Puesto fijo para los controles
Las Direcciones de Inspección General y Bromatología preparan la instalación de una oficina especialmente diseñada para los controles de vehículos con carga, ya sea areneros como transportistas de comestibles. El lugar elegido es el Bajo de Murano, sobre la Ruta 1001, donde se ha construido una rampa especial para el ascenso de los camiones y donde se emplazó este martes la balanza especial, que fue recientemente reparada, tras un inconveniente en el conector del monitor de pesaje, que la mantuvo fuera de servicio a fines de la semana pasada. Las constantes quejas de los vecinos ubicados sobre el Camino Crucero General Belgrano, pusieron su cuota de tensión sobre la responsabilidad de la empresas areneras que limpiaron a medias las banquinas, cuestión por la cual el Inspector General fue muy crítico y manifestó que “Es una barbaridad el abuso, porque sabían que no estábamos con la balanza y aprovecharon a salir todos juntos, derramando arena y agua”.
“Por directivas del señor Intendente estamos dispuestos a tomar las medidas que correspondan. Acá hay que ver la parte letrada, con el Juez, porque esto así no puede seguir, hay que ver las medidas que se pueden tomar, rever las multas, si pueden ser reincidentes o clausurarlos directamente, porque parece que la parte económica no les duele, pagan la multa y listo”, dijo Bronce y agregó: “Estamos acumulando antecedentes. Es una empresa, sobre las otras, esta empresa vende la arena sin remitos, tenemos fotocopias, viola todas las disposiciones desde todo punto de vista. Con esto hay que terminar de una buena vez, no podemos dejar que nos manejen como ciertos empresarios quieren manejarnos”. El titular del área de Inspección, siempre muy polémico en sus conceptos, resumió la actividad realizada durante el fin de semana, con controles de alcoholemia y hasta una situación muy particular, cuando llamó la atención a un grupo de jóvenes que desde un balcón, alcohol mediante, gritaba y cantaba a viva voz en un horario inadecuado. Tras el relato recibió las quejas en el aire de La Radio y contestó: “Debe ser un solterón o una vieja solterona”. Lo que obvio decir es que la canción que entonaba el coro era nada más y nada menos que la cumbia que una banda local le dedicó y que parece que no le gusta tanto como manifiesta.