Retenciones, esclavitud…
Hablar de retenciones cuando los empleados de un semillero son personas que viven como esclavos, hacinados, sin agua, alimentados con mercadería en mal estado, en verdaderas condiciones infrahumanas, parece insensato, frente a hechos tan tristes detenernos a hablar de retenciones. Pero nos enteramos casi al mismo tiempo del comunicado de la Sociedad Rural pidiendo nuevamente: No a las retenciones, con lo sucedido a los empleados de Nidera y a su “reducción a la servidumbre” como dice la causa del Fiscal Giagnorio.
La tierra es una madre, decían los antiguos pobladores de este suelo. Esta tierra es la República Argentina. Aunque el campo tenga dueño, el estado tiene soberanía sobre el suelo de todo el territorio de la patria. Y es acá donde se debe entender las retenciones, alguien puede trabajar la tierra, pero está utilizando un recursos del país, y por eso deberá destinar de las ganancias que se obtenga un porcentaje para que el estado invierta donde más se necesite.
Redistribución de riquezas. Pareciera que la Sociedad Rural no lo entiende así, porque hablan como únicos dueños de la tierra. Y que el dinero de las Retenciones es plata que va a parar a gente que no la merece, nadie mejor que ellos mismos, que son dueños… de las semillas, de las hectáreas, de las maquinarias y de los trabajadores… De estos últimos, que se encargue el estado, que trabajen hasta que sus espaldas no den más, y cuando estén todos rotos, que vayan a los hospitales públicos y que después el estado les pague la jubilación, aunque nunca les hayan aportado un peso.
Como el caso de los hombres esclavizados de “Los Algarrobos” terminan asistidos al final por el estado. Por eso hablar de NO a las Retenciones en medio de esto parece una insensatez, un escaso sentido de humanidad.
Nosotros vemos este paisaje político, con respecto a la Sociedad Rural Argentina, entidad fundada por un antepasado del siniestro José Alfredo Martínez de Hoz, que tiene una pata política en Eduardo Duhalde y la otra sindical, con UATRE y Jerónimo Venegas (¿recuerdan cuando fue aplaudido en la Rural?).
El hombre que debe defender a los trabajadores rurales de las ambiciones patronales, es aplaudido por los patrones. Inconcebible. Este vitoreado sindicalista se presenta en los actos del dirigente P J Eduardo Duhalde, que hace pocos días pedía represión para los que no tienen un centímetro de tierra para vivir.
Duhalde es el último cuadro de una vieja política de mentiras y traiciones al corazón del pueblo argentino y primer guardián de los intereses del poder económico.
Debajo de este pesado y reluciente paquete donde está la Sociedad Rural, UATRE y Duhalde, viven aplastados, hacinados, bajo condiciones que denigran su calidad de trabajador y de ser humano, los muchachos de Santiago del Estero.
Nuestra solidaridad con estos trabajadores y esperamos que las palabras de Tupac Amaru se hagan realidad: ¡”Campesinos, tu patrón no comerá más de tu pobreza!”
La Kultural