Pratti negó dos veces la detención de la mujer del pedófilo Varela
Gabriela Ates entendía que sobraban elementos para que la mujer quede como imputada en la causa. Sin embargo, el Juez de Garantías no hizo lugar a los pedidos de la Fiscala. La Justicia sigue incorporando víctimas y Varela tiene prisión preventiva, que cumple en el penal de Sierra Chica.
La causa por abuso sexual agravado y corrupción de menores por la que está detenido Cristian Varela tiene final abierto, y a medida que avanza la instrucción aparecen detalles de la perversidad con que llevaba a cabo sus actos contra menores de edad.
El hombre de 41 años utilizaba un método de seducción muy común en este tipo de delitos para someter a sus víctimas en el más absoluto de los silencios, sin que muchas de ellas pudieran denunciar lo que les estaba sucediendo, hasta que un día cayó.
Para la Fiscala Gabriela Ates, el imputado no actuó solo y puso la mira en su mujer, una joven que dijo ser oriunda de Ezeiza y que el día de los allanamientos, mientras aguardaba en la planta baja de la casa en calle Lavalle 35, intentó poner en funcionamiento una de las norebook que tenía sobre la mesa vaya a saber con qué finalidad.
Fue la misma mujer que cuando la Policía le preguntó si se imaginaba por qué estaban allí, los miró con cara de resignada y les respondió llorando: “Sí, ya me imagino por qué vinieron”, y en ningún momento se interpuso a la tarea policial, algo parecido a la reacción que tuvo Cristian Varela cuando fue sosprendido en el interior de la prefumería Pimpinela, donde prácticamente solo atinó a juntar sus muñecas para que le colocaran las esposas.
Entre las imágenes de fotos y videos secuestradas, los textos y “cartitas” que Varela le dedicaba a sus víctimas, la Dra. Ates descubrió que también su mujer tenía participación, sumado a los reclamos que la misma profesional recibía: “Por qué por ella no se hacía nada?”.
La mujer aparece en varias de las imágenes secuestradas pero formando parte de la actividad íntima de la pareja, no en los actos donde el hombre sometía a sus víctimas.
Quedó establecido que el imputado utilizaba el facebook de su mujer para llegar a las menores y comenzar a seducirlas, y hasta algunas de estas habrían aportado datos sobre su accionar, y ella misma se conectaba y mantenía charlas con las menores.
Ates solicitó la detención de la mujer en la misma oportunidad que lo hizo con Varela, pero el Juez de Garantías Ricardo Pratti la desestimó. Posteriormente volvió a solicitarlo y por segunda vez el magistrado negó la detención. Para la Fiscalía, la mujer de Cristian Varela también podría haber corrompido menores.
Prisión preventiva
Cristian Varela fue detenido el viernes 30 de mayo mientras acomoda unos perfumes en las góndolas de la perfumería Pimpinela, ubicada en la esquina de Mitre y Honorio Pueyrredón. En unos pocos minutos, mantuvo un breve diálogo con los efectivos de la DDI y partió con destino a los calobozos de la Comisaría local.
Fotos, videos, cartas, mp3, computadoras y diversos elementos sexuales vinculados a los delitos que se le imputan fueron secuestrados en el interior de la casa, donde por “aprecio” la pareja coleccionaba cientos de fotos y retratos que el propio sujeto con dotes de buen artista y a mano alzada efectuaba de las víctimas
En este caso y a diferencia de la mujer, el Juez de Garantías Ricardo Pratti sí hizo lugar a la solicitud de la Dra. Gabriela Ates y otorgó la prisión preventiva a Cristian Varela, quien indefectiblemente deberá permanecer alojado en una Unidad Penal hasta la fecha del juicio.
La medida judicial era más que esperada ya que las pruebas en contra del acusado son contundentes. Además de lo secuestrado y el testimonio que algunos familiares de menores realizaron ante la justicia hay que tener en cuenta los resultados de al menos tres Cámara Gesell que se efectuarán a las propias damnificadas. En total se contabilizan siete casos de Abuso Sexual Agravado y siete más por Corrupción de Menores.
“El otro angel”
Hace pocas semanas, Varela fue trasladado a otra unidad carcelaria. El acusado de abusar y corromper menores que irían de los seis hasta los doce años, quedó alojado en uno de los penales más violentos y sangrientos que se conozcan en la historia Argentina. Se trata de la Unidad Penal Nº 2, más conocida como Sierra Chica, escenario de una de las revueltas más sangrientas que se recuerden, donde un grupo de presos conocidos como los Doce Apóstoles protagonizó un violento motín en el que hubo muerte y canibalismo.
Varela tiene catorce causas en su contra y fue a parar al mismo lugar donde permanece alojado el mayor asesino serial de la historia argentina, Carlos Robledo Puch, “el angel de la muerte”, condenado a reclusión perpetua por haber cometido diez homicidios calificados, un homicidio simple, una tentativa de homicidio, diecisiete robos, una violación, una tentativa de violación, un abuso deshonesto, dos hurtos y dos raptos, lleva cuarenta años preso.
En este Penal de máxima seguridad también estuvieron alojados otros conocidos homicidas como Fabián Tablado , quien mató a su novia de 113 puñaladas, y Ricardo Barreda, que asesinó a su mujer, sus hijas y su suegra.