Protesta contra la inseguridad en Santa Lucía
La ola de robos y asaltos que envuelve a Santa Lucía y Pueblo Doyle provocó la queja y reclamo de los vecinos.
El brutal asalto a una vecina el fin de semana pasado, el robo a otra mujer hace pocos días atrás, los constantes saqueos, robos de motos y bicicletas, y la llegada de familias conflictivas tanto en Santa Lucía como en Doyle, han puesto de pie a toda la comunidad.
El excesivo consumo de drogas y alcohol, la falta de controles de tránsito e inspección a bares y boliches se han transformado en una verdadera pesadilla para toda la comunidad.
Con todas estas justificaciones, una gran cantidad vecinos comenzaron a convocarse y proponer distintas alternativas para hacerle frente a una problemática que crece a pasos agigantados y sin medidas evidentes que la prevengan.
Durante dos jornadas, ayer y el lunes, los vecinos se reunieron en gran número en la sede del Club Central Córdoba para aunar criterios y buscarle una salida a esta situación. Participaron los concejales Pando, Bordoy y Suárez, escuchando e intercambiando opiniones sobre los pasos a seguir.
La convocatoria fue exitosa ya que aseguran que todas las personas presentes eran damnificadas de algún ilícito y matemáticamente se estableció que la situación es mucho más grave si se la multiplica por la cantidad de habitantes que tiene tanto Santa Lucía como Pueblo Doyle.
La presencia de personas con antecedentes que curiosamente se han ido a vivir a la localidad es una de las causantes de semejante ola de inseguridad. El robo a una vecina conocida como “Chiquita” Sánchez, a quien le ingresaron por el patio y le exigieron una cifra de dinero que ella jamás tuvo levantó a la comunidad. Aparentemente, los delincuentes contaban con datos equivocados.
No sería casualidad, teniendo en cuenta que muchos robos que tuvieron lugar en Santa Lucía y la zona se sucedieron después que los damnificados hicieran movimientos bancarios.
También preocupa la llegada de una familia con antecedentes en Pueblo Doyle, cuyo progenitor está cumpliendo arresto domiciliario tras asesinar a un joven en nuestra ciudad, en uno de los casos más resonantes del año pasado.
Las autoridades mostraron compromiso, pero resta que ahora se empiece a trabajar para disminuir el delito y llevarle paz a toda la comunidad que hasta no hace mucho respiraba la tradicional tranquilidad pueblerina.