Baile de fin de año: Vecinos preocupados por “excesos y descontrol” en el boulevard
Desde hace muchos años la zona que rodea a la plazoleta Fray Cayetano Rodríguez se ha transformado en el punto de encuentro de centenares de jóvenes que concurren para recibir el año nuevo. Lo que empezó como una fiesta familiar y de vecinos terminó transformándose en un ritual. Año a año el ambiente se fue tensionando y esta vez quienes viven en la zona enviaron una nota al municipio como alerta ya que para Navidad sufrieron la molestia de la concurrencia. "No queremos que el primer día del año sea un infierno", dijo uno de los frentistas.
La falta de propuestas atractivas y los perfiles dispares que han tomado las fiestas de fin de año, las que algún momento eran una tradición, llevaron a que los jóvenes elijan otros lugares donde disfrutar de las primeras horas del año nuevo.
Desde hace muchos años, la plazoleta Fray Cayetano Rodríguez, donde nace la calle Pellegrini, se fue transformando en el punto de convocatoria para hacer las veces de “baile de fin de año” para brindar y bailar como sea hasta el amanecer. Empezó hace más de dos décadas con una familia numerosa a la que se sumaron los vecinos y año a año sumaba adeptos que subían o bajaban al Club Náutico al emblemático baile.
El tiempo pasó y empezaron los inconvenientes. Cambiaron los ánimos y el tipo de festejos. A la tradicional “juntada” se les fueron anexando otras convocatorias informales hasta llegar a crecer de tal manera que el último año nuevo reunió a miles de jóvenes que en el primer día de 2019 se transformaron en noticia por los inconvenientes que acarrearon al barrio.
La falta de controles y los excesos generaron todo tipo de disputas e incomodidad para las familias que viven en esa estratégica ubicación y que, si bien no se están oponiendo, buscan que haya monitoreo y un poco más de respeto para una mejor convivencia.
"Lo que pasa es que no solo se lo utiliza para las fiestas sino todos los fines de semanas”, afirmó una de las vecinas afectadas que sumó su voz al pedido que se envió al municipio. “El volumen de la música es muy fuerte y el 24 de diciembre, además de la gente, hubo una presencia desmedida de motos haciendo contra explosiones y no se podía estar. En otros años no era espontáneo porque era convocado por algún vecino, pero ahora los jóvenes vienen por las suyas con las heladeritas y su música, y es un descontrol, se ven tanto a mayores como menores y es tierra de nadie”, denunció.
Los vecinos están preocupados porque a pesar de que presentaron una nota a las autoridades de la comuna nadie les dio una respuesta y es una incógnita saber lo que sucederá cuando llegue el primer minuto del nuevo año. La música, los gritos, las motos, y hasta los que utilizan los espacios de la casa como baños públicos, son un problema para ese sector de la ciudad. “Hay un exceso desmedido. Sería importante que entre todos le busquemos una solución”, señaló la vecina.