Reclaman por el robo de seis motos que sustrajeron del depósito municipal
En la noche de Navidad, entraron al galpón que el municipio alquila desde hace cuatro años para almacenar los rodados secuestrados por falta de documentación en diferentes operativos de tránsito. Los ladrones se llevaron dos motos Guerrero Trip, una Suzuki, una Zanella y dos Gilera Smash. Una de ellas no estaba registrada en los libros del depósito. La policía recuperó un solo rodado pero el Director de Tránsito dice que el lugar cuenta con seguro contra robo e incendio, y que la compañía cubrirá los gastos para resarcir a los propietarios que ya comenzaron a reclamar.
“Me secuestraron la moto, pero cuando la fui a reclamar con todos los papeles me dijeron que la habían robado del galpón”; fueron las palabras que un motociclista utilizó para comentar lo que había ocurrido hace más de una semana.
La policía evitó la trascendencia de este robo que efectivamente existió, y que ocurrió en el galpón que la Municipalidad alquila desde hace cuatro años para utilizar como depósito de los vehículos secuestrados en la vía pública por distintas infracciones.
De allí se llevaron durante la noche del 24 de Diciembre, cuando toda la ciudad celebraba la Navidad, seis rodados. “Es un depósito ubicado en Saavedra 775, que tiene salida por calle Facundo Quiroga. Saltaron una cerca de cuatro metros y pico, rompieron un candado del portón, y se llevaron dos motos marca Guerrero Trip, una Suzuki, una Zanella, y dos Gilera Smash”, dijo el Director de Tránsito, Mario Mezquida confirmando el hecho.
“La policía ya recuperó dos de las motos, pero por las otras no hay problema porque tenemos seguro contra robo e incendio. Me tengo que reunir con la gente de la compañía, pero las denuncias están hechas”, agregó Mezquida.
Secuestrada, robada y recuperada
La trascendencia del robo, que el municipio mantuvo en reserva hasta ahora, la ofrecieron los propios damnificados.
“A mi hermano le habían secuestrado la moto hace como dos meses porque no tenía la patente, pagó la multa y se la devolvieron para que pueda hacer el seguro, pero hace poco se la volvieron a secuestrar. Es una Gilera, que se la compró hace unos seis meses, es 2006. Pero como no tenía todos los papeles nunca la usaba”, dijo María, hermana de uno de los damnificados. Según aseguró la mujer, la motocicleta robada del galpón, fue recuperada por la policía. “Todavía no se la entregaron pero está rota, tiene el tablero roto, y ahora no sé quién se va a hacer cargo de eso”, dijo.
Mezquida desestimó que la moto se encuentre en mal estado y explicó que los damnificados deberán terminar el trámite para poder iniciar el reclamo en la compañía de seguros La Segunda, que les abonará el valor del rodado robado.
“Hay muchas cosas que dicen los propietarios que no son correctas. Se dijo que lo del robo fue hace un mes, pero fue el día de Navidad. Nosotros no quisimos darle mucha publicidad porque tenemos casi 600 motos en ese galpón. Recién podemos entregar una moto cuando el Juzgado de Faltas lo resuelve”, explicó el Director de Tránsito.
Sí tuvo que reconocer el funcionario, que una de las motos no había sido identificada como robada hasta que apareció el propietario a reclamarla. “Los propietarios de las motos robadas saben, pero nos pasó que nos apareció uno con el trámite de patentamiento terminado y cuando la fueron a buscar la moto no estaba”, dijo, explicando que en ese caso el problema fue que este rodado no había sido asentado como ingreso en los libros del depósito. “Hay dos turnos, la moto se ha metido pero no se anotó, es normal que pase eso”, dijo.
Desbordado y con doble alarma
El galpón de Saavedra 775, es alquilado por la Municipalidad desde hace cuatro años. Actualmente es el único predio utilizado para almacenar los vehículos que se secuestran en operativos de tránsito por falta de documentación. “Pero estamos buscamos otro más grande porque nos queda chico”, dicen desde Tránsito.
El número indicado por Mezquida es alarmante. Más de 600 motos están allí guardadas porque sus dueños circulaban sin patentarlas, o sin contar con póliza de seguro.
“Es una lástima que la gente no venga a retirarlas”, dicen. La mayoría no lo hace por cuestiones económicas. Abonar el patentamiento, a la compañía de seguros y encima pagar una multa, suma una cifra que muy pocos tienen a mano.
“Hay gente que compra motos usadas por $ 300, a veces sin preguntar el origen o pedir ningún papel. Pagar una multa, por mínima que sea son por los menos $ 100, y a eso sumále los trámites que tienen que hacer sí o sí para tenerla en regla. Es lógico que se les haga imposible retirarlas. En realidad, le conviene comprarse otra moto por $ 300, al menos hasta que se la secuestren de nuevo”, comentó una fuente del caso.
El mencionado galpón de la calle Saavedra, está abarrotado por motos de diferentes años. Algunas, están allí por lo menos desde el año 2001.
“A los seis meses tendrían que estar en San Nicolás para que se haga una subasta pública, pero igual fijáte que no se mandan. En realidad, la gente se queja pero a muchos se les tendría que explicar que en realidad si se hicieran las cosas como lo dicta la ley, las motos tendrían que haber sido rematadas hace rato”, agregan desde el Juzgado de Faltas.
Desde el área de Tránsito, reiteran que los operativos no se intensifican tanto como debieran, justamente porque no hay lugar para almacenar tantas “motitos”. “La gente tiene que entender que no puede circular con los papeles que le da la agencia. Tienen que patentarla y sacar el seguro. Nosotros les damos treinta días para hacerlo, recién después de ese plazo se le secuestra a alguien la moto, pero igual la gente no inicia los trámites”, se quejan desde el municipio.
Uno de los principales problemas que se remarca, son las facilidades que las agencias ofrecen para adquirir estos rodados. “Con $ 300 al contado, te llevás una moto. Pero ahí no termina el asunto”, dicen.
Mientras tanto, el galpón de la calle Saavedra es reforzado para evitar que se repitan los robos y los dolores de cabeza. “Ahora se pusieron dos alarmas, porque había una sola. El control es estricto y por eso hay una sola llave de ese lugar, para evitar mayores problemas”, aseguró Mezquida. Pero el conflicto con los damnificados recién comienza, y es probable que los reclamos se intensifiquen con el correr de los días.
“Yo hago con lo que tengo”
El año terminó sin que el área de Inspección General cuente con un funcionario titular que lo guíe y ordene. El área es clave para el año que se inicia porque uno de los principales problemas que debe enfrentar el ejecutivo son los conflictos relacionados con el tránsito y el control vehicular en las calles.
Extraoficialmente, se confirmó que el Inspector Humberto Bigi no será quien quede a cargo de esta responsabilidad. El policía retirado habría desistido porque el sueldo que la Municipalidad le ofrece sería inferior al que cobra como jubilado de las fuerzas, y no estaría dispuesto a renunciar a ese beneficio. Por ahora no hay candidatos y por eso, Mezquida sigue a cargo. La búsqueda para el puesto no es fácil, porque todavía está fresca en la memoria la figura de Rodolfo Verdón, que antes de renunciar reconoció que no podía trabajar si el ejecutivo no destinaba los recursos necesarios.
“Yo hago con lo que tengo, ésa es la diferencia”, confiesa a su círculo de confianza el actual Director de Tránsito cuando le preguntan sobre el secreto de su permanencia.