Recordando al vecino
Salgo a la vereda para contarte el partido de Boca y recién ahí me doy cuenta que ya no estás, que te has ido de gira como se dice comúnmente.
Pero te voy a decir una cosa Ángel; eso no se hace; nos hiciste trampa; picaste primero sin avisar ¿Por qué tanto apuro?
Había mucho tiempo por delante ¿Sabés una cosa?, yo con setenta años me siento como en pecado de estar en este mundo, cuando vos y Susana se apuraron por dejarlo, pero hay algo que pone paz en mi corazón, ustedes están disfrutando en la presencia del señor, mientras que nosotros estamos en la lucha cotidiana hasta que Dios nos mande a buscar.
Hay un gran vacío en el barrio.
Ya no está el que se acercaba para tendernos una mano ante alguna necesidad. Me atrevo a decir que tanto yo como los demás vecinos te echamos de menos.
Descansá en paz,
Nilda Pereyra, L.C: 3.745.875.