"El martes me tocó viajar con mí hija en el colectivo que va a Zarate a las 8.30. El colectivo salió de San Pedro lleno en los asientos y cantidad de gente parada aplastandose, apoyándose sobre los que estábamos sentados. Mujeres con niños y abuelas. Uno paga los boletos y viaja como ganado. Una vergüenza", se quejó Nereida ante La Opinión.
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