¡Que indignación!
Señora Lili: Soy una simple empleada, que salgo de mi casa a las 8 de la mañana para trabajar y vuelvo a las tres de la tarde. Tengo tres trabajos, una hermosa familia, con hijos adolescentes que han estudiado y hoy cada uno tiene sus respectivos trabajos. Hoy cuando volví de unos de mis trabajos a las tres de la tarde, fui asaltada por dos criaturas que no pasaban los 13 años en bicicleta. Me arrebataron la cartera, donde tenía mi billetera con mis documentos, tarjetas de la mutual y mi dinero de haber trabajado todo el día. Tenía dos juegos de llaves y otras pavadas que siempre hay en las carteras de las mujeres. A unos de estos nenes le quité la bicicletas en el forcejeo y también perdió la zapatilla se fue corriendo con el otro que era más chiquito. Me golpeé fuerte al caerme pero eso no importa. Mi indignación más grande es ¿dónde están los papás de esos nenes? ¿Saben que andan haciendo a esa hora en la calle? Cuando llegan a sus casas ¿le preguntan de dónde vienen? Al menos eso hacía yo cuando mis hijos eran más o menos de esa edad. Actualmente hoy el mayor con 23 años me dice a donde va o de donde viene. Pero ¿Qué es lo que estamos educando, asaltantes en potencia?. Señora me duele, pero no los golpes, sino pensar que futuro le espera a mis nietos. Este no es el San Pedro que yo soñaba cuando era chica para mis hijos. Y a mi que no me digan que no hay trabajo, mi esposo estuvo sin trabajo y mis hijos no salieron a robar, todo eso lo hace la casa, la educación. Le agradezco muchísimo su atención un saludo muy grande. Liliana, D.N.I: 16.416.305 (extraviado)