Por el caso del chofer de Salazar sólo hubo un pedido de interpelación
La sesión del jueves pasado en el Concejo Deliberante tuvo como tema excluyente de debate el pedido de interpelación que los concejales de la oposición presentaron luego de que el ahora exchofer del intendente Cecilio Salazar fuera detenido con el auto oficial, acusado de integrar una banda de piratas del asfalto.
En su proyecto, los ediles opositores plantearon la necesidad de que el jefe comunal asistiera al recinto a dar explicaciones no sólo sobre lo relacionado a ese hecho sino para que responda preguntas “respecto de los diferentes hechos ilícitos en los que se vieron involucrados sus funcionarios y colaboradores directos”.
Entre ellos enumeraron los casos de la consejera escolar acusada de vender drogas, Silvina Sampol; el funcionario que sellaba como abogado pero nunca presentó el título, Leonel de Ruba; los reintegros del exsecretario de Prensa y actual funcionario del HCD, Jonathan Galván; y el de la concejala enganchada de la luz, hoy de licencia, Verónica López.
Los concejales Iván Paz y Martín Pando fueron los encargados de defender la decisión de Cambiemos de no acompañar el expediente y hacer valer su mayoría absoluta para evitar que el intendente deba responder preguntas de la oposición en el recinto del Concejo Deliberante.
Paz repasó casi todos los hechos señalados en los considerandos y aseguró que, en cada uno, el gobierno dio las respuestas que tenía “a su alcance”. “Todo lo que viene de aquí en adelante está en manos de la Justicia, de la que esperamos que sea igual para todos, sin impunidad para nadie”, dijo el presidente del bloque Cambiemos.
Pando, por su parte, cuestionó el debate en redes sociales, consideró que el intendente tiene en su haber “abrazar a todos” y reconoció: “Está bien que reconozcamos que se nos coló una persona de esta calaña en el epicentro de la gestión municipal”.
La oposición consideró que hay “una sucesión de hechos que involucran directamente a personas del círculo cercano del intendente, por eso creemos que debe haber una respuesta política”, según dijo Martín Baraybar, que destacó que Salazar “es el jefe de la policía”.
Sánchez y Trelles, a su turno, hicieron hincapié en las palabras del intendente, que dijo haberse sentido “defraudado” por haber confiado en Macelli, y señalaron: “¿Realmente hablamos de tanta ingenuidad por parte del intendente?”.
“La Justicia va a decidir lo suyo, pero nosotros como oposición tenemos la responsabilidad de controlar”, dijo Damián Mosquera y cuestionó la decisión del fiscal Hernán Granda de restituir el automóvil oficial tras su secuestro durante el allanamiento.
El resultado fue 12 a 6 en contra del expediente.
Tamaño debate no dejó lugar para ir por aquello que resulta imprescindible saber: desde cuándo opera esta peligrosa banda de piratas del asfalto, qué conexiones tiene con San Pedro, cuántos hechos perpetró con o sin la colaboración de chofer del intendente y en qué fechas; por qué el depósito utilizado es de una "fábrica recuperada" por una cooperativa de trabajo baraderense que se formó con el fin de explotar una metalúrgica.
A diez días de la detención, ni oficialistas ni opositores parecen preocupados por la gravedad de un delito que se organiza en base a una logística impecable en la que como premisa se sabe que no habrá robo sin que la mercadería esté vendida y ubicada en alguna góndola. En este caso los compradores allanados fueron supermercadistas chinos cuyos apellidos tampoco nadie ha contrastado con los que operan en la zona y ofrecen productos de Unilever (la carga era de esa empresa) bastante más baratos que en otras bocas de expendio. Por esto no hubo ni habrá interpelación.