PROTAGONISTA ES EL PUEBLO
La semana pasada hablábamos del concepto INCLUIR/EXCLUIR y terminábamos con la idea de RESPETAR al otro que es no desmerecerlo en su condición de tal. Por ejemplo a los discapacitados, los pobres, los indigentes ( que ocupan un escalón inferior aún!), los enfermos, los jubilados, etc. están pendientes que un funcionario – u otro- se ocupen de su problema y que reparen el Malestar Social con un Estado presente, activo, protagónico y que sea esencialmente promotor de un cambio por el que se pueda vislumbrar un futuro. Siempre tengo presente un pensamiento de TEILHARD DE CHARDIN extraído de su obra “El amor y la felicidad”: “Lo que paraliza en la vida es el no creer y el no atreverse. Todo lo que es verdad se encuentra y todo lo que es mejor termina por llegar” y lo decía refiriéndose al tejido social, no a las relaciones individuales. Este estado de incertidumbre en el que caemos los argentinos cada dos años, en ocasión de las elecciones legislativas ó ejecutivas, hace paralizar al Estado ó al contrario, activarlo conforme lo dice el “imaginario social”. Recuerdo que siendo niño los mayores decían: “están uniendo las juntas del pavimento con brea, están pintando los cordones y los troncos de los árboles con cal, es por las elecciones…” Años después vivimos la etapa de la entrega de alimentos, colchones, vestimentas, zapatillas, medicamentos, etc. para compensar el desequilibrio de la pobreza que lesiona el tejido social. Eso fue asistencialismo con sentido clientelista fomentada en plena época de las privatizaciones que eran las políticas públicas. Fue cuando el SAQUEO de los bienes del Estado estuvieron a la orden del día y la deuda externa con el FONDO MONETARIO INTERNACIONAL era un signo trágico de nuestra historia desde 1824 como lo fue aquel empréstito de la casa BARING BROTHERS a la entonces Provincia de Buenos Aires. Sabemos que esta es una región muy inequitativa la mayor del mundo porque en un territorio tan rico no puede haber gente que padezca hambre y sufrimientos de otros tipos!!! A partir del año 1995 esta situación fue en franca peoría hasta desembocar en la dramática crisis del 2001-2002 que nos llevó hasta el infierno. Digo que el protagonismo a favor de los derechos humanos esenciales no los marca un funcionario ó un político, es una práctica que debe forjarse y consolidarse todos los días, en el que la MEMORIA y la JUSTICIA vayan haciéndose accesibles a la conciencia de un pueblo que debe recuperar el camino perdido, como lo dice la Lic. María Cecilia VELAZQUEZ cuando se ocupa de este tema tan delicado. No lo da un funcionario ni algunas zapatillas legítimas por más que el “amarillismo” nos ataque con mezquindad.- Por el Dr. Elvio Macchia