Rentas impulsa un proyecto para que todos “aporten”
Con casi 40 millones de pesos “en la calle” y parados frente a los números del 2005 en cuanto a recaudación local, los representantes de la Dirección de Rentas preparan un proyecto que instalará un gran debate en la sociedad. Quieren que aquellos que manifiestamente no pueden pagar las tasas realicen algún aporte para el municipio. Dicen que para revertir la sensación de injusticia que envuelve a los que cumplen se debe discutir seriamente un plan y que están dispuestos a debatir el tema.
Los datos están y sobre números reales es difícil discutir. Todo se termina cuando se presentan resultados concretos y además de los números se refleja en papeles cómo, quién y dónde se pagan más o menos las Tasas Municipales de San Pedro.
La reformulación de la política tributaria sampedrina no puede esperar mucho más sin que se inicie una discusión profunda. “Hay que curar en salud” porque gracias al ahorro de los últimos años y a la coparticipación que llega desde la Provincia, la Municipalidad no tiene a la vista tormentas financieras que puedan jaquear su funcionamiento.
“Es el mejor momento para hacerlo, pero hay que hacerlo” dicen con insistencia quienes han estado trabajando en un análisis que pocos municipios estarían en condiciones de mostrar.
Se trata, ni más ni menos, de cómo hacer para que se instrumente un método que permita nivelar la cobrabilidad de las tasas y extender el cumplimiento, buscando formas creativas, a la mayor parte de la comunidad.
Diagnóstico
El relevamiento manzana por manzana que ha hecho en los últimos 16 meses la Dirección de Rentas permite saber con una certeza fría cuáles son las zonas que pagan, las que tienen índices variables y las que decididamente no pagan.
Recordando siempre que se habla de Tasas y que las mismas se componen por costos de servicios que se prestan a todos los barrios por igual, surge la inquietud sobre cómo equiparar a aquel que contribuye todos los meses con quien no lo hace.
La ampliación de San Pedro hacia el norte y hacia el sur, la creación de nuevos barrios y hasta las campañas políticas que han convencido a algunos beneficiarios de nuevas viviendas acerca de la no necesidad de cumplir con el pago de las tasas hasta que escrituren conspira contra el aumento de la recaudación propia.
Hay una preocupación que nadie oculta, al ver el presupuesto 2006 y los anteriores: Dependemos en un 70% de los recursos que gira la Provincia. No es plata regalada, sino el regreso de dinero que otros sampedrinos también pagan. Pero el constante uso político de esto y los vaivenes históricos de la Argentina no son un marco saludable para quedarse tranquilos sin pensar en cómo achicar esa brecha.
Números al canto: El presupuesto total de $ 26.624.472 tiene $ 7.459.072 de recaudación municipal y $ 19.152.400 de coparticipación. Cuando acceden a estos números algunos dicen “Gracias Solá” en línea con lo mismo que el propio Gobernador facturó en su visita de campaña en Octubre. Sin embargo, no se está haciendo otra cosa que cumplir una ley que al cumplirse con un gobierno de otro color político se siente de otra manera.
La realidad
El promedio de cobrabilidad de tasas en San Pedro ronda el 55% y en los últimos años se ha registrado un considerable incremento en algunas tasas y zonas puntuales y una merma preocupante en otras.
Los números finales del 2005 mostraron un incremento en la cobrabilidad de la Tasa de Alumbrado, Barrido y Limpieza que pasó de 45,84% en el 2004 al 48,53%. En Servicios Sanitarios se produjo un aumento considerable con relación al 2004 pasando de 51.78% a 55.02% y la otra tasa que registró un aumento en su cobrabilidad fue la de Seguridad e Higiene que pasó del 55.03% al 57.25%. En el balance del 2005, la tasa de Red Vial retrocedió casi tres puntos bajando al 69.88% desde el 72.5%. En este último caso vale recordar que desde 2002 en adelante la Tasa de Red Vial había sido la que más se recuperó acompañando el buen momento vivido por el sector.
Estos porcentajes son siempre considerados relativizados por quienes manejan la estadística, precisamente porque si se tomara como referencia de cálculo el sector económicamente activo se podría presentar un informe mucho más optimista.
En San Pedro se emiten tasas a:
· 18.253 contribuyentes por un total de $ 2.016.000 en concepto de Alumbrado, Barrido y Limpieza (este valor incluye el cobro del Fondo de Obras Públicas que es destinado a otras partidas y no al pago de los servicios que componen la tasa).
· 14.577 contribuyentes por un total de $ 2.094.000 en concepto de Servicios Sanitarios.
· 5.356 contribuyentes por un total de $ 956.508 en concepto de Red Vial
· 1.929 contribuyentes por un total de $ 534.000 en concepto de Seguridad e Higiene.
Se registran deudas acumuladas de tasas que han sido intimadas para evitar su prescripción por una suma de $38.000.000 y durante el último año se han enviado 6.000 intimaciones a contribuyentes de todo tipo.
Todos estos datos no incluyen por ahora los barrios 150 Viviendas y 49 Viviendas que directamente no están recibiendo tasas pero sí cuentan con todos los servicios.
Cobrabilidad
En el informe que en la Dirección de Rentas el Contador Edgardo Delbene y el Dr. Facundo Vellón le muestran a quien lo quiera ver, se puede advertir como hay pulmones de cobrabilidad casi óptima y otros, como el FONAVI, Barrio Pro Casa, Caserito y otros periféricos en los que hay índices muy bajos. Existe una escala que arranca en la cobrabilidad del 26 al 30% y así sucesivamente subiendo de cinco en cinco hasta llegar a la categoría de 76 a 80%.
Estos datos son la base para un proyecto que está en fase borrador y que los funcionarios presentarán a riesgo de que algunos sientan que se instala una discusión que será difícil dar sin pensar sólo en la cuestión de fondo.
Un dato no menor es que algunos funcionarios importantes, y ni que hablar de los concejales, jamás se acercaron a ver con detalle estos planos que naturalmente no se pueden publicar con precisión para no vulnerar la ley de hábeas data.
La zona céntrica, los alrededores de la calle Máximo Millán y sectores cercanos a la calle Lucio Mansilla sobre calles 25 de Mayo, Belgrano e Ituzaingó son los que tienen mejores niveles de cobrabilidad. Más allá de esto, es imposible establecer un índice cubriendo zonas tan extensas porque en cada manzana hay realidades distintas.
El proyecto
Atendiendo todos estos datos y la gran carga de información que brota del contacto cotidiano con la gente, ha madurado una idea que puede ser original y hasta casi inaplicable en sus términos absolutos pero que sí puede invitar de una buena vez a pensar qué se debe hacer con todos aquellos sectores en los que la gente no paga y reclama servicios.
Existen, indudablemente, sectores que no pagan por problemas económicos y otros que culturalmente y aún teniendo recursos hacen un culto del no pago.
Con algunos de estos ejemplos, las intimaciones y los juicios no dan resultados y eventualmente si se plantearan remates se lograría algo pero hasta ahora esa no ha sido la postura del gobierno municipal.
¿Qué se puede hacer? Poco sin correr riesgos. Pero algo se puede. El borrador al que accedió La Opinión apuntaría en un primer paso a declarar como “zonas de riesgo tributario” a aquellos lugares que registren indicadores bajos durante largos períodos. Luego de individualizar estos sectores y cumpliendo con pasos formales que se deberán establecer, se trabajaría sobre los sectores de referencia. Una de las posibilidades es declarar “unidades piloto” en donde se trabaje en cooperación con áreas como Desarrollo Humano y Obras Públicas para llegar a la conclusión de que hay méritos como para ofrecer un plan diferenciado al vecino.
Ese plan diferenciado, sería ni más ni menos que obtener alguna contraprestación que pueda serle útil a la comuna en general o al barrio en particular. El rescate de las comisiones de fomento por ejemplo, como unidad de control para que se consiga, por ejemplo que un albañil o un pintor que no puede pagar sus tasas, realice tareas que beneficien a su pequeño entorno, sería una tarea por llevar adelante.
“Es una visión utópica” reconocen los autores del proyecto, pero es un comienzo y antes que esto no hay nada.
Nadie imagina que un vecino renuncie a la actividad central que le proporcione su ingreso básico, pero sí, se apunta a un esfuerzo extra entendiendo que la tasa que está dejando de pagar también es una obligación. Si no hay trabajo en el barrio o si no se instrumenta algo aceitado en el entorno más cercano, también cabe la posibilidad de conformar una bolsa de trabajo eventual en el que se anoten para estar disponibles y así sumar horas que resten de su cuenta de tasas. La Dirección de Rentas aplicaría en estos casos un régimen diferente en cuanto al cálculo de lo que se debe y lo que tendría que pagar el contribuyente laboral que al mismo tiempo contaría con una alternativa diferente para mantenerse al día con independencia de la cancelación de su deuda.
Concientización tributaria
Encarar un plan de concientización tributaria es casi tan difícil como encarar un reordenamiento del tránsito pero en los dos aspectos San Pedro está en un caos generalizado. Si no hay un régimen serio, constante y estricto, los niveles de recaudación propia se mantendrán como están o bajarán. Esto último también es una preocupación, porque el temor a perder contribuyentes que dejen de pagar al ver que en cierto modo “da lo mismo” podría provocar un impacto difícil.
“Mucha gente a la larga termina pagando, porque cuando una casa se vende se tiene que poner al día”, dicen desde la oposición a la hora de relativizar la eficacia de los controles. No obstante este programa también analiza posibles beneficios para los que pagan y hasta se llegó a pensar en colocar cestos de residuos sin costos o algún otro “premio” además de los descuentos por buen cumplimiento. En las próximas semanas, cuando se termine de pulir el proyecto que hoy se discute casi diariamente en ámbitos reducidos, se lo presentará oficialmente al Intendente que tendrá que considerar si es viable o no. “Es una idea. Si no es ésta tendrá que ser otra pero algo tenemos que hacer”, comentaron Delbene y Vellón confiados y entusiasmados con que al menos alguien se oponga pero proponga una opción mejor.