Reclamo en Coopser, tras las facturas de la luz
Los hogares y comercios recibieron sus boletas del servicio de electricidad que corresponden al período de mayor consumo, por el calor, y que coincide con la aplicación de una cuota de aumento que había quedado pendiente del año pasado. El mes que viene aumentará otro 20 por ciento y el siguiente 10 % más. Usuarios convocaron a través de las redes a una protesta en las puertas de la cooperativa, que informó que el tema no depende de su gestión.
“Ningún sampedrino tendría que pagar la factura de este mes. No nos van a cortar la luz a todos”, propuso Natalia, una de las tantas usuarias de redes sociales que aseguró que este miércoles a las 10.00 de la mañana estará frente a las oficinas de la cooperativa eléctrica Coopser, en Mitre y Honorio Pueyrredón, para participar de una convocatoria que nació en Facebook y que tuvo muchos adeptos a medida que llegaban a los hogares las facturas de electricidad.
La queja de un comerciante que debe pagar 5.000 pesos por el mismo consumo por el que hace dos años pagaba 900 desató una catarata de reclamos similares y ejemplos.
Factura en mano, los vecinos comenzaron a exponer sus casos. En cada uno, los incrementos son exponenciales respecto a la factura anterior. En ese sentido, debe tenerse en cuenta que hay, en principio, dos grandes factores que influyen: el mayor consumo registrado entre mediados de diciembre y mediados de enero, fechas de lectura promedio, y la aplicación del porcentaje de aumento.
Cada situación tiene su particularidad, pero hay que tener en cuenta algunos aspectos que tienen que ver con cómo en los últimos años se produjo lo que en el gobierno nacional y provincial denominaron “sinceramiento de tarifas” a partir de la quita de subsidios y desde la oposición llamaron lisa y llanamente “tarifazo”.
Antes de entrar a analizar estos aspectos, una advertencia: el aumento que se facturó en el último recibo corresponde a una cuota que había quedado suspendida el año pasado a raíz de las disputas judiciales en las que se vio envuelto el tema.
Resuelto a favor del gobierno, la distribuidora aplicó el incremento a Coopser, que hizo lo propio con los usuarios. Es decir que el aumento que llegó corresponde al año pasado y todavía falta el 32 por ciento que la gobernadora María Eugenia Vidal autorizó a mediados de enero y que se aplicará en la próxima factura.
Un reclamo frente a la cooperativa
Como sucede ante cualquier evento cuyos responsables políticos directos no están en San Pedro, el reclamo se producirá ante aquellos a quienes el vecino tienen enfrente. Por eso, este miércoles a las 10.00 habrá una protesta en repudio del aumento del servicio de energía frente a Coopser.
Cuando en las redes sociales comenzaron a exponer las facturas, se preguntaron qué responsabilidad le cabe a la cooperativa en los incrementos que aparecen en sus boletas.
Ello derivó, una vez más, en un debate que en algunos casos tiene posiciones con argumentos sólidos que ponen en discusión la modalidad con la que Coopser se maneja dentro del sistema cooperativo para con sus socios, tratados más como usuarios/clientes que como propietarios que, después de todo, son, pero que en otros aportaron datos que no condicen con la realidad del aumento.
Basta como ejemplo aquellos que consideraron que la luz subió de precio porque “hay que pagar el gasto que hicieron para comprar la clínica”.
“Lo que pasa es que la cooperativa de San Pedro es carísima. No tenemos beneficios aunque somos socios. El mes pasado me vino 453 pesos usando el aire. Recibimos la boleta desde ayer 1100 pesos utilizando el aire igual, en 24 con ventilador bajo”, relató un oyente de Sin Galera el sábado, cuando el tema se puso en debate al aire.
Quien vaya a la cooperativa motu proprio no saldrá satisfecho. Explicar cada caso implica abordar cuestiones muy técnicas y no siempre están con la mejor predisposición. Si hay una queja, debe ser por escrito para esperar una respuesta que dirá poco y nada.
La cooperativa no tiene redes sociales ni un mecanismo de comunicación directa para con sus socios. Las asambleas son poco participativas porque así lo prefiere el Consejo de Administración, que hace muchos años que ni siquiera se ocupa de hacer una amplia difusión de las convocatorias y apenas si cumple con lo que manda el estatuto.
Aumentos sin techo ni explicación
En 2017, la luz en la provincia de Buenos Aires aumentó un promedio del 58 por ciento. El último tramo del incremento es el que vino en la factura actual, recién aplicado. Resta ahora un 20 por ciento para el consumo de enero y un 10 para el de febrero, que suma un acumulado del 32 %. En 2016, la suba había sido del orden del 200 por ciento en el marco de la quita de subsidios y el denominado “sinceramiento de tarifas”.
Es muy difícil, como repiten desde Coopser, calcular cómo impacta en cada hogar o en cada comercio. Pero impacta. Y provoca consecuencias. En los hogares, para pagar la boleta habrá que privarse de otras cosas. “No sé cómo haremos para llegar a fin de mes”, es un comentario recurrente. En los negocios, hay quienes recortan en calidad de su servicio o producto e incluso en el personal. No falta el que piense en bajar la persiana.
Pedir datos a las autoridades de la cooperativa puede ser una odisea similar a la que tiene que afrontar un usuario que va a pedir explicaciones. Es cierto que es “muy técnico” y “difícil”, pero no puede ser “imposible de entender”, como plantean algunos. Resuena, una vez más, la famosa frase de Raúl Scalabrini Ortiz: “Cuando usted no entiende una cosa, pregunte hasta que la entienda. Si no la entiende, es que están tratando de robarle”.
El aumento es sobre el cargo fijo y sobre el precio del kw. Como hay cinco categorías y dentro de ellas varias subcategorías, es difícil hacer un cálculo promedio. Eso sí: fíjese que si hay un precio hasta los 300 kw consumidos, otros hasta los 500, otro hasta 1000, y que si se pasa de subcategoría el costo se dispara de manera importante.
“Los aumentos siempre son promedios, porque la planilla es muy rebuscada, hay pequeñas diferencias entre categorías y se modificaron los ítems de cuadro tarifario”, dicen en Coopser.
La Opinión pidió a las autoridades ejemplos de cuánto pagaba un consumo equis hace dos años, cuánto ahora y cuánto pagará cuando se aplique el nuevo aumento. No tuvo éxito.
“Es muy relativo, se fijan mucho en lo que gastaban antes y lo que gastan ahora, pero depende de muchas cosas, qué tipo de equipo de frío, qué calor hace, el entorno, cuántas veces la abrís, si levanta temperatura, si hay un aire acondicionado dentro del negocio, no es blanco y negro, hay muchos factores que influyen en el consumo. Es muy complejo. No es lo mismo si te da el sol a la heladera que si no, son muchas cosas. Una ingeniería eléctrica se tarda 6 años en estudiarla”, dijeron desde el Consejo de Administración que preside Pablo Peralta.