De la memoria al presente: el Club Náutico en postales y recuerdos de momentos entrañables
La institución de la costa fue una de las primeras del país relacionadas con la náutica. Con archivos del grupo “Amigos del Patrimonio Cultural de San Pedro” conoceremos un poco más sobre algunos momentos de este emblemático club sampedrino
Cada publicación del grupo “Amigos del Patrimonio Cultural de San Pedro” en la red social Facebook genera cientos de comentarios de sampedrinos de todas las generaciones que van aportando anécdotas, datos y personajes del ámbito popular.
El Club Náutico San Pedro fue una de las primeras instituciones fundadas en el país que congregaba a amantes de la navegación y a cualquier actividad relacionada con el río.
Debido a su influencia en la infancia y la juventud de la mayoría de los vecinos de este bendito pueblo, cada publicación en redes sociales con fotos de distintas épocas, resulta sumamente atractiva y comentada.
La siguiente corresponde a noviembre de 2024 y la pluma que la redacta es la de Roberto Young.
“Son las tres y media de la mañana, en París, y Jorge Corbalán se entretiene enviándome fotos y coloreando, con Inteligencia Artificial, ésta imagen del club Vejo que, según dice, le encantó. La IA no le responde, porque decidió que el techo del club era gris, de modo que desde aquí le retruco, con un veterano photoshop. Otoño avanzado en el Distrito 9, donde vive. Las hojas de los castaños cubren las veredas. Me dice Jorge que para mañana, anuncian nieve. Y yo, que soy tanguero viejo, le hablo de Cadícamo y un tango que más o menos, va en esa dirección: “Contemplo la nieve que cae blandamente / desde mi ventana que da al bulevar”. Pero no lo escribió en París, sino en Barcelona. Y por si acaso, lo cantaba Gardel. Y porqué cuento todo esto? Porque es reconfortante que en la noche profunda y delicada de una ciudad inabarcable, alguien no duerma pensando en el Club Viejo.

En otro posteo del grupo vuelve a aparecer el viejo club. “La magia más vieja”. Así tituló el gran poeta de Ramallo su primer libro, y esas cuatro palabras serían el pie de imprenta más adecuado, para una foto del club viejo que se remonta a los años ´80. Ésta imagen que acompaña la publicación, es previa al paso del Arquitecto.

20 de octubre de 2007. Aún estaba queriendo amanecer, y el club viejo intentaba sacudirse la lluvia. Pero recién se despejó a media mañana. ¿Qué hacer con la Regata del Centenario, y con la multitud de veleros inscriptos? La decisión fue: se larga igual.
Los barcos comenzaron a alistarse, los trajes de agua hicieron su trabajo, y un par de horas después, en las inmediaciones del Puerto, sonó el top de largada. Ésta es la primera de una serie de fotos que en su momento, nos permitió reproducir Amílcar Fasce. No había otro fotógrafo a la vista y por suerte, el suyo fue un trabajo impecable. Qué distinto se ve el club viejo de noche, y tras una espesa cortina de agua. Parece ser otro lugar, y formar parte de otro tiempo, quizá con algún ingrediente antillano, o bucanero.

Ésta es otra de las fotos icónicas. En la canoa “Yamila” (que parece tener un pequeño motor fuera de borda) Telmo Sironi y su hijo se preparan para salir de pesca. El aluvión de laguneros llegará más tarde, de modo que hasta el momento, nadie tocó la ristra de canoas. El Club Viejo está cerquita, y siempre listo, como los boy scout del Maestro Pipeta. La ropa de abrigo y el ángulo de sombra, prefigura una mañana de invierno.
