Quejas en la entrega del SAF
La semana pasada surgieron con mayor fuerza las quejas por parte de algunas jefas de familia que retiraron carne en la segunda vuelta mensual de distribución del SAF. Las dificultades en la conservación fueron la causa de la suspensión de las provistas durante el esquema mensual y en el reparto diferenciado surgieron las críticas.
“Algunos hablan desde la preocupación y otros siempre están buscando lo que está mal sin imaginar a cuántos les vendrían bien un par de bolsas como las que reciben”. El comentario brota de la boca de una de las personas que participa de la preparación y distribución de las bolsas de comida que se entregan con el SAF.
A punto de cumplir un año, el sistema que funciona en paralelo con el pago de los 150 pesos mensuales y que tiene muchos beneficiarios en común, ha atravesado críticas con algunos datos ciertos que reflejaban el mal estado de ciertos productos.
Hubo quejas sobre las frutas y verduras, sobre las calidades de algunos productos y siempre estuvo latente la preocupación por las carnes.
En la distribución de Diciembre, fue el Departamento de Bromatología local el que bloqueó la distribución de una partida de carne picada que se integra al resto de la provista, porque por un inconveniente en la cadena de frío, el producto podría haber configurado un peligro para los que lo consumieran.
Desde la Secretaría de Desarrollo Humano se cortó la distribución anunciada y se siguió sólo con los alimentos secos, frutas y verduras. La carne arrancó otra vuelta varios días después y así se logró completar la provista prometida. Si de los 3.000 beneficiarios del SAF sólo uno o dos presentan quejas, hay que atenderlas con esmero, pero no se puede invalidar todo el proceso.
De todos modos, en las quejas que surgieron, aparecieron datos de una realidad que va más allá del mal estado de uno u otro producto.
Una de los primeros reclamos que surgió cuando se recibió carne en buen estado (aprobada por Bromatología) surgió de una persona que sin tener heladera recurría a un proceso de mantenimiento con agua para utilizar la carne mayor cantidad de días.
La señora no tenía intenciones de molestar y sin dudas su carne estaba en mal estado; pero el proceso utilizado no contó con el asesoramiento de alguien que le permitiera aprovechar bien su provista.
Otras quejas, no llegaron como la de la señora, a la Secretaría. “Algunos se quejan por quejarse y nada más”, señalaron.
Esta luz amarilla encendida en el final de la distribución de Diciembre puso en alerta a todos los sectores que se interrelacionan para distribuir esta mercadería y sobre todo en los próximos meses, con el verano y altas temperaturas se extremarán los controles para evitar que una ayuda se convierta en la transferencia de un problema.