Cómo abrirán los restaurantes y los bares desde el martes cumpliendo el protocolo
Qué significa para los gastronómicos "volver a abrir las puertas" después de cuatro meses. Inversiones, deudas, trabajo al cincuenta por ciento, la posibilidad de que disminuya el delivery y por otro lado la alegría de poder volver a recibir a sus clientes, contratar empleados y la esperanza de que todo funcione y no se retroceda. Hablamos con los dueños de Antón, Zeus y El Bodegón para saber qué decisión tomaron. Las dudas y la experiencia durante la pandemia.
Este sábado por la mañana La Opinión y Sin Galera lograron hablar con algunos gastronómicos, dueños de locales ubicados en la zona céntrica y alredededores, para saber cómo habían tomado la noticia de la reapertura.
En principio hablamos con Julia Molares, de Antón, un bar que lleva abrió sus puertas hace cuatro años en San Pedro y que se vio obligado, como todos los demás, a cerrar y trabajar con delivery. "Está bueno que nuestros clientes nos siguieron apoyando y más ahora que podemos volver a abrir" expresó.
Añadió que en caso de que finalmente abran el día martes, cumplirán con todas las medidas que dispongan desde el municipio y que gracias a eso podrá retomar movimiento el espacio. Si bien no pudo continuar trabajando con la totalidad del personal, estará acompañada de otras tres personas que la ayudan en estos meses de pandemia.
En cuanto a la situación un reconocido restaurante de calle Mitre, del cual Bernardo Arnaldi, su dueño, abre las puertas todos los días para la venta de pastas frescas y especialidades por delivery y trabaja junto a otras dos personas que ya eran empleados del local. "No los tengo a todos trabajando pero todos siguieron cobrando su sueldo porque es gente que trabaja desde hace muchísimos años aca y es lo que corresponde" expresaba al aire en Sin Galera.
"Entiendo que las medidas que tendremos que tomar son muchas, yo tendré al rededor de 50 personas nomas adentro del local porque la capacidad es 120. Tengo que ver cómo ubico las mesas, colocar alcohol en gel y todo lo que ya sabemos, igual el protocolo oficial todavía no está, pero nos fuimos basando en el de Rosario que hace mucho que tiene abierto"
Además aseguró que también será importante para ellos si esto genera un ingreso más ya que los impuestos debieron seguir siendo abonados durante estos meses y por ejemplo, la luz y el gas, los primeros dos meses de cuarentena, vinieron con los mismos montos que cuando se trabaja con total normalidad. "No es correcto, no pedimos que nos regalen, pero sí que nos ayuden, que nos bajen de categoría y que estos meses que tuvimos cerrado, nos cobren lo que corresponde. Nos tenemos que ayudar entre todos para salir", relataba.
Los gastronómicos tienen un grupo de whatsapp en el cual comparten toda la información respecto a la apertura de la próxima semana. Allí enviaron el "posible" protocolo a seguir y de este grupo también forma parte uno de los tres socios de un reciente pero exitoso bar en San Pedro, "El Bodegón".
En diálogo con Gustavo Birador supimos que durante estos meses él y sus dos amigos hicieron todo el trabajo que respecta al delivery junto a un solo empleado que es el cocinero. Invirtieron en botellones de recarga de bebidas, tapas, tapadores y todo tipo de artículos que resultaban indispensables para la venta de bebida y comida a domicilio.
"Sí, esto nos pone contentos pero hay que analizar los pro y los contras, es bueno que podamos abrir, pero es una inversión muy grande la que hay que hacer, y son gastos que no teníamos pensado hacer, por otro lado imagínate que se infecte alguien acá, tenemos que cerrar todo, y de algo podemos llegar a pasar a nada" explicaba y analizaba.
Bar El Bodegón – Foto La Opinión.
"No tengo nada que reclamarle a nadie, sinceramente, porque todos estamos haciendo un esfuerzo muy grande, pero bueno esto se tiene que analizar y cada uno verá si le conviene o no abrir, nosotros la verdad que con la venta de delivery hemos trabajado muy bien y estamos agradecidos" añadía y observaba que sería importante que en caso de poder abrir estos espacios, el municipio se encargue de controlar que todos los elementos estén en regla para resguardar la salud de los ciudadanos.
Un dato no menor es que la gente deberá decidir si quiere realmente salir de sus casas y recorrer estos locales gastronómicos, o finalmente por temor, cuidado, o algún motivo, deciden quedarse con la modalidad delivery y no recurrir a un espacio así.