Primera semana, entre la rosca y la gestión
En los diez días al frente de la Municipalidad de Fabio Giovanettoni, las cuevas políticas, los pasillos municipales y los conciliábulos más rosqueros cobraron protagonismo, mientras el reemplazante de Guacone mantuvo reuniones, hizo gestiones y plantó bandera.
Fabio Giovanettoni debutó como intendente interino con un viaje de gestión a La Plata, tras el que pudo llegar y anunciar a los trabajadores el pago de salarios, aguinaldos, horas extras y guardias (ver página 2). Hasta le alcanzó para depositar a funcionarios y concejales, porque después de todo, la Navidad la festejan güelfos y gibelinos, a propósito de la Divina Comedia, el Dante y las roscas políticas florentinas que parieron las que se viven en la actualidad. Todo esto para decir que “consiguió dinero contante y sonante”.
En ese marco, todos opinan, muchos quieren una cuota de poder y otros tantos se abren camino a los codazos con presuntas relaciones con hombres y mujeres de los gobiernos nacional y provincial. Promesas, loas, acompañamientos, ofrecimientos de apoyo y agitación de fantasmas están a la orden del día.
Por lo pronto, el Triunvirato de Giovanettoni, Baryabar y Macchia, con Dalmy Butti de ladero incondicional, está férreo en sus posiciones. Sus conversaciones son constantes, a toda hora del día y no conocen fines de semana libres.
Reuniones formales
Atento a los reclamos que sus pares le hacían a Guacone, el interino se reunió primero con el Presidente del Concejo Deliberante Mario Barbieri y luego con todos los presidentes de bloque.
El primero le dijo a La Opinión que la reunión fue positiva y “en términos cordiales”. En ese encuentro, el titular interino del Poder Ejecutivo habló sobre su “metodología de trabajo”, algo de lo que se preocupó en comunicar a todos los sectores desde que asumió.
Luego hizo lo propio con el resto de los ediles. “Estamos hablando con un par nuestro, que hasta ayer estuvo ocupando una banca, entonces es distinto el trato que podemos llegar a tener con él que el que teníamos con Pablo Guacone”, analizó Américo Quintana y agregó: “Esperemos que el camino se allane, por el bien de la comunidad”.
Por su parte, Mario Sánchez Negrete contó que Giovanettoni “se puso a disposición en forma amplia, tanto de él como de los funcionarios” y que el diálogo abordó la problemática del Presupuesto.
El viernes Giovanettoni se presentó en la reunión de comisión junto al equipo de Economía y el lunes pasó por el Concejo para informar que había habilitado el pago a algunos proveedores.
El martes, luego de la conferencia de prensa, el bloque del Frente para la Victoria fue sede de una reunión con Nicolás Macchia y Martín Baraybar, donde analizaron algunas cuestiones relacionadas a la reunión en el Ministerio de Trabajo, cuya propia interna forma parte de la mesa de debate en torno a la situación de los municipales.
Un gobierno en disputa
“Todos los gobiernos son gobiernos en disputa”, sostienen quienes ven en cada oportunidad de tensión la posibilidad de imponer sus propias ideas respecto de lo que significa gobernar.
La licencia de Guacone provocó muchas roscas intra y extramuros del Palacio municipal. Hacia adentro, no precisamente del edificio pero sí del Ejecutivo, hay quienes apuestan a algunas reformulaciones del ejercicio del poder. Son los que todavía no notaron que cuando Giovanettoni habla de estructura piramidal no bromea.
Afuera pero con apoyo de adentro hay quienes buscan un cerco kirchnerista amplio que rodee al interino y que pretende influir en la toma de decisiones. Con vaivenes, confían en unos aunque no tanto en otros. Algo similar sucede en la propia cúpula del Gobierno, donde el Triunvirato tiene entre ceja y ceja a algunos hombres, casi a la espera de que trastabillen para confirmar sus sospechas.
Algunos están en la mira y por otra cosa (ver página 3), pero esas “otras cosas” alimentan ciertas rispideces que nunca se limaron entre unos y otros, aquellos y aquestos.
Guacone no deja de estar atento a todo lo que sucede en materia política en la ciudad. Al punto de que se enojó porque un sampedrino que cumple tareas en el Gobierno nacional le habría dicho por teléfono que le habían boicoteado una reunión con Capitanich prevista para el jueves de la semana pasada.
Dos intendentes, dos saludos
“Esto es como en el Vaticano cuando asumió Bergoglio: con Ratzinger vivo, hay dos Papas”, graficó un contertulio del poder municipal tras la asunción de Giovanettoni por la licencia de Guacone.
Lo que sucede en esta edición previa a la Navidad en La Opinión da cuentas de ello: hay dos intendentes, uno en uso de licencia, otro interino en ejercicio del poder. Por lo tanto, hay dos saludos navideños.
“En estas fiestas tan especiales, deseo que la paz, el amor y la felicidad llegue a las familias de todos los sampedrinos”, dice el de Giovanettoni, que propone que “levantemos la copa con fe y esperanza y brindemos juntos para que unidos salgamos adelante”.
El de Guacone es más extenso e invita a la comunidad toda “a través de sus distintas expresiones religiosas, sociales, sindicales, políticas, de prensa, productivas y demás sectores que conforman este querido pueblo a que juntos forlalezcamos los valores de la virtud de los ciudadanos, la fe, la paz, la tolerancia, la solidaridad y la estabilidad que son pilares fundamentales para la convivencia y el crecimiento integral de la persona y el conjunto colectivo”.
Tras una cita de Albert Einstein sobre que “es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno”, convida a “transitar juntos el camino del diálogo claro, sereno, sincero y fecundo que permita el entendimiento con humildad y solidaridad, para comprender al otro y marchar por el mejoramiento de nuestro pueblo”.
La historia escribirá sobre el mes o los meses de los don intendentes para un pueblo que agoniza con la esperanza de “un milagro”.