Quejas de turistas por mala atención y precios excesivos
El Secretario de Turismo anunció que pedirá intervención a inspectores provinciales para controlar los excesivos precios que cobran los prestadores. Los turistas se quejaron el fin de semana de servicios no brindados y por sobreprecios. Fuimos turistas por un día y comprobamos que en algunos sitios, la atención no es buena, por no decir pésima.
Nadie puede negar que San Pedro creció turísticamente en los últimos años y que ha llegado a una posición, casi de privilegio, con respecto a las ciudades de la zona. Pero, al compás de este crecimiento, fueron aumentando las quejas de los turistas respecto a los excesivos precios que se cobran por alojamientos que, en la mayoría de los casos no se equiparan con los servicios que se ofrecen o con las estrellas que dicen tener. Durante el fin de semana, los visitantes también manifestaron haber pagado sobreprecios en bares y restaurantes. No solamente lo notaron quienes procedían de otras ciudades, sino también los sampedrinos que se encontraron con la sorpresa de cartas especiales para Semana Santa, con evidentes aumentos.
La situación se repite en el tiempo y sobre todo durante los fines de semana con feriados incluídos.
El Secretario de Turismo y Producción, Norberto Atrip, confirmó a este medio que solicitará la intervención de la provincia para que envíe inspectores que puedan relevar a cada prestador turístico y controlen los precios que no pueden regularse por si solos.
La realidad dice que “no hay una segunda oportunidad para una primera impresión”, y eso nos está pasando en esta ciudad que intenta ganarse un lugar en la agenda de lugares para descansar. La impresión que estamos dando es pésima. Y esta situación se repitió el fin de semana pasado. 12.000 turistas llegaron a la ciudad y un porcentaje importante se animó a registrar sus quejas en las casillas de información turística. Hace unos años atrás, los propietarios de los hoteles justificaban los precios que cobraban por una habitación, porque debían mantener la infraestructura durante todo el año puesto que solamente éramos receptores de turistas en la época estival. Tras una fuerte campaña de publicidad en los medios nacionales, San Pedro revirtió progresivamente esta situación y comenzó a recibir –sobre todo, después de la instalación del Howard Jhonson- turismo de buen poder adquisitivo que inclusive opta por visitar la ciudad durante todo el año.
Ahora, la gente se instala entre semana dispuesta a disfrutar durante varios días la “tranquilidad” y los servicios que supimos vender. Inclusive, las ciudades de la zona toman como ejemplo nuestro buen pasar turístico e intentan replicar estos métodos de difusión para ofrecer sus alternativas.
El crecimiento en el sector se mantiene desde hace unos años y los propietarios de los hoteles y posadas no lo desconocen. Pero, pese a todo, los servicios no han mejorado y los turistas, cada vez con más frecuencia, asientan sus quejas en la Dirección de Turismo. Encabezan los comentarios los excesivos precios que se cobran por alojamientos que muchas veces superan a lo que se paga en los principales destinos turísticos como Mar del Plata o Mendoza y los servicios adicionales que se deben abonar, por ejemplo: el uso del aire acondicionado.
Hace dos semanas La Opinión Semanario fue turista por una tarde y recorrió con llamados cada una de las alternativas de alojamiento disponibles en la ciudad. El impacto fue increíble: con la atención que brindamos directamente los estamos invitando a que no vengan. En la mayoría de los casos “molestaron” nuestras preguntas, que por otro lado, fueron tan básicas como referencias de la ubicación de determinado hotel o posada. En un tono poco amable, las primeras palabras que escuchamos fue: “no tenemos más lugar para Semana Santa”, sin otro margen para que nos interesemos en visitar la ciudad en otra época del año.
En ninguno de los casos se nos preguntó desde dónde estábamos llamando y de qué modo habíamos obtenido las referencias de ese alojamiento.
La sensación es que cuando esta “todo completo” las preguntas molestan y la atención se recorta a responder en forma desinteresada. Solo faltó que respondieran explícitamente: “deje de preguntar, le estamos diciendo que no tenemos lugar y sigue preguntando”, aunque en varios lugares con respuestas que se acotaron solo a un “Si”, “no”, “no se”, nos lo dieron a entender.
¿Así atendemos a los turistas?, ¿nos molesta que nos pregunten? Quienes reciben los llamados, ¿están capacitados para hacerlo? Nuestra breve experiencia nos indica que no, pese a los cursos de capacitación que se brindan para mejorar la atención telefónica.
¿Existe una cámara de hoteleros que pueda regular la actividad sin que se cobren tarifas desmedidas a voluntad de cada propietario? ¿Puede la Municipalidad controlar la actividad privada? Son todas preguntas que merecen ser tenidas en cuenta para mejorar la atención, sobre todo, para que quienes nos visitan regresen en otro momento del año y no se queden con malas impresiones.
Llamados molestos
Para nuestros llamados repasamos la lista de teléfonos y categorías de los hoteles, posadas y bungalows informados por la Secretaría de Turismo.
De acuerdo a este reporte, San Pedro cuenta con un hotel de cuatro estrellas, tres de tres estrellas, dos hoteles con servicios de dos y cuatro alojamientos de una estrella donde se encuentran las residenciales y posadas.
La diferencia en nuestra atención la marcó el hotel de máxima categoría hasta el momento habilitado, donde la recepcionista nos atendió amablemente identificándose con su nombre. De una manera correcta nos informó que lamentablemente no tenía lugar para ofrecernos para Semana Santa, donde los paquetes -por tres noches- se ofrecieron en 750 pesos por habitación superior, por persona. Nos indicó que la habitación contaba con frigobar, caja de seguridad, cochera, aire acondicionado y TV por cable. Además de desayuno bufet, media pensión y un paseo por el río. Igualmente nos invitó a volver a llamar en otra época del año para visitar la ciudad, indicando un menú de posibilidades y de tarifas. Luego de que nos contestara referencias de ubicación del hotel, agradeció nuevamente de modo amable por habernos comunicado, deseándonos una buena tarde.
No podemos decir que esta amabilidad fue de igual modo en hoteles que dicen brindar servicios tres estrellas. Nos ofrecieron habitaciones dobles a 740 pesos por 4 noches, con desayuno incluído, pero con un pago adicional de 12 pesos por día para la utilización del aire acondicionado. En otro, por tres noches las tarifas que ofrecían eran de 330 pesos aclarándonos que disponíamos de cocheras, TV por cable y ventilador de techo. Si hacía calor, debíamos pagar 10 pesos por noche “para conectar el aire”. La doble especial de un hotel céntrico fue cotizada a 115 pesos porque es más amplia que la común, que cuesta 99 pesos. También teníamos que pagar 12 pesos por el aire acondicionado. En ninguno de los casos se esmeraron por atendernos.
En los alojamientos de dos estrellas la habitación doble sin TV se cobró 80 pesos y 150 las que poseían servicio de TV y aire acondicionado. Otro, por tres noches, nos ofreció una promoción especial por 267 pesos con desayuno, cochera, televisión y ventilador de techo. El aire, 10 pesos más por noche.
Recorriendo las alternativas, llamamos a posadas y alojamientos de una estrella. Nos ofrecieron habitaciones por 55, 70, 90 y 120 pesos por día. Sino preguntábamos por los servicios no nos informaban que algunos no incluían en esos precios el desayuno, ni TV y ni hablar de aire acondicionado.
Sin alojamiento en el centro, quisimos conocer los precios en la costa. En un camping nos ofrecieron bungalows para 5 personas a 100 pesos por día, solo con ropa de cama, sin toallas, vajillas y desayuno. Pero recalcaron que poseían buenos ventiladores de pie. Mientras que en otro predio nos diferenciaron servicios y categorías de alojamientos para que pudiéramos elegir. Para cuatro personas con vajilla completa, aire, TV, nos presupuestaron una noche en 170 pesos.
Fueron pocos los telefonistas que accedieron a explicarnos sin “molestias” por referencias turísticas. En un caso nos encontramos con una persona que dijo desconocer cuánto iba a cobrar la “dueña” para Semana Santa y nos pidió que llamáramos la última semana. En otro, no pudimos lograr que el telefonista nos describiera con exactitud dónde quedaba ubicado su hotel, para conocer si estábamos llamando a un lugar cercano al radio céntrico. “Señora, le digo que estamos en el centro, más datos no le puedo dar; no sé que quiere saber!”, explicó a este medio un conserje de hotel que no pudo explicar incluso a cuantas cuadras quedaba el río y las barrancas. Otro, un poco molesto porque ya tenía todo completo y “estaba desperdiciando su tiempo” nos invitó a que consultáramos directamente la página web. “Ahí tiene todo lo que necesita, precios y comodidades”, paso siguiente nos cortó la comunicación.
Solamente en la casilla de turismo ubicada en la costa, nos indicaron que tomáramos precaución con los mosquitos y que varios campings estaban bajo el agua por la creciente del Río Paraná. Para el resto, esto datos fueron irrelevantes.
Cartas nuevas, precios elevados
Dentro de las quejas asentadas en la Secretaría de Turismo, un porcentaje corresponde a los sobreprecios que durante el fin de semana se cobraron en bares y restaurantes. En determinados comercios se ofrecieron “cartas especiales de Pascuas” con precios con aumentos considerables. Esta diferencia la notaron los sampedrinos que el fin de semana concurrieron a los lugares habituales. “Fui a comer a un lugar que voy siempre y donde pago un plato de ravioles, con salsa incluida, en 6,50 pesos. El fin de semana me quisieron cobrar 13 pesos por el mismo menú. Con mi amigo decidimos levantarnos e irnos, porque nos parecía una barbaridad lo que intentaban cobrarnos”, comentó un vecino a este medio.
Inclusive, los turistas compararon precios de otras ciudades turísticas y remarcaron diferencias sustanciales y lo dejaron registrados en los libros de las casillas de información.
¿Nos estamos convirtiendo en un destino caro?, ¿Regresarán los turistas si les cobramos estos precios?
Impresentables
No solamente los prestadores de servicios tienen mucho para mejorar, Turismo también. Las casillas de informes funcionan en espacios deplorables, mal ambientados y con vidrieras repletas de folletos viejos y amarillos. ¿De esta manera los asesoramos?
Describir la casilla de información de la terminal de micros habla de cómo atendemos a quienes nos visitan y un capítulo aparte merece su estado de abandono. Queda mucho para hacer, pero tiene que ser rápido si queremos seguir creciendo como ciudad turística. Completó el panorama el reclamo salarial de las empleadas de las casillas. Durante el fin de semana solicitaron a los turistas que acompañaran su petición. Un verdadero papelón que debió ser solucionado puertas adentro, sin trasladarle al turista los problemas que no podemos arreglar internamente.
“Con los días contados”
Eso es lo que dijo una alta fuente municipal al referise al Secretario de Turismo y Producción, Norberto “Cachi” Atrip.
Desbordado por un turismo que avanza mucho más rápido que las acciones del gobierno municipal en la materia, el funcionario no logró evitar que el reclamo de los agentes que atienden las casillas de turismo tuviera un impasse, al menos, durante el fin de Semana Santa. Tampoco ha podido articular mecanismos de planificación para la inversión privada y mucho menos controlar los desbordes de los precios.
En el ámbito cercano a sus más estrechos colaboradores, reina el desconcierto y el presupuesto del área ya provoca dolores de cabeza.
A todo ello se suma su intensa dedicación a la campaña política. Atrip, intenta encuadrar al municipio de San Pedro y por ende, al Intendente Barbieri, en un frente kirchnerista de la Segunda Sección Electoral, algo que por el momento, parece estar lejos de la voluntad de varios integrantes del Gabinete de Barbieri.
El costado más conflictivo está dado por la ausencia de políticas tendientes a regular la actividad turística y el mejoramiento de los servicios que se prestan, incluída la falta de capacitación para quines necesariamente pueden obtener un puesto de trabajo en el sector.
En otras ciudades turísticas los prestadores están agrupados en cámaras que habilitan y sancionan a quienes no respetan al turista como principal generador de ingresos.
Es más, han creado tasas específicas o cuotas societarias para sostener el buen nivel en lo que ofrecen a los visitantes.
Para muestra, basta un botón
El señor Jorge Lanzillotti es un turista que el fin de semana estuvo en San Pedro y dejó asentada con sus datos una queja en el libro de actas de la Dirección de Turismo.
Lanzillotti, inicia su reclamo comentando que “Arribé a San Pedro desde zona norte de Capital Federal, el jueves 5 de Abril de 2007 a las 12 hs., indico la hora pues es importante. Sabrán que la zona estaba completamente inundada y de los 5 ó 6 campings, solo trabajaban el Tiro Federal por estar en un nivel de terreno muy alto y el ACTUR en un 20%. El Tiro Federal estaba más que colmado, y las carpas estaban una al lado de la otra y sin posibilidad de estacionar el coche, siendo sus precios de $4 por persona, $10 la carpa y $10 el coche. Luego de hacer una espera de 25 minutos escuchando quejas sin saber el contenido, me atiende un individuo morocho, de unos 25 años, de 1,80 mt. de altura y unos 90 kg. de peso. En ese momento se desarrolla una discusión entre este individuo y unas chicas de unos 23 años. Las chicas dejaban el camping el día sábado pero el empleado les quería cobrar hasta el domingo inclusive, ellas le dijeron que era abusivo y que habían ido con el dinero justo, pero el empleado les decía que “era así”. Incluso les cobraba desde el día anterior, es decir desde el miércoles a las 10 hs. hasta ese mismo jueves a las 10 hs., le recuerdo que ya eran las 12,30 hs. y no tenía derecho a cobrar un día más.
No conforme con ello, me enteré que cobraba solamente la carpa a $ 30 contra los $ 10 que ofrecía en www.ruta0.com.ar y como constancia tengo el mail que ellos me enviaran y que luego desconocieran. Incluso desconocían la promoción del 10% de descuento que otorgaban a la gente que fuera por www.ruta0.com.ar y hospedarse 3 o más días como fue mi caso”.
El turista cuenta que “le dije que él estaba obligado a cumplir con las normas vigentes y que lo iba a denunciar, como así hice aunque solamente en la oficina de Turismo que estaba a unos 100 Mts. de ese miserable camping. Incluso eran tantas las denuncias que se hicieron en Turismo, que tuvieron que llamar al delegado o jefe de esa oficina, un tal “Cachi Atrip”, para que haga algo al respecto”.
“Fui a visitar el camping ACTUR a unos 300 mts., donde me alojaron cobrándome $4 por persona y $ 10 por carpa y el coche sin cargo”. “Le dije a www.ruta0.com.ar que si bien cobran un dinero por publicitar al camping Tiro Federal, creía que era conveniente que lo retiren ya que su página se convierte en no confiable como guía y en adelante no consultaré”. “Le comento que he recorrido casi toda la república parando en campings, tanto en carpa como en casa rodante y nunca he tenido un solo problema. Todo esto lo volcaré en mi blog de Internet donde mencionaré todo lo que relato sobre Tiro Federal y su sitio”, señala Jorge Lanzillotti visiblemente molesto.