Por los altos consumos colocarán medidores de agua

Las estimaciones indican que en la próxima temporada estival el agua volverá a faltar y la baja presión repercutirá nuevamente en los barrios. La semana pasada desde la Municipalidad, como tantas otras veces, se anunció que durante el año y a modo de prueba, se colocaron medidores de agua en varios sectores de la costa.
El tema preocupa y se decidió empezar a analizar la situación que podría poner en práctica la ordenanza 5.509 que norma el consumo de agua a través de medidores y por ende el pago obligatorio por este servicio.
Según explicaron desde la Secretaría que dirige Heriberto Juan Bennazar, los datos con los que se cuenta son alarmantes y se detectaron consumos puntuales de 10 millones de litros al año en un solo lugar. Aunque no trascendió el nombre de la institución que estaría registrando estos consumos, se supo que es una a las que se le colocó un medidor. Además, detectaron conexiones clandestinas y de líneas no declaradas. De los datos recogidos en los medidos se desprende el consumo de un emprendimiento de la costa donde desde el 10 al 21 de Octubre obtuvo de la red 356.000 litros de agua. Estos datos serán los que hoy, en conferencia de prensa, se presentarán como antesala de lo que será el consumo medido en toda la ciudad.
El costo de los medidores que se adquirieron ronda los 150 pesos y todo indica que la medida podrá avanzar en su aplicación en domicilios particulares, como ocurre en las localidades de Santa Lucia, Gobernador Castro y Río Tala donde los vecinos pagan entre los 10 y 20 pesos por consumos considerados normales.
En nuestra ciudad las estadísticas indican que se consumen 800 litros de agua per cápita por día, una cifra alarmante sino se toman medidas concretas.
Estudios realizados indican que a una familia tipo le resulta suficiente con 7000 litros por mes, es decir, alrededor de 60 litros por persona por día. Las perforaciones y las bombas están en funcionamiento en forma permanente y no dan abasto para llegar con la misma presión a todos los barrios.
Entre las causas de disminución en el caudal general están las piletas. Para una pileta de lona de jardín el promedio de utilización de agua es de unos 7.000 litros y una pileta de material puede llegar a tomar de la red unos 90.000 litros con agua corriente. Otro de los problemas se presenta en la vieja cañería que reclama un mantenimiento o su recambio definitivo y uso de agua corriente para regar las calles entoscadas.
Lo que también se intentará controlar son las perforaciones que particulares realizan en sus predios y que podría ocasionar problemas si se sigue tomando agua desde la misma napa. La provincia es la encargada de extender estos permisos, pero se desconoce si alguna vez en la zona se hizo un contralor al respecto.
Seguramente en los próximos días se conocerán mas detalles, pero el Municipio parece estar dispuesto a reglamentar esta medida para bajar los excesivos consumos y extenderlo a cada uno de los inmuebles que tengan sus conexiones declaradas.