Quiénes, cómo y por qué ejecutaron a un hombre en la isla
Una catarata de dudas envuelve la identidad del hombre que apareció ejecutado con un disparo en la nuca. Hasta el momento, para la Justicia, sigue siendo un NN. Los datos aportados por una persona de Arrecifes no han sido suficientes para establecer su origen.
Persiste la incertidumbre con respecto a la identidad de un hombre que fue hallado sin vida en la mañana del Viernes pasado. El mismo fue avistado por unos pescadores cuando flotaba en una laguna ubicada en la isla San Pedro, sobre el kilómetro 274 del Río Paraná en jurisdicción bonaerense. El cuerpo presentaba un avanzado estado de descomposición y un disparo de escopeta o pistolón en la nuca, por lo que se entiende que fue ejecutado y tal vez, con la participación de más de una persona.
El misterioso caso que luego de la autopsia continúa con una carátula que no habla de homicidio, está siendo investigado por la UFI Nº 4 de San Nicolás, a cargo del Dr. Leverato y la Policía de Islas perteneciente al destacamento Los Laureles. Hasta el momento la causa sigue como “NN Averiguación causal de accidente”.
En la mañana del Sábado, en la sede de Policía Científica de San Nicolás se le practicó la autopsia y se confirmó que la muerte se produjo a consecuencia de un disparo de arma de fuego en la nuca, con orificio de salida sobre la frente. Según estiman los profesionales podría haber sido ejecutado con una escopeta ya que en las paredes del cráneo se hallaron varios perdigones.
Quién es?
El hombre de unos 40 años fue literalmente ejecutado de un escopetazo, según relataron fuentes confiables en el lugar del hecho. En horas de la mañana, Prefectura San Pedro recibió un llamado alertando sobre la presencia de un cuerpo flotando boca abajo, y finalmente alrededor de las 14 horas arribó con el cuerpo al puerto local.
Según el médico forense Dr. José Dubini, tendría al menos 7 días de permanencia en el agua y el disparo se habría efectuado a muy corta distancia, lo que permite hacer cualquier conjetura sobre un hecho con ribetes mafiosos.
La víctima, vestía pantalón de grafa negro, botas de goma del mismo color, y una campera de nylon azul con una franja blanca en el medio, con la inscripción “Transporte Multi Pack Encomiendas y Servicios”. Además, en su cintura, poseía una cartuchera llena de municiones de escopeta.
Durante las horas posteriores al hallazgo, creció el rumor de que pudiera tratarse del desaparecido joven baraderense Andrés Martín, lo que rápidamente quedó descartado, por las características físicas de la víctima.
Una familia arrecifeña se acercó a la Comisaría para aportar algunos datos. Al parecer esta persona “podría ser un puestero de apellido Varela” quien habitaba en la zona, que había usurpado su rancho y que espantaba a los tiros a toda persona que se acercara al lugar. De todos modos nadie pudo asegurar que se tratara de esa persona ya que también era frecuente que se ausentara de la casa por varios días ya que es oriundo del norte y cada tanto regresaba a su domicilio.
Hasta el momento para la justicia es un NN y se aguardan los resultados de las pericias para determinar si se trata de la persona que muchos mencionan con “un tal Varela”. Igualmente se deberá determinar quién lo ejecutó y por qué, pues se trata de un grave hecho delictivo que tiene caracterísiticas “mafiosas”.
Buscando datos en la isla
La Opinión consultó a varios habitantes de la zona de islas. Todos coinciden en señalar que en ese sector vivía una persona de muy mal carácter y que no vacilaba en efectuar disparos toda vez que se acercaba alguna embarcación. Indicaron que llegó hace alrededor de tres años, pero que son pocas las veces que se lo veía salir del lugar. A tantos días del hallazgo resulta difícil encontrar explicaciones sobre este hecho que por simple deducción tuvo que contar con más de un participante para doblegar al hombre y ejecutarlo en algún lugar que hasta el momento no ha sido establecido. Tampoco se han brindado datos sobre su “supuesta” morada y mucho menos los motivos por los que se encontraba en un lugar donde se impedía cualquier tipo de acceso y no se hallaban cultivos ni hacienda.