Querido papi
Fuiste, y serás ese ser tan especial que guiaste nuestras vidas y nos enseñaste con tu ejemplo, lo que significa ser buena persona. Tenías una sabiduría innata, que sumada a la experiencia que da tantos años vividos hizo que fuera un placer escucharte, contando tus anécdotas, a las cuales siempre, con esa picardía criolla que te caracterizaba, le ponías un valor agregado. Para todos, eras “Pipo” ese abuelito travieso, con una lucidez asombrosa al que no se le escapaba nada, al que querían los chicos del barrio y los amigos de tus nietos. Cuando hablabas de tu familia, se te entrecortaba la voz. Te emocionabas demasiado, pero como se dice siempre: “ se cosecha lo que se siembra”... Hoy que Dios te llevó a su lado, nos duele sufrir tu ausencia, pero la huella que dejaste, será una marca indeleble para todos tus seres queridos, sólo nos resta decirte que tus hijas estamos orgullosas de vos y que el mismo amor que te brindamos, se lo seguiremos dando a tu compañera y querida “viejita”. Tu pilala, nuestra mamá. [i]Olga y Gloria - 20-05-06[/i]