Proponen una cancha de fútbol en los terrenos desalojados de Colón al 2500
La Justicia ordenó el desalojo del predio de la familia Luzzi en el barrio Villa Lolita, tomado en febrero pasado. Los ocupantes se llevaron las cosas que habían instalado y los propietarios contrataron a una empresa para limpiar el terreno. Les propusieron a los representantes de la Iglesia, a quienes cedieron una parte de esas manzanas hace 13 años, que dispongan una cancha de fútbol hasta que puedan construir la proyectada capilla de San Benito.
El jueves pasado, alrededor de las 7.30 de la mañana, personal de la Policía local con apoyo del GAD e Infantería se presentó en el predio de Colón al 2500 propiedad de la familia Luzzi y usurpado en febrero para llevar adelante la orden de desalojo dictada por la Justicia.
En los terrenos, donde unas diez familias jóvenes plantaron precarios ranchitos un martes por la noche y completaron un miércoles de febrero bajo una intensa lluvia, quedaban en pie varias de las estructuras montadas pero apenas cuatro familias constituidas y un joven soltero las habitaban.
Eso se desprendió de un relevamiento que la Secretaría de Desarrollo Social hizo en la zona en el marco de la aplicación del calendario de vacunas cuyo cumplimiento fueron a controlar.
El desalojo llegó por otra vía y surgió luego de un no tan habitual trámite veloz en la Justicia. La orden era no hacer un alzamiento conflictivo, por lo que la Policía solicitó asistencia a la Municipalidad.
Muy temprano, la charla con los jóvenes en situación de toma fue clara: había que desarmar todo e irse. Desarrollo Social se ocupó de establecer dónde iban a parar los niños presentes: la mayoría, como describió este semanario en la crónica inicial de esta usurpación, tenía a sus familiares en inmediaciones del propio predio, en cuyas viviendas habitaban hasta antes de entrar.
Si bien los desalojados no opusieron resistencia, tampoco colaboraron mucho para desarmar las precarias estructuras montadas. La policía desmanteló lo que pudo y se retiró.
Los propietarios prefirieron no ir con una máquina ese día para evitar situaciones tensas como las que se vivieron en ciertos momentos de la mañana, algunas de ellas con corridas y agresiones como las que recibió el camarógrafo del noticiero de la televisión local.
La instructora judicial que vino de San Nicolás dejó asentado en un acta la restitución del terreno a sus dueños sin ocupantes, lo que puso en compromiso a la familia Luzzi para evitar una nueva toma.
El fin de semana hubo versiones que surgieron desde las inmediaciones de esas manzanas que indicaban que había intenciones de volver a usurparlo. Sin embargo, Javier Luzzi, uno de los propietarios, le dijo a La Opinión que se trataba de los propios desalojados, quienes fueron sábado y domingo a buscar algunos de los elementos que habían dejado en pie.
“Estuvimos allá limpiando con la máquina”, dijo Luzzi y detalló: “Fuimos a levantar lo que había, lo que abandonaron en pleno desalojo del jueves, porque hubo una situación tensa cuando llegó la máquina, entonces los dejamos que se llevaran todo lo que pudieran”.
El representante de la familia informó que no alambrarán el terreno porque “si se quieren meter, lo hacen igual”, pero aseguró que habrá protección para evitar nuevas usurpaciones.
De la misma manera, dijo que van a “tratar de terminar las gestiones iniciadas hace 13 años con la Iglesia, si la Municipalidad colabora, para hacer una cancha de fútbol para los chicos del barrio”.
Una parte de los terrenos tomados fue donada en 2002 al Obispado para la construcción de una capilla que llevará el nombre de San Benito. La única condición era que la institución se ocupara de los trámites de subdivisión, pero nada sucedió hasta el momento.
Ahora, luego de la toma y la rápida respuesta de la Justicia para el desalojo, los Luzzi dialogaron con el padre Gustavo, párroco de la comunidad religiosa de la parroquia San Pablo, para que avance en la posibilidad de articular con el Estado local para la disposición de arcos de fútbol que permitan el uso y mantenimiento del terreno, hasta tanto comiencen con la construcción de la capilla.