Ponen en marcha el reloj de la torre del Palacio Municipal
La puesta en valor del histórico reloj tendrá su acto este domingo a las 20.00, tras las tareas de restauración de la minutería y la instalación del electro martillo en la campana. La Municipalidad invitó a la comunidad a participar de la puesta en marcha de la nueva máquina eléctrica, que reemplaza al antiguo mecanismo que ya no funcionaba.
Dos meses después desde que los especialistas relojeros que visitaron la torre del Palacio Municipal pusieron manos a la obra para la restauración y puesta en valor del histórico reloj, este domingo la nueva maquinaria se pondrá en marcha y San Pedro volverá a escuchar las campanadas.
Guillermo del Valle, de la empresa cordobesa Gnomon, y Javier Terenti, conocido por su tarea en la histórica Torre de los Ingleses en Buenos Aires, tuvieron a su cargo las tareas que ya terminaron.
El domingo a las 20.00 será el acto inaugural. El intendente interino Ramón Salazar encabezará la puesta en funcionamiento del reloj y el Gobierno invitó a toda la comunidad a participar de este momento.
La inquietud de Luis Boffa y Pelusa Velasco puso en movimiento la posibilidad de restaurar el reloj. Como la máquina estaba dañada y para ellos era imposible abordar la tarea, el intendente les aseguró que buscaría profesionales que pudieran hacerlo. Así aparecieron Terenti y Del Valle.
El primero se ocupó de reparar los engranajes, la minutería y las agujas originales. El segundo, de preparar el reemplazo del antiguo mecanismo por una máquina eléctrica nueva, tal como hizo en muchos relojes monumentales del país.
La antigua máquina será exhibida como pieza de museo. Además, instalaron un electromartillo para que a cada hora se vuelva a escuchar el tañido de la campana. La máquina nueva contará con conexión satelital que permitirá dar la hora exacta, incluso ante cortes de energía eléctrica.
El personal de Servicios Públicos tuvo a suc argo la limpieza de toda la zona. Los vidrios de las ventanas fueron reemplazados por policarbonato con tratamiento blanco, para simular las antiguas opalinas que permitían iluminarlo por dentro.
El Palacio muncipal de San Pedro sustituyó al antiguo convento franciscano. En 1892 comenzó su uso público, con un reloj monumental que fue reemplazado cuatro años después por el que funcionó hasta hace unas décadas. A 130 años, la Torre tendrá nueva vida y su campana volverá a repicar.
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