Recorte en descuentos y Junta Médica quitan poder a los sindicatos
El intendente firmó el decreto mediante el que las retenciones en los salarios de los empleados no podrán superar el 20 por ciento, aunque los primeros tres meses será el 40. Los sindicatos reacomodan sus finanzas, aunque el golpe mayor es político. Constituida, la Junta Médica tiene varios legajos de personal cuya situación es “insostenible”.
El anuncio que adelantó en exclusiva La Opinión a fines de enero sobre la decisión del intendente Cecilio Salazar de atacar la lógica usurera de los sindicatos que representan a los trabajadores municipales ya es realidad: el 2 de marzo fue firmado el decreto 0154/16 mediante el que se dispuso que los empleados no sufrirán retenciones mayores al 20 por ciento de sus haberes por parte de la Municipalidad, siempre y cuando no sean de carácter obligatorio.
El Gobierno detectó con precisión algo que este semanario había advertido cuando analizó cómo se fundía el pueblo: una gran cantidad de trabajadores que, producto de los créditos tomados para la compra de mercadería, electrodomésticos o préstamos en efectivo, cobraban apenas centavos cada mes.
Atentos al carácter constitucional del salario, el Ejecutivo decidió que no seguirá reteniendo importes que superen el 20 por ciento y que sea el propio empleado el que decida qué hace con el sueldo que cobra y cómo cumple los compromisos asumidos.
La decisión implica por un lado una afectación de los intereses económicos de los sindicatos, que canalizan a través de asociaciones mutuales y cooperativas ese tipo de créditos, en la medida en que no percibirán la totalidad de las cuotas de cada uno de sus deudores de manera compulsiva y garantizada como hasta ahora.
Pero también tiene un trasfondo político, ya que buena parte de la dependencia que tienen los empleados respecto de las cuatro organizaciones gremiales está relacionada con esos créditos, que mantienen cautivos a los “compañeros” y a merced de los dirigentes sindicales.
Un decreto que complica a los gremios
Como sucedió durante el gobierno de Julio Pángaro, el Ejecutivo municipal dispuso por decreto un marco regulatorio de los descuentos no obligatorios para el personal, que establece que sólo se harán efectivos cuando hayan sido autorizados por decreto u ordenanza; cuando tengan carácter de pago de cuotas, aportes o contribuciones para afiliaciones “a sindicatos con personería gremial y/o simple inscripción” o por ser miembros de mutuales; cuando tengan carácter de pago en cuotas por préstamos o por créditos.
El monto total del descuento no podrá superar el 20 por ciento del total de haberes, aunque por los primeros tres meses de vigencia alcanzará el 40.
El viernes, los empleados cobraron y percibieron entonces el 60 por ciento asegurado del total de su sueldo.
En los sindicatos hubo una “readaptación” a la situación. El problema mayor lo tuvieron, en principio, el Sipem de Juan Jorge Kasta y el de César Parzon, que ya no tiene nombre porque “Sindicato de Trabajadores Municipales” es el exúnico de Juan Cruz Acosta, de acuerdo a la inscripción que esa organización si tiene, al contrario de las otras dos, porque no cobraron los descuentos por afiliación.
Sí lo hicieron en relación a los créditos por mercadería, tortas (sí, tortas), ropa y dinero en efectivo. El Sipem tiene 60 días para lograr la inscripción gremial y el de Parzon insiste con su condición de “filial” de la Federación bonaerense, como lo es de Kasta, aunque sólo tiene un documento que certifica que su líder tiene un cargo suplente en la comisión directiva provincial.
“Hay que readaptarse, no nos genera problemas; quizás algún compañero no alcanza a cubrir la cuota y si no paga le quedará una deuda”, dijo Parzon a La Opinión y aseguró que en el Gobierno lo recibieron “muy bien” cada vez que solicitó una audiencia”.
Los cuatro sindicatos percibieron menos dinero de lo esperado. El menos afectado es ATE, porque su oferta de créditos es menor a la del resto. Todos, aun así, se vieron obligados a adaptarse y comenzar a ofrecer montos que no superen el 20 por ciento que saben que podrán percibir, lo que implica que el “kiosco de servicios” se achique.
Un problema político
El problema, como se dijo antes, es político. Hoy, de cuatro sindicatos, sólo dos son reconocidos como tales: el de Acosta y el de Marelli. Son los únicos que percibieron la cuota sindical y además fueron convocados a la Mesa de Relaciones Laborales. El desconocimiento de los otros dos generó, por ejemplo, que el Sipem de Kasta elevara un reclamo formal al respecto en el Ministerio de Trabajo.
La estrategia del gobierno de Salazar parece ser la de lidiar con pocos líderes sindicales y disciplinar a partir de las grietas que toda organización gremial posee. Ir por la legalidad con el objetivo de mellar la legitimidad. El Intendente conoce todos los recovecos y esa es su as de espadas.
La representación de los dos sindicatos en pie apenas alcanza el 50 por ciento de la planta de empleados, lo que fortalece la posición del Ejecutivo, al menos en el corto plazo. La historia indica que los políticos pasan y los trabajadores quedan. Dependerá de su capacidad de organización que de esta maraña surjan beneficios para los empleados que cumplen.
Herbas: “Si hacen paro vamos a atender toda la demanda del Hospital”
Los médicos del Hospital nucleados en Cicop anunciaron un paro por 48 horas para hoy y mañana. El primero es en adhesión al provincial, para pedir 40 % de aumento, y el segundo por reclamos locales como convocatoria “a la mesa laboral que prometieron” y por la deuda del “aumento de guardias de reemplazo correspondientes al mes de octubre”.
“No han recategorizado a los profesionales y no hicieron los concursos para regularizar al personal”, señalaron las autoridades de Cicop San Pedro.
Anoche hubo reunión en Palacio y hoy había otra en el Ministerio de Trabajo. El Secretario de Salud Edgar Britos encabezaba los encuentros y anunció que hay “una mesa de trabajo y diálogo abierta” para evaluar la problemática y las deudas pendientes.
El Director del Hospital José Herbas dijo ayer a La Opinión. “Hoy estamos quebrados, no estamos de acuerdo con el paro”, señaló.
Aseguró que “la Guardia no se va a parar” porque él y su equipo se pondrán “al frente” y analizó: “Hacer paro es perjudicar, no lo vamos a permitir. Nos hemos ocupado de que los sueldos estén al día. Ningún paro hace que aparezca más plata”.