Reincidentes, tres “transas” del Hermano Indio quedaron detenidos
Una serie de allanamientos solicitados por el Fiscal Manso permitió detener a cinco personas acusadas de vender drogas. La Jueza Maiztegui resolvía el pedido para mantener presas a tres de ellas. Una es sindicada como cabecilla de una banda que hace delivery y había caído en el megaoperativo del año pasado, pero Pratti la había puesto en libertad.
Mientras la opinión pública debate acerca del Juez de ejecución penal de San Isidro que le había permitido salidas transitorias al asesino del policía Nelson Lillo, el peligroso delincuente Roberto Branto Ayala, la Justicia, en el marco de la investigación en busca de quienes le dieron refugio, volvió a arremeter contra los kiosquitos de droga del barrio Hermano Indio y detuvo a los mismos que el año pasado fueron apresados y liberados, sindicados como cabecillas de una banda que se dedica al delivery de cocaína y marihuana.
Los allanamientos previstos eran cinco. A todos llegaron tras una investigación que implicó filmaciones, fotografías, testimonios y escuchas telefónicas que permitieron el secuestro de más de 100 dosis preparadas en envoltorios listas para la entrega.
Los investigadores confirmaron lo que sospechaban: aquellos que el Juez de Garantías Ricardo Pratti dejó en libertad mientras se lleva adelante la causa que instruye en su contra la Fiscala Viviana Ramos –que se sorprendió el año pasado cuando quedaron libres– siguieron en la misma actividad delictiva.
Seis meses después, sin helicópteros ni cobertura nacional del operativo, la DDA llegó al pasillo del Hermano Indio para encontrar, en los mismos domicilios, drogas, armas, balanzas, dinero en efectivo y secuestrar teléfonos que permitirán profundizar la investigación.
Cinco domicilios, cinco apresados
El operativo tuvo lugar el miércoles y el Fiscal Marcelo Manso les tomó declaración indagatoria a los aprehendidos el jueves. Tras escuchar sus descargos, solicitó que tres de los cinco queden apresados en calidad de detenidos, porque considera que hay elementos para que permanezcan tras las rejas mientras sigue la investigación.
El primero de los domicilios allanados fue en Balcarce 1550, la casa de Stella Maris Salazar, a quien en la zona del Hermano Indio todos sindican como “la transa del barrio”.
Esta mujer de 42 años –que lleva el mismo apellido del intendente puesto que es sobrina suya, aunque, como consignó este medio en más de una oportunidad, desde hace décadas no tienen relación alguna, más que la sanguínea– fue aprehendida y, por las pruebas reunidas en su contra más su condición de reincidente –había sido apresada y luego liberada en el megaoperativo de junio del año pasado–, el Fiscal pidió que quede detenida.
Junto a ella, en esa casa, atraparon a Luis Oscar Báez, cuya vivienda de Maglioti 841 también fue allanada. En lo de Stella Salazar secuestraron 43 envoltorios de cocaína y uno de marihuana; varios recortes de nylon de los que se utilizan para preparar las dosis a entregar; una balanza de precisión; tres teléfonos celulares; y 1900 pesos en efectivo. En lo de Báez, donde no había nadie, encontraron otros 13 envoltorios con marihuana, presuntamente listos para la venta.
En la casa de al lado de lo de Stella Salazar, Balcarce 1540, aprehendieron a Claudia Patricia Castillo (48) y a Rubén Daniel Muñoz (47), sobre quienes no pesa solicitud de detención. De allí se llevaron una pistola marca Walther, calibre 22, un cargador y ocho cartuchos del mismo calibre; una balanza; dos envoltorios de marihuana; y cuatro teléfonos celulares. Aunque no pidieron que permanezcan presos, los procesaron por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
Un allanamiento que tuvo lugar enfrente, en Balcarce 1545, arrojó resultados negativos. En la cuadra anterior, al 1485, aprehendieron a Karen Daniela Nouet, de 25 años, a quien Manso sí le pidió la detención, que, al igual que en el caso de Salazar y de Báez, debe resolver la Jueza de Garantías María Eugenia Maiztegui.
De esa vivienda secuestraron 6.000 pesos en efectivo; un celular; 36 envoltorios con marihuana presumiblemente listos para la venta; y dos plantas de la misma droga.