Por la cuarentena, la única escuela de gimnasia artística en San Pedro analiza cerrar sus puertas
Lo aseguró Rogelio Lina Anggeli, uno de los propietarios, quien dejó en claro que en caso de que no les permitan reabrir en el corto plazo por la pandemia de coronavirus, desconoce si se van a "poder sostener". De 150 alumnos promedio que tenían les quedaron no más de 15 y prácticamente se les "desarmó" el equipo de competición. "La virtualidad nos está matando, la realidad es esa, y no hay un horizonte claro", aseguró. Sobre la posibilidad de funcionar al aire libre, admitió que para su actividad "no es la solución".
En San Pedro gimnasia artística se practica sólo en la Escuela Lina Anggeli. De ella surgen deportistas que representan a la ciudad en certámenes nacionales y sueñan con crecer en una disciplina que no es de las más populares. Por la cuarentena para evitar la propagación del coronavirus, el gimnasio está cerrado desde el 20 de marzo y sólo se brindan clases virtuales, situación que lo ubicó en un contexto muy difícil y sus propietarios, los hermanos Rogelio e Ignacio, analizan cerrarlo si el rubro no se reactiva pronto.
De acuerdo al esquema de fases que diagramó Provincia de Buenos Aires, la reapertura de gimnasios está contemplada en la quinta etapa y el partido, por la gran cantidad de casos positivos que se registran semana a semana, están en la cuarta y con nulas posibilidades de avanzar. Y en ese marco, la escuela está en peligro, tal explicó Rogelio en a La Opinión: "Hablando con mi hermano, si esto se extiende mucho más, la verdad que no se si lo vamos a poder sostener. Es un trabajo de 9-10 años de hacer crecer el deporte que nosotros enseñamos y lamentablemente no le estamos encontrado salida ni respuesta. Es una situación muy triste en lo personal y en lo colectivo pensando en los otros dueños de gimnasios que están en la misma situación".
Con el correr de los meses, el establecimiento perdió chicos y apenas un puñado sigue en las clases vía Zoom haciendo los ejercicios que la casa de cada uno les permite: "El promedio de alumnos que hemos tenido por año era de 150, alumnos fijos y con recambios, en verano aflojaba un poco y ahora estamos trabajando por zoom con 12-15 chicos. Los chicos se aburren lógicamente, no tienen la posibilidad de trabajar de aparatos, nosotros como profes de estar con ellos corrigiendo. La virtualidad nos está matando, la realidad es esa. Les hemos dado aparatos a los chicos que tenían más lugar en sus casas y salieron favorecidos. Lo que se pudo mantener fue por el esfuerzo que hacen ellos, si es por lo redituable lo nuestro no existe, es la pasión porque estamos trabajando con 12-13 chicos".
Además, reiteró que "la continuidad depende de abrir próximamente". Y agregó: "Cada vez que voy a buscar algo, entro y me dan ganas de llorar. Es muy triste. Mientras tanto, siento que toda la parte burocrática es cada vez más lenta y se patea más para adelante".
En la reunión que propietarios de gimnasios, entre ellos Lina Anggeli, mantuvieron la semana pasado con el Gobierno local, se planteó la posibilidad de establecer un protocolo para que funcionen al aire libre como se aplicó en otras localidades. Sin embargo, sostuvo que "eso va a regular la actividad de los que están trabajando clandestinamente en la calle" y dejó en claro que él no los "denunciaría" porque son "colegas" que necesitan trabajar: "Me parece terrible que haya gente que vive de esto y tenga que hacer esto de manera clandestina porque el sistema los lleva a esto porque no tienen para comer".
También, explicó que para la gimnasia artística tener que movilizar el equipamiento desde el gimnasio a un espacio abierto, requiere de un gran esfuerzo: "En nuestro caso tenemos muchas herramientas que moverlas afuera nos llevaría un esfuerzo terrible. Sacar y poner las anillas que miden 6 metros el pórtico, sería irrisorio armar y desarmar eso cada vez que tenemos que ir al aire libre. Es imposible pero en todo caso le buscaremos la vuelta y daremos gimnasia recreativa con colchonetas a grupos de escuela".
Por último, dijo que "no hay un horizonte claro" y que la situación es "insostenible" porque acumulan "ocho meses" sin trabajar. Y concluyó: "Me da mucha pena por todo el trabajo que hemos hecho con los chicos de competencia. De hecho, el equipo de competición a raíz de esto está prácticamente desarmado. Teníamos un chico preseleccionado para Dakar 2022 (N. de R.: Juegos Olímpicos de la Juventud) que se bajó de los entrenamientos al igual de otro del grupo de elite varón. Esto desmotiva mucho".