Primeras objeciones al proyecto de Higgins
Se trata de un grupo participativo ambientalista que se reunió con el Intendente y los medios. Esta conformado por reconocidos vecinos de la ciudad.
Las intenciones del empresario Max Higgins, de instalar sobre los campos adquiridos en Lucio Mansilla al 8.500, un parque temático, parecen seguir firmes, pese a que no cumplió con su promesa de presentar oficialmente su proyecto el pasado viernes en el Municipio.
Desde hace unas semanas comenzaron a escucharse opiniones encontradas y en el transcurso de la semana anterior se oficializó.
“No estamos en contra del proyecto, el progreso se puede entender de distintas maneras, no necesariamente tiene que traer contaminación ambiental, auditiva, visual y caos”, dijo el ex presidente del Centro de Comercio, Dr. Fernando De Giovanni.
Un grupo de reconocidos vecinos vinculados a diferentes rubros, se han reunido bajo el nombre “Ente Participativo Ambientalista”, entre los que se destaca la participación de Ricardo Montalvo, Salomón Leder Kremer, Carlos Blanco, Santiago Barceló, Mario Laxalt, Juan D’ Estéfano y el propio De Giovanni, entre otros.
La reunión fue en el Centro de Comercio, luego de una entrevista que tuvieron con el Intendente Barbieri, donde se presentaron formalmente y expresaron sus objetivos, puntualmente, vinculados al parque temático y la política ambiental que está llevando a cabo nuestra ciudad. “El Intendente manifestó no saber absolutamente nada”, aseguró uno de los ambientalistas.
Ante el jefe comunal, este grupo, se mostró interesado en conocer mayores detalles oficiales, pues sólo saben lo que han publicado los medios, especialmente La Opinión Semanario, dijo Montalvo.
“Vamos a oponernos a cualquier establecimiento de esa naturaleza, o cualquier tipo de establecimiento similar”, expresó Salomón Leder Kremer en la conferencia que brindaron. “La cuestión de transculturación no está fuera del tema, pues de concretarse el proyecto San Pedro sufrirá un serio cambio cultural”. Las personas recibieron con sorpresa las palabras del Intendente, pues les aseguró que todavía no había recibido ningún proyecto, solo la intención, por parte de Max Higgins. También les preocupa la radicación de otros emprendimientos que nada tienen que ver con la de este empresario, hay otros proyectos que se presentaron o se van a presentar en la ciudad. “Queremos ser mucho mas abarcativos y plantear un interrogante ¿Qué San Pedro queremos?”, aseguró Montalvo.
Por su puesto que la aparición en público de este grupo despertó opiniones a favor y en contra. Principalmente cuando se tocó el tema de la “famosa” ordenanza San Pedro 2000. La misma que ha sufrido varias excepciones, siendo el propio Concejo Deliberante quien lo permitió para el desarrollo desmedido de proyectos, “sea donde sea”.
Es por eso que para muchos, la reacción de este grupo “llegó tarde”, pues podrían haberse preocupado mucho antes, por el escaso respeto que tiene el patrimonio urbano y cultural de la ciudad.
Otros señalan que, de no prosperar el “proyecto Max”, dentro de 15 años se lo recordará como los que en algún impidieron la radicación de Quilmes, Chevrolet, Arcor Galletitas y Puerto Arcor – Los Grobo o los astilleros SPI.
No tan juego de niños
En la edición 818 de este medio, en la sección Comunicándonos, el Centro Cultural Aníbal de Antón, rompió el silencio con un comunicado del que se destacan estas líneas: “La naturaleza es sabia y de vez en cuando viene a darnos un cachetazo para despertarnos de una interminable siesta. Aquí nomás en Gualeguaychú, por culpa de la pastera finlandesa Botnia, habrá que avisarle a cada bebé recién nacido que tiene el doble de posibilidades de contraer cáncer que sus propios padres, a raíz del aire irrespirable y del vertedero de desechos tóxicos expulsados al río Uruguay. En cuanto al proyecto Disney World ¿Dónde irán a parar los desechos tóxicos generados por la construcción y funcionamiento de la empresa? ¿Será el río Paraná y al riacho de San Pedro el destino de la basura producida por un sinfín de turistas más preocupados por donde caerá la bola de la ruleta que por el hábitat de los peces? Cada uno de los lectores de esta nota creció bañándose a orillas de un gigantesco río, vivo y limpio. Cercado por verdes árboles llenos de pájaros típicos.
¿Qué derecho tenemos nosotros de quitarles la posibilidad a nuestros hijos? Una forma de vida y parte de la cultura puesta en peligro. Piense cualquiera si poesías como “canto al Paraná” del poeta local Aníbal de Antón y sus versos “Paraná, lengua de luz, voz musical de la tierra; no se si cantas por irte o cantas por que te quedas” serán posibles con el parque instalado aquí. La Poesía va a dejar de actualizarse diariamente y quedará reducida a una expresión melancólica de un pueblo difuso que se ha quedado sin patria”. Fue la segunda expresión pública, antes Ricardo Montalvo, a título personal ya había manifestado su rechazo
Los números del comandante
La trascendencia pública de la reunión de los ambientalistas, trajo rápidas cuentas y respuestas. Tal vez, la que más impresione sea la del calificado oyente de La Radio, “El Comandante José” quien el pasado lunes hizo estas cuentas: “Nosotros pedimos a la Universidad de la Calle que nos haga una evaluación de los 50.000 turistas que van a venir por día a la ciudad. Se van a consumir 12.500 ensaimadas. A tres duraznos por personas, se van a comer 54.750.000 al año. Cada ciruela que se van a comer, más las que se van a llevar, serán 54.750.000 al año. Se van a llevar una plantita cada uno, es decir 18.250.000 plantitas por año. 250 gramos de pan cada uno, van a ser 12.500.000 por año. 250 gramos de carne que van a comer, serán 13.687.500 kilos de carne al año. 250 gramos de batatas cada uno, van a ser 13.687.500 kilos. Un recuerdito se va a llevar, es decir 18.250.000 al año. Un metro de papel higiénico van a usar, que son 675 rollos por días y 250.000 rollos al año”.