Por las dudas, el oficialismo le pone un freno a La Saladita
Los concejales de Acción por San Pedro presentaron un proyecto de ordenanza para que no se habiliten multiespacios de venta al estilo de la famosa feria La Salada hasta tanto no se modifique la San Pedro 2000. Ello luego de que los comerciantes de la zona elevaran sus reclamos ante un emprendimiento que se instalaría en Baradero, donde ya redactaron dos proyectos de ordenanza para impedirlo.
En Baradero había preocupación por parte de los comerciantes locales luego de que llegara la noticia de la posible instalación de una feria al estilo La Salada. El temor se hizo extensivo a todos los comerciantes de la zona, que se reunieron en la vecina ciudad para manifestar su descontento con lo que consideran “competencia desleal”.
El Concejo Deliberante de Baradero analiza dos proyectos que restringen las posibilidades de radicación de ese tipo de emprendimientos y los concejales están de acuerdo para darles curso y aprobarlos, de manera tal que La Saladita no prosperará allí.
En San Pedro, el bloque oficilalista presentó su proyecto para adelantarse a los rumores que dicen que ante la negativa baraderense, La Saladita podría recalar aquí.
Negativa sampedrina
El expediente ingresado propone suspender “en todo el partido de San Pedro, la habilitación de paseos o centros de compra, emprendimientos ubicados en una única denominación catastral que incluyen varios comercios y/o puntos de venta (multi puntos de venta) y proyectos similares, hasta tanto se dicte la normativa que los regule, lo que no podrá suceder antes de la aprobación de la ordenanza definitiva que modifique y actualice la ordenanza Nº 4.139/1987 “Normas de Uso, Ocupación y Subdivisión del Suelo”.
“Este proyecto está dentro del marco de la modificación de la ordenanza San Pedro 2000”, detalló la Presidenta del bloque Acción por San Pedro, Margarita Frisch y agregó: “No es una prohibición, sólo un impasse hasta que terminemos ese trabajo, para ver dónde se pueden instalar. Tenemos que definir en qué lugares se puede y que haya reglamentación, porque ahora no hay”.
Frisch participó junto a tres compañeros de bloque de las reuniones desarrolladas en Baradero y consideró que no se debe prohibir este tipo de ferias, pero sí controlar que se cuplimenten los requisitos legales de funcionamiento desde los organismos pertinentes y que los comerciantes también apoyen esos controles “porque recibimos muchos comentarios de que hay algunos comerciantes que hacen lo mismo”. Detalló que en la reunión en Baradero, “los Centros de Comercio van a empezar a tener un control más férreo” sobre sus pares, de manera tal que si no se instalan emprendimientos al estilo La Salada, tampoco sean los comerciantes locales los que expendan productos provenientes de ese tipo de ferias.
Los proyectos de Baradero
Uno fue elevado por el Centro de Comercio local y pasó a Comisión de Legislación. El Concejal de la Coalición Cívica Fernando Bogado explicó que “la idea no es prohibir sino regular para que todos los comerciantes puedan competir en igualdad de condiciones”, aunque destacó que “hay un consenso mayoritario para impedir la radicación” de lo que llaman “La Saladita”.
Sobre la ordenanza, Bogado detalló que “la idea es tenerla aprobada a mediados de febrero” y agregó: “No tenemos apuro en legislar porque está vigente un decreto ratificado por el Concejo Deliberante, de emergencia económica, para la restricción de habilitaciones comerciales hasta el 31 de marzo”.
El otro proyecto intenta pulir una reglamentación de “anillado del Parque Industrial”. El partido de Baradero cuenta con más de 30 hectáreas cedidas por el Estado para erigir un parque industrial que están situadas en el radio del complejo Migliozzi, ubicado en la intersección de la Ruta 9 con la 41 y que fue alquilado por un “grupo inversor” representado por la Lic. Liliana Sanucci.
Establece que no se podrán instalar emprendimientos de este tipo en un radio de 2 Km. a la redonda del predio del Parque Industrial. Sólo estarán permitidas actividades que coadyuven al desenvolvimiento de las empresas que allí se instalen, tales como ferreterías, empresas de provisión de viandas, tornerías, etc. De este modo lograron armar un listado de actividades que puedan realizarse en sus alrededores entre las que, por supuesto, no figura la posibilidad de feria alguna aduciendo la incompatibilidad con un conjunto de industrias a las que se denominan “secas” por el manejo de sus efluentes.
El complejo Migliozzi, un predio de varias hectáreas y una mole edilicia de proporciones, fue alquilado por un empresario al módico precio de 1.400 pesos mensuales. “El negocio no está en los puestos de venta, es una ganga inmobiliaria”, dijo un martillero muy cercano al emprendimiento sacando la cuenta que por sólo el alquiler de stands podrían llegar a recaudarse más de 50.000 pesos.