Primera audiencia después del paro en Papel Prensa
Mañana a las 11 hs., se reunirán por primera vez desde la conciliación obligatoria, representantes de Papel Prensa y del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Papel. Lo harán ante la delegación local del Ministerio de Trabajo para iniciar una negociación que será monitoreada por el organismo. En la fábrica el ambiente desde que se reiniciaron las actividades es tenso y ha comenzado a circular una encuesta personal y anónima entre los empleados. Además se confirmó el descuento de los días de paro y se anularon varios estímulos. Desde la empresa, no hay señales sobre un ofrecimiento que instale el diálogo para evitar nuevos paros.
Numerosas lecturas quedaron tras 36 horas de paro que sostuvieron los trabajadores jornalizados de Papel Prensa, instalados en diferentes puestos a lo largo del camino de acceso a la fábrica. Por primera vez en su historia la empresa papelera más importante del país detuvo sus máquinas por cuestiones externas y los que lograron esto fueron los trabajadores que embistieron contra numerosos prejuicios y un gran temor que siempre provoca un monstruo como Papel Prensa.
Después de un quite de colaboración que había comenzado el 3 de Junio, el miércoles pasado decidieron profundizar la protesta con un paro de actividades y adhirieron alrededor de 200 empleados. Casi todos los que estaban enmarcados en una lucha por recomposición salarial. La empresa no había dado señales de acercamiento hasta ese momento y tampoco se mostró demasiado dispuesta a negociar con el paro instalado. Fue el Ministerio de Trabajo a través de la delegación local el que después de dos audiencias dispuso la conciliación obligatoria. Fueron horas de mucha tensión con comunicaciones de Ministro a Ministro en la Nación y en la Provincia y con un pedido concreto de las máximas autoridades de la papelera para que se terminara la protesta violenta. Papel Prensa puso como condición que cesara el piquete y que se permitiera ingresar libremente a los trabajadores, algo que según los dirigentes gremiales fue permitido siempre. No obstante y a algunos días del paro queda claro que si bien no se paraban delante de nadie que quisiera entrar, planteaban algunos obstáculos o exigencias (bajarse de los vehículos y entrar caminando), que no fueron aceptadas por todos.
Evaluación
Los papeleros salieron a festejar el final del paro como si hubiesen conseguido el aumento y en realidad no fue así. Salieron a celebrar, tal vez como un hecho poco frecuente en esa empresa, la unión y el acompañamiento de todos los trabajadores. La negociación los encontrará manteniendo la postura y los integrantes de la comisión interna que se sentarán mañana ante el Ministerio de Trabajo sostienen la misma posición.
Algunos leyeron cuestiones internas en el paro y probablemente ésta fue una medida de fuerza en la que muchos sintieron un poder personal para llevar adelante las negociaciones más allá de la Federación de Trabajadores de la Industria del Papel y de su dirigente regional, Alberto Chávez. Hay una compulsa de protagonismo no resuelta que en definitiva poco puede aportarle a la lucha gremial si es que lo que realmente importa es obtener un aumento salarial, más allá de los gestores.
De esto y de cierto temor generado por el interés demostrado por agrupaciones piqueteras, sindicatos poderosos y organizaciones barriales, hablaron en una reunión gremial hace algunas horas. Existe preocupación por la filtración de sectores que sólo buscan el revuelo por naturaleza y que al sumarse, en caso de un nuevo paro, le quitarían legitimidad y prolijidad que tuvo el paro de la semana pasada. Una fuente consultada ayer dentro de Papel Prensa dijo no tener información concreta sobre una oferta para mañana pero sí reconoció que se produjeron algunos viajes de directivos importantes a la central para analizar cómo se sucedieron los acontecimientos.
Puertas adentro hay un malestar importante con el descuento (previsible) de los días de paro y cierta inquietud por una encuesta que ha comenzado a circular con alrededor de 20 preguntas que los trabajadores deben responder anónimamente a un equipo de recursos humanos que ha sido enviado para relevar el estado de situación interno. Así la comentaron algunos empleados, “están tratando de saber cuánto poder tienen los que impulsaron la medida, y preguntarles sin que tengan que dar sus nombres puede mostrar alguna fisura que luego les permita negociar de otro modo”.
La conciliación obligatoria continuará vigente por lo menos hasta mediados de Julio y en ese lapso el Ministerio instará a la empresa a realizar una oferta y también a responder sobre algunas violaciones al convenio que han sido denunciadas ante ese organismo. Si no hay una respuesta positiva, volverían las medidas de fuerza, pero está claro que los primeros que no quieren volver a parar son los propios trabajadores.