Reparto de culpas y responsabilidades sobre hechos violentos en zona de islas
La Prefectura tiene una jurisdicción acotada sobre las islas más pobladas y en muchas ocasiones responden a los pedidos de ayuda aunque no les corresponda. La mayoría de los pobladores tienen a San Pedro como ciudad de referencia porque aquí realizan sus compras o visitan familiares, pero su jurisdicción depende de la provincia de Entre Ríos. Las agresiones entre dos familias ocurrida el pasado fin de semana, pusieron en evidencia la desprotección y compleja trama de responsabilidades en esa zona, tan cercana y tan lejana a la vez. El saldo de este viejo enfrentamiento fue una persona con la pérdida de un ojo y dos jóvenes heridos por disparos de carabina, pero el caso ahora está en manos de la policía de Ibicuy, que ni siquiera visitó el lugar de los hechos.
Los pobladores de las islas ubicadas a pocos kilómetros de San Pedro no están al margen de la violencia y conflictos sociales que también tienen lugar en la zona urbana, pero cuentan con otras características y consecuencias.
En primer lugar, los pobladores están de acuerdo en que las islas siguen siendo “tierra de nadie” porque las distancias y la falta de una coordinación adecuada entre las reparticiones públicas que deben intervenir ante emergencias determinadas, hacen que muchos de los habitantes se encuentren a merced de delincuentes de todo tipo. Algunos aprovechan eso (los que queman indiscriminadamente por ejemplo), y otros lo sufren.
Los continuos robos de todo tipo, desde animales y colmenas hasta en las viviendas, son el ejemplo concreto del desamparo. Aunque quienes conocen la zona, explican que hay “de todo un poco” y hasta oportunistas que se aprovechan de esta desorganización para sacar provecho.
De todos modos, lo cierto es que todos tienen a San Pedro como un lugar de referencia para hacer sus compras, ir al médico o incluso votar en épocas de elecciones (con domicilios entrerrianos y sampedrinos a la vez). Y en esto aportan los propios habitantes sin dar más detalles: “Cuando quieren que votemos sí nos vienen a buscar…”, dicen.
La pelea entre dos familias ocurrida el pasado fin de semana en el Corte San Carlos, mientras se desarrollaba un cumpleaños, instaló claramente la falta de atención de las autoridades sobre la zona de islas y hasta generó cortocircuitos entre dos instituciones, la sede de la SubPrefectura y el Hospital San Pedro. Todos parecen tener algo de razón y al menos buenas excusas, pero para los pobladores, el resultado fue el mismo.
Tres heridos
Los hechos ocurridos en la zona del Corte San Carlos, en inmediaciones de las Islas Lechiguanas, primero se conocieron con una versión totalmente diferente a la que después relataron los protagonistas. Es que la primera comunicación la recibió la sede de la Prefectura cuando José García, un sampedrino familiar de dos jóvenes que habían resultado heridos, llamó para solicitar ayuda durante la madrugada.
El guardacostas se preparó para ir a buscarlos pero por la intensa niebla a esa hora, tuvo que regresar y esperar varias horas antes de zarpar.
Los heridos eran dos hermanos, Javier y Héctor García de 28 y 26 años, que supuestamente habían sido atacados mientras “circulaban en su canoa pescando”.
Sin embargo, su hermano José después relató cómo habían ocurrido los hechos. Dijo que el ataque a los jóvenes ocurrió alrededor de la medianoche del viernes, cuando sus hermanos se marchaban de un cumpleaños al que habían concurrido en la casa de Jesús Cáceres, ubicada en el Corte San Carlos.
“Cuando iban cruzando en su canoa les dispararon desde la orilla”, explicó José reconociendo que previamente había existido una discusión entre los tres hombres. Este enfrentamiento no habría sido el único entre ellos, porque en otras ocasiones habrían tenido conflictos, casi siempre “cuando beben”, según dijo. “Mis hermanos habían tomado algo, pero tampoco para lo que pasó”, agregó. Como esa noche los padres no se encontraban en su casa, los hermanos fueron asistidos por un tío que los llevó e intentó sin éxito comunicarse con San Pedro. “Al final me llamaron a mí como a las 4 de la mañana, y yo le pedí a la Subprefectura que los vaya a buscar. Pero hasta que no se levantó la niebla un poco no podían cruzar, así que recién pudieron salir para acá como a las 9 de la mañana”, explicó José.
Las heridas que presentaban sus hermanos eran un disparo de carabina en un pómulo que no revistió gravedad en el caso de Héctor, y una herida en la zona lumbar en el caso del mayor, Javier. “Los médicos nos dicen que está bien, pero todavía no puede caminar”, explicó José, quien vive y trabaja en San Pedro.
Según José, el agresor de sus hermanos es “Macho” Quintana, un habitante del Corte San Carlos famoso por su agresividad y quien disparó la carabina. Pero la versión comentada por la otra familia es totalmente opuesta.
En realidad, Juan Carlos Quintana, de 42 años, fue la tercera víctima de esta gresca, y quien llevó la peor parte porque recibió un golpe que le provocó la pérdida de un ojo. Según contaron sus familiares, esa noche todos estaban en la casa de un tío de Quintana, Jesús Cáceres, festejando el cumpleaños de la esposa.
“Ellos vinieron a molestar al cumpleaños. El dueño de la casa no los quiere, pero ellos empezaron a agredirlo. Después le pusieron un garrotazo en el ojo a mi hermano y salieron disparando”, comentó Rosalía, hermana de Juan Carlos Quintana. A pesar de esta grave lesión, recién el domingo el hombre concurrió al Hospital San Pedro para que los médicos lo asistieran. Rápidamente fue derivado a la Capital Federal y el lunes a la tarde, intervenido quirúrgicamente. Pero la lesión en el ojo derecho es irreversible y le confirmaron que perdió la vista.
“Lo golpearon con un palo y los médicos le encontraron astillas en el ojo”, explicó su hermana Rosalía.
“Los Patos”
Los diferentes integrantes de esta familia aseguran que los hermanos García “nos rompen los motores de las canoas, andan por las casas y se roban los alambrados”, o los cueros que dejan en las ranchadas. Por todos estos hechos, los apodan “los patos” y en general la población les tiene miedo.
Incluso los responsabilizan de robos cometidos a los propios policías. “Todos dicen que ellos les robaron una casilla en la boca de Los Lobos. Estamos cansados, acobardados, pero cuando tenemos problemas no sabemos a quién recurrir“, explican.
Es que el destacamento policial más cercano, queda en la isla Los Laureles pero como pertenece a la policía de islas de la provincia de Buenos Aires, no tiene jurisdicción sobre esta zona. Este destacamento, ubicado en el km 240 del Río Paraná, tampoco cuenta con demasiados recursos porque es atendido por un solo hombre que ni siquiera cuenta con lancha propia.
La que debe intervenir es la policía de Ibicuy, la pequeña población ubicada en la provincia de Entre Ríos y que fue importante en otra época porque allí llegaba el ferry cuando no existía el puente Zárate Brazo Largo.
“Las Lechiguanas son entrerrianas, dependen de la Comisaría de Ibicuy que tampoco les queda mucho más lejos a los pobladores, pero es verdad que la gente nos tiene como referencia y recurre a nosotros cuando les pasa algo”, dicen desde la Prefectura. En el caso ocurrido el fin de semana, la Prefectura San Pedro -de oficio- tomó declaraciones a los hermanos García, después de ponerse en contacto con el Juez Eduardo García de Gualeguaychú.
Teniendo en cuenta los hechos, los hermanos se negaron a iniciar acciones penales. Ahora las actuaciones están en manos de la policía entrerriana para continuar la investigación, pero los isleños confirmaron al cierre de esta edición que nadie se había presentado en el lugar.
“En la isla somos poquitos, entre los poquitos se nota cuando andan dos o tres sinvergüenzas, no es necesario patrullar todo el día. Cuando usted va y pregunta, la gente de la isla ya le va a decir quién es quién”, dicen.
Prefectura vs. Hospital
El traslado de los hermanos generó además, enfrentamientos entre personal de la Prefectura y del Hospital, porque se le había solicitado a la guardia que enviara hasta la zona un médico para atender a los heridos.
“Recibimos el llamado al 106, diciéndonos que había un herido con un balazo en la cara”, explicó el Prefecto Alejandro Castellú para dar cuenta que el caso parecía muy grave.
La petición fue efectuada por el segundo jefe de la Prefectura al médico que se encontraba de guardia en ese momento, pero como la respuesta fue negativa, el efectivo le solicitó el número de la matrícula y se generó una discusión.
Finalmente, la ambulancia concurrió al puerto y también lo hizo el médico para realizar el traslado.
Para bajarle la temperatura al enfrentamiento, el propio Prefecto Castellú se contactó con el Director del Hospital, pero más allá del protocolo no se resolvió ningún sistema de emergencias. En diálogo con La Opinión, el Dr. Sebastián Francisca reconoció que la responsabilidad del nosocomio es concurrir al puerto y que así “se hizo toda la vida” por lo que el tema no admite mayor discusión.
Las autoridades reconocen que, como en el caso de la Prefectura, a veces se trabaja más con voluntad que con certezas, pero recuerdan que también sufren las consecuencias porque no falta quien se aprovecha de algunas circunstancias.
“Una chica de Los Lobos un día nos pidió que la traslademos con urgencia porque tenía un hijo enfermo. Pedí el guardacostas, pero el lanchero nos dijo que tuviéramos cuidado porque en otras oportunidades tomaba a la Prefectura de taxi. Vino la ambulancia al puerto, pero antes de arribar, el lanchero me llamó y me dijo que la chica decía que no era necesaria la ambulancia porque ella se podía trasladar por sus propios medios al Hospital. Cuando bajó, estaba muy bien vestida, con una valija… y era verdad lo que nos había anunciado el lanchero, nos había tomado de taxi”, contó como anécdota el Prefecto Castellú.
Con la misma irresponsabilidad, muchas reparticiones del estado que deberían estar presentes siguen olvidando a las poblaciones de la isla. Quizá algunos sólo las recuerdan, como lo reconoció uno de los habitantes, cuando llegan esas fechas maravillosas que son las elecciones, en las que todos suman y se vuelven necesarios.