de la verdad de lo acontecido. Por Benito José Aldazabal.