Recuperan parte de lo robado al Centro Educativo de Castro
La policía logró reunir varios datos que podrían llevar al esclarecimiento del hecho. Ayer por la tarde se recuperó una de las computadoras robadas en el lugar.
El esfuerzo diario de alumnos y docentes del Centro Educativo Complementario Nº 803 se diluyó en pocos segundos luego de que manos ajenas provocaran uno de los delitos más repudiables que se puede cometer: el robo a una institución que trabaja para los niños pobres y en una población de muchas necesidades.
El CEC de Gobernador Castro fue víctima de un hecho de robo y vandalismo. Parte de los elementos de valor con que contaban fueron sustraídos o destruidos por quienes ingresaron al lugar.
Ante la mala noticia, desde la policía confirmaron al menos la ejecución de dos allanamientos vinculados al hecho y el hallazgo de una de las computadoras que habían sido robadas.
El operativo se registró en la misma zona urbana de la localidad, en una casa de la calle Sarmiento sin número, donde habita un menor que sería uno de los responsables del robo.
También se efectuó un procedimiento en otra vivienda del mismo lugar, aunque los resultados fueron negativos. De todos modos no se descarta que los operativos continúen ya que los datos reunidos hacen posible que se pueda dar con otra parte de lo sustraído más la identificación de los responsables del delito.
Los directivos del lugar estiman que el hecho se debería haber perpetrado durante el fin de semana, ante la ausencia de los alumnos y el personal.
El CEC 803 se encuentra ubicado en la intersección de las calles Sarmiento y Urquiza, a una cuadra del destacamento de Policía y a pocos metros de la Delegación Municipal.
Para llevar a cabo el delito, quienes lo cometieron violentaron la ventana de uno de los salones, pasaron por la Dirección y desde allí lograron acceder a todo el edificio.
Además de las roturas señaladas, se llevaron un televisor, un reproductor de DVD, cuatro netbooks, un parlante amplificador de sonido, un micrófono inalámbrico, una caja de herramientas, batidora, radiograbador y dinero en efectivo.
Como si fuera poco, también se pudo establecer el faltante de las golosinas del kiosco, gaseosas, tortas elaboradas por el taller de cocina, yerba mate, frutas, hormas de quesos destinados al servicio alimentario y otros elementos de menor valor pero de un enorme significado para la institución.
Entre los destrozos y actos de vandalismo se pudo advertir que los delincuentes vaciaron los matafuegos, defecaron en el interior de un aula y desparramaron múltiples cosas por todo el edificio.