Policías de San Pedro detuvieron y golpearon a un periodista de Tiempo Argentino
El diario nacional publica este miércoles una nota al periodista Ramiro Barreiro, quien denunció que fue agredido por un patovica en el boliche Quillash y que luego fue interceptado por un patrullero de la policía local, cuyos agentes lo golpearon brutalmente.
“No quiero que a ningún pibe le pase más lo que yo sufrí”, dijo el periodista al diario Tiempo Argentino, donde trabaja. Todo sucedió el sábado 27 de abril, cuando Ramiro Barreiro vino a la ciudad junto a dos amigas y se alojó en el camping Tiro Federal.
En la nota relata que estaban en el boliche Quillash y que cuando iba para el baño fue abordado por un patovica: “Me agarra de atrás y me traba los brazos por detrás de la nuca. Intento soltarme y lo consigo casi al llegar a la puerta del local”, contó.
“Al darme vuelta para preguntarle por qué me echaba de esa manera, y además para avisarle que estaba acompañado, siento en el rostro un gas que me dejó literalmente ciego durante dos horas. En esa oscuridad un muchacho me asistió y me llevo atrás de un auto para que no siguieran pegándome”, detalló.
Luego, en la plaza Constitución paró a un patrullero para contar lo sucedido pero “el agente que iba a de acompañante, luego de escuchar sus reclamos, bajó la ventanilla, lo miró socarrón, y pidió a su compañero que acelere”, señala la nota y agrega: “La impotencia convenció a Ramiro de lanzarles un insulto”
“Llegando a la esquina de Carlos Pellegrini y 9 de Julio, me interceptó el mismo patrullero. El policía que conducía bajó y me tiró contra el vehículo, me golpeó en el rostro, en la cabeza, y luego me esposó. Me subió a la camioneta y ambos agentes me amenazaron y me insultaron”, relató el joven periodista.
“Al llegar a la comisaria el policía que ya me había golpeado siguió haciéndolo. Mientras me llevaba esposado me arrojaba patadas en el estómago y piñas en la cabeza. Solo dejó de atacarme cuando vi un tanque de agua en un rincón del patio y me escondí atrás”, aseguró.
Barreiro dijo que era periodista y fue peor: pasó la noche en una celda “inundada de orín, junto a otros dos detenidos”. El matutino señala que “jamás le notificaron los cargos que enfrentaba ni le permitieron realizar una llamada telefónica”. A las 11.00 de la mañana recuperó la libertad.
Con el patrocinio del abogado Rodolfo Yanzón, Ramiro Barreiro denunció penalmente a los policías involucrados “como coautores de detención ilegal, en las torturas que le infligieron y en la falsedad ideológica del sumario iniciado con el único fin de ocultar la verdad de los hechos, debiendo aplicarse las normas del concurso real (artículos 45, 55, 144 ter 1°, 162 y 293 del Código Penal de la Nación)”, publicó Tiempo Argentino.
El diario agrega que el periodista denunció a los “patovicas” del boliche Quillash por “la comisión del delito de lesiones (artículo 89 del Código Penal), sin perjuicio de la responsabilidad de los agentes policiales respecto de estos hechos, a los que, desde ya, se solicita se los investigue por su posible connivencia con la actividad desplegada por esos agentes de seguridad privada”.