Redin Trading compró Imprec y se comprometió a seguir produciendo
La empresa de capitales sampedrinos adquirió el predio en el remate, representada por el contador Darío Carro, que aseguró la continuidad laboral. Hubo otros dos oferentes. Pagaron 600.000 pesos más gastos. La fábrica continúa trabajando bajo las órdenes de Seregni y esperan novedades. El exfuncionario Pedro Restelli quiso comprar como representante de un grupo inversor local.
El jueves de la semana pasada tuvo lugar en San Nicolás el remate del terreno de la fábrica de premoldeados Imprec S. A., producto de la deuda que mantenían con el Banco Integrado Departamental y cuya sindicatura ejecutó judicialmente. Hubo tres oferentes y el predio quedó en manos de una empresa de capitales sampedrinos.
Se trata de Redin Trading S. A., representada en todas las gestiones por el contador Darío Carro, su apoderado. La operación fue por 600.000 pesos más gastos, es decir la base inicial del remate, que en su primer llamado había quedado desierto de ofertas, ya que éstas tenían que ser presentadas en sobre cerrado y no llegaron.
Se trata de una sociedad anónima con domicilio en Capital Federal cuya composición accionaria se desconoce. Las actividades para las que está registrada son “transporte automotor de cargas”, “venta al por mayor de papel y productos de papel y cartón excepto envases”, “venta al por menor de partes, piezas y accesorios excepto cámaras, cubiertas y baterías”, y servicios que “incluye actividades de astrología y espiritismo, las realizadas con fines sociales como agencias matrimoniales, de investigaciones genealógicas, de contratación de acompañantes, la actividad de lustrabotas, acomodadores de autos, etc.”. Un amplio espectro.
La empresa es la que desde que surgió públicamente el conflicto del reclamo estuvo cerca de las gestiones. Finalmente, adquirió el terreno en el remate, contra otros dos oferentes, uno de San Nicolás y otro de San Pedro.
Este último es un grupo inversor representado por el exfuncionario municipal Pedro Restelli y el miembro de la Comisión Directiva del Centro de Comercio Daniel Biscia, quienes no llegaron a tiempo con el poder para participar (ver recuadro).
Continuidad laboral
Allegados a la empresa que adquirió el terreno aseguraron a La Opinión que la intención es que la fábrica siga trabajando normalmente. En la planta, los trabajadores recibieron una visita del contador Carro y aguardan con expectativa el futuro.
Desde la fábrica, trabajadores dijeron a este semanario que siguen “trabajando normalmente” y que cobran cada quincena, como siempre. Explicaron que Roberto Seregni sigue al frente de la gestión de la empresa y que hay pedidos a futuro, tal como informó el propio Gerente la semana pasada.
“Se vendió el terreno, ahora se tiene que reunir con nosotros. Si el tipo no tiene interés en seguir fabricando nosotros vamos a seguir hasta la orden de desalojo”, dijo un empleado, que aseguró que Carro se acercó a la planta para decirles que “esto va a seguir todo como estaba, todo normal”.
La preocupación de los empleados es que lo que se vendió es el terreno, pero claro está que la fábrica no podría seguir funcionando en otro lugar, al menos con los mismos dueños, ya que ni el francés ni Natalicchio ni Seregni están en condiciones de hacerlo.
El socio minoritario que lleva adelante la gestión de la fábrica dijo a La Opinión que tras el remate siguen “trabajando, como de costumbre” y que esperan los pasos legales que siguen al remate. “Quien compró está interesado en continuar con la fábrica”, aseguró.
En ese sentido, explicó la posición de los socios de Imprec: “Nuestra idea es negociar la venta de maquinarias, que se hagan cargo del personal, un traspaso de acciones”.
Los pasos que siguen son la convalidación del remate por parte del Juez, el depósito efectivo del monto y que la sindicatura destrabe la hipoteca para que los nuevos dueños puedan escriturar.
Restelli quiso pero no pudo
“Fuimos con Daniel Biscia”, dijo el exsecretario de Obras Públicas Pedro Restelli a La Opinión sobre el remate y explicó: “Nosotros somos emergentes de un grupo mayor, la idea era hacer una compra a largo plazo para mantener las fuertes de trabajo, darle una mano a Roberto Seregni, a quien conocemos hace mucho tiempo y sabemos que la fábrica funciona bien”.
Sobre su imposibilidad de participar, aseguró: “Nosotros llegamos tarde con el poder que tenía el representante nuestro adentro del remate, por eso no pudimos participar. Llegamos 20 minutos tarde del horario previsto, había una persona que hizo la oferta en nombre nuestro y cuando llegamos ya habían rematado”.
Consultado sobre las intenciones que tenía el grupo inversor del que él y Biscia formaban parte, detalló: “La idea no era comprarlo como inversión inmobiliaria, sino continuar con la fábrica, comprar el terreno a largo plazo y llegar a un acuerdo por las máquinas”.