Provincia con mano dura clausuró seis boliches
El fin de semana hubo operativos de Nocturnidad que derivaron en la clausura de boliches en San Pedro y Baradero. Los procedimientos estuvieron a cargo de inspectores del Registro provincial de venta de bebidas alcohólicas (Reba), uno de los organismos provinciales que tiene a su cargo el control del cumplimiento de la ley que rige la actividad de los locales de diversión nocturna en el territorio bonaerense.
El raid comenzó temprano y recorrió casi todos los bares y confiterías que estaban abiertos en la ciudad. El procedimiento que encabezaron los inspectores provinciales no se llevaba adelante en el distrito hacía tiempo.
En total fueron seis los locales cerrados durante la madrugada del lunes en la ciudad. En la vecina localidad, en tanto, hubo cuatro clausuras. En los casos sampedrinos, la mayoría fue por la presencia de menores de edad en sus instalaciones.
Del detalle de las 10 clausuras surge que en ambas ciudades los controles no son tan estrictos cuando es el personal de cada jurisdicción el que desarrolla los operativos.
El personal de Reba se manejó solo y recién solicitó asistencia policial local al final del recorrido. De hecho, el Director de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad Eduardo Roleri llegó cuando supo que los inspectores provinciales estaban en la ciudad.
Se fijaron hasta en el vas
El procedimiento comenzó temprano. De las actas, a las que tuvo acceso La Opinión, surge que esta vez fueron estrictos y observaron todas y cada una de las cosas que prescribe la ley 14050, de Nocturnidad, que son muchas.
En Mitre 1079 procedieron a la clausura del local Alternativo, de Lucas Salomón. No es la primera vez que este “resto bar” -así está habilitado- es materia de polémica, ya sea por la presencia de menores, la falta de habilitación o por los disturbios que suelen suscitarse tanto dentro como fuera del recinto.
En esta oportunidad, la clausura fue por violar el artículo 5 de la ley, en el apartado que establece que “no podrán vender, expender, o suministrar a cualquier título bebidas alcohólicas en vasos, copas o similar, que superen los trescientos cincuenta (350) mililitros de capacidad”.
Rigurosos al fin, en HH Club, ahora ubicado en Pellegrini 467, a nombre de Simón Chediak, la clausura tuvo que ver con la venta de entradas pasadas las 2.00 de la mañana, ya que la ley indica que sólo se permite la admisión de personas hasta esa hora.
En efecto, constataron que un joven compró su ticket e ingresó al boliche a las 2.40 de la madrugada. Los dueños del boliche, que había sido clausurado hace un mes en su sede de 25 de Mayo por exceder su capacidad y el encuadre como bar, señalaron en las redes sociales que esta vez cumplían con todo y que fue la presencia de personas que ingresaban pasado el horario permitido lo que suscitó la sanción.
La medida tomada contra Alternativo y HH Club fue de 48 horas y de manera preventiva, para que el Juzgado de Paz Letrado recibiera las actas contravencionales y actuara en consecuencia.
Los propios dueños anunciaron que el sábado próximo reabrirían sus puertas, ya que entienden que la infracción detectada es “menor” ante otras posibles que prescribe la ley de Nocturnidad.
El piberío, presente en todos lados
Los otros cuatro boliches clausurados correrían otra suerte, ya que la situación con la que se encontraron los inspectores de Reba es una de las que más preocupan a las autoridades: la presencia de menores de edad.
Así, los locales Puerto Pirata, ubicado en Mitre 1190 y cuyo titular es Alejandro Picornell; Krapson, de Pellegrini 840, a cargo de Matías Flores; Dale Ramona, ubicado en 25 de Mayo y de Diego Martínez; y Valkiria, de Balcarce 259 y a nombre de Mauricio Porta, fueron todos clausurados porque había en su interior personas que no alcanzaban los 18 años de edad.
Algunos de estos locales son reincidentes y hasta llegaron a plantear en reuniones con funcionarios gubernamentales que, si no fuera por ellos, la presencia de menores en la calle generaría un caos.
Nunca hablaron de las ganancias que significa para ellos el consumo indiscriminado de alcohol por parte de adolescentes a quienes la ley prohíbe la venta de esa sustancia en cualquier comercio.
En Baradero también clausuraron
El personal de Reba se hizo presente en la vecina ciudad por solicitud de la Policía Comunal. Ya que estaban por la zona, los requirieron para llevar adelante inspecciones en los locales bailables del distrito que gobierna Fernanda Antonijevic.
En un local denominado Malibú, ubicado en Sáenz 1105, de Hernán Ibáñez, y en Maika, sito en San Martín 888, a cargo de Agustín Firpo, hallaron presencia de menores de edad.
En Wuilaia Irish bar, ubicado en Sáenz 149, cuyo titular es Oscar Borifovich, y en el Social Club, de Rodríguez 568, propiedad de Agustín Giacometti, constataron la admisión de personas fuera del horario permitido y la presencia de gente en la vereda consumiendo bebidas alcohólicas.
Prometieron volver y con mano dura
“La Dirección Provincial de Registro de Control y Fiscalización de Bebidas Alcohólicas continúa realizando los operativos de control e inspección en toda la provincia de Buenos Aires, a fin de garantizar el desarrollo de cada comercio en el marco de la Ley 14.050 de expendio de bebidas alcohólicas y nocturnidad”, informaron desde el Gobierno de María Eugenia Vidal.
El plan de la administración provincial es “garantizar el desarrollo de cada comercio” pero con arreglo a “la regulación en las habilitaciones y licencias correspondientes”.
En el ambiente de la noche hablan de “mano dura” y señalan que se esperan más operativos en el interior, además de los habituales en el conurbano, como los que el fin de semana anterior a la recorrida por San Pedro y Baradero desarrollaron en Garín, Lomas de Zamora, Lanús, Temperley, Escobar y Florencio Varela.
Como se dijo, en San Pedro la preocupación mayor está en aquellos que tienen a los adolescentes entre su clientela preferencial.
La ley es estricta y, si las autoridades están dispuestas a hacerla cumplir, puede traer consecuencias importantes para los dueños de esos comercios.
Según lo indica la ley 14050, aquellos que incumplan el apartado relacionado con la presencia de menores de edad serán sancionados con multas que van de los 5 mil a los 30 mil pesos y con clausura de hasta 60 días.
“Si la violación resultare reiterada, se duplicarán los montos de las multas, y se dispondrá la clausura definitiva de la instalación comercial”, advierte la norma.