Profundizan la investigación sobre el policía Lineros
El Fiscal General Héctor Tanús resolvió apuntalar el caso e investigar uno por uno los hechos acontecidos en la zona rural en donde podría estar involucrado el efectivo de la Comisaría San Pedro, quien ya fue separado de la fuerza. Hoy declara ante el Fiscal Tempo. La situación de varios agentes involucrados en la comisión de delitos es preocupante.
Desde la Fiscalía Nº 4 se investiga la presunta participación de al menos un policía en una banda que delinquía en la región. La misma podría arrojar resultados sorprendentes ya que se han impartido directivas puntuales para evaluar si se extiende a otros casos.
El sargento Daniel Lineros de 32 años está acusado de integrar una banda que el 29 de mayo de este año asaltó un puesto de venta artesanal en el parador Las Bahamas, sobre el kilómetro 191 de la Ruta 9, en jurisdicción de Ramallo.
Mientras el policía permanece alojado en una dependencia de la localidad de Tigre y ya separado de la fuerza por el Ministerio de Seguridad, solicitó poder declarar y hoy comparecerá por primera vez ante un representante de la Unidad Fiscal interviniente.
Mientras tanto, el dato más relevante que se suma a la causa es que, por orden del Fiscal General, el Dr. Ariel Tempo investigará una por una las causas en las que se sospecha podría estar implicado el agente señalado.
Hay serias sospechas que inducen a pensar que el accionar de esta banda no sería ajena a muchos de los robos acontecidos en la zona rural de San Pedro y Ramallo, ya que la modalidad utilizada y algunas coincidencias en cuanto a las características denunciadas por las víctimas proporcionan similitudes en los hechos. Por ejemplo: La información con que contaban, la forma de actuar contra sus víctimas y los caminos utilizados para escapar, serían algunas de las pistas; aunque las coincidencias más inquietantes son la presencia de una camioneta Ford Eco Sport de color negro que habría sido vista en varias oportunidades y que a su vez fue la utilizada para arribar hasta Las Bahamas. También la modalidad de maniatar a las víctimas, ya que en la mayoría de los casos habrían utilizado precintos colocados como habitualmente lo hace la policía, es decir sobre el dedo pulgar de cada mano.
Preso y comprometido
El policía Lineros formaba parte del Gabinete Criminológico de la Comisaría San Pedro, componía el equipo de calle que recorría de civil la ciudad además de contar con la confianza de las autoridades de turno. El agente fue detenido sobre el cierre de la semana anterior por una comisión judicial y policial que se presentó en la Comisaría y solicitó su presencia.
El agravante para con el imputado es que los investigadores sospechan que el policía aprovechaba la función que cumplía en la Comisaría para saber cómo moverse junto a la banda sin ser descubiertos. Más aun si se tiene en cuenta que toda investigación iniciada en torno a los robos perpetrados en los campos no prosperaban y que todas las personas que en su momento fueron aprehendidas y vinculadas están en libertad.
La propia Fiscal Ramos, en conferencia de prensa por otro caso, ya había advertido ciertas falencias de la policía a la hora de recabar pruebas en los allanamientos efectuados.
Daniel Lineros fue detenido luego de ser identificado a través de las cámaras de seguridad con que contaba un comercio. Trascendió que no solo fue reconocido por las víctimas sino también por algunos de los policías que actualmente se desempeñan en Ramallo pero que conocerían al acusado.
Policías contra las cuerdas
No es Lineros el primer policía en terminar tras las rejas, y seguramente no será el último. Lo cierto es que ya son varios los que corrieron la misma suerte, algunos en casos más resonantes que otros, más los que ni siquiera llegaron a trascender pero que están en manos de la auditoría de Asuntos Internos.
Por sólo citar algunos, uno de los casos más resonantes de los últimos tiempos es el de tres policías vinculados a un robo calificado acontecido en Río Tala donde los efectivos Actis (preso), Valles y Olivera están seriamente comprometidos. O el caso del Marcos Prado, el efectivo que en un procedimiento disparó contra una persona y le provocó una grave herida en el ojo; o la causa contra el mismo agente y su compañero de trabajo Martín Silva, por un caso de violencia de género contra la mujer de Prado también policía.
Otro efectivo que también quedó bajo la mirada de la justicia fue uno de los que intervino en el hecho donde falleció en medio de un tiroteo, Ezequiel Meza. El funcionario policial Eduardo Del Prado quedó imputado por “vejaciones”, sobre quien escapaba junto a Meza y recibió una feroz golpiza.
En una de las causas más resonantes de los últimos meses el policía Carlos Ladowosky quedó imputado en la muerte de Jonathan Bianchi, si bien no está del todo claro qué fue lo que pasó, la fiscal interviniente decidió elevarla a juicio.
Hubo denuncias contra el jefe de calle de la Comisaría local por una golpiza propinada contra un joven en la vía pública; se iniciaron sumarios a más de diez efectivos que participaron de un allanamiento en el paraje La Celina hace pocas semanas; y se sumarió también a otro policía el pasado lunes por un caso de violencia familiar acontecido el fin de semana y denunciado por su ex pareja.
Existe un listado interminable de casos que no tomaron estado público. Hay varios sumarios en trámite y un sinfín de medidas ya tomadas que han obligado a dispersar a los “castigados” por las comisarias de la región.