Las personas sufrimos porque nos apartamos del gran Espíritu que es la vida. Estamos enfermos porque nuestros pensamientos nos han hecho enfermar. Estamos marcados por nuestro egocentrismo: “todo para mí”. Estamos marcados por nuestro afán de ser y poseer, ¿pero al fin y al cabo podremos llevarnos todo eso a la eternidad? ¡Oh no! Nada.
Es hora de reconocer que la sola fe no nos hace pacíficos ni buenos. Jesús dijo: “Quien escucha Mis palabras y las pone por obra, es un hombre sabio”, con eso se estaba refiriendo a la fe de los hechos, la fe de la acción, que dice así: reconozco mi comportamiento egoísta, aquello a lo que me he atado, las cadenas del No querer dejar algo; y luego cambiaré este comportamiento. Y quien lo cambia y cumple paso a paso las enseñanzas del Sermón de la Montaña camina hacia adentro y se va transformando en un hombre nuevo, que es bueno. ¡Y esto sí nos lo podremos llevar a la eternidad!
Vida Universal,
Maximiliano Corradi
Ads