Polémica por los terrenos de la Fundación Obligado
Vecinos de Vuelta de Obligado, inquilinos de terrenos de la Fundación, pidieron una reunión con el Intendente por temor a un desalojo masivo de esas propiedades. Desde el Consejo de Administración de la entidad benéfica, se desmintió rotundamente esa posibilidad.
Corría el año 1956, cuando Dolores Ignacia Obligado, descendiente de la tradicional familia Obligado, falleció legando todos bienes al estado nacional para que se creara una fundación que financiara la prevención de la parálisis cerebral. En 1963 Carmen Allio de Martínez fundaba, con esos bienes como plataforma, la “Fundación Obligado”.
Y entre esos bienes se encontraban, además de un campo de 9.500 hectáreas en Santa Fe y otro de 1.800 en San Pedro, terrenos que comprenden una importante superficie en el paraje de Vuelta de Obligado. Históricamente, y desde hace más de 40 años, esos terrenos vienen siendo alquilados a valores simbólicos a vecinos de la localidad, mediante mecanismos siempre algo “informales”.
Pero sucede que ese legado millonario, que genera ingresos mensuales importantísimos que se utilizan para financiar a distintas instituciones (ANDAR es una de ellas), está siendo cuestionado por otra institución que persigue fines similares.
Se trata de la Asociación Dolores Ignacio Obligado (Adio), iniciada al igual que la Fundación Obligado, por Carmen Allio de Martínez. Ambas instituciones, históricamente ligadas entre sí, hoy mantienen una disputa judicial, relacionada con el patrimonio de la Fundación.
Una denuncia ante la Inspección General de Justicia, por parte de la Asociación, forzó a la Fundación Obligado a tomar algunas medidas que repercutieron en San Pedro, y que preocuparon de sobremanera a sus inquilinos de Vuelta de Obligado.
Miedos y desmentidas
Después de años de mantener relaciones bastante “informales” con los vecinos de Vuelta de Obligado, que incluían contratos anuales a precios “simbólicos”, la Fundación debió cambiar recientemente su política, a causa de las complicaciones judiciales que vienen padeciendo.
Por ese motivo, cambiaron la modalidad del arrendamiento de sus propiedades en la localidad. Entregaron toda la administración a una inmobiliaria de San Pedro, e instituyeron contratos mensuales, a precio “de mercado”, que van desde 50 a 300 pesos mensuales, por terrenos de 25×50 metros. Los casos más costosos, corresponden a instalaciones comerciales.
Esta situación, sumada al juicio de desalojo que le ganó la fundación a un ocupante de un terreno, que “no cumplió con el pago, no mostró voluntad de pagar a futuro, y negó que la firma del contrato hubiera sido suya” -según dijo el Dr. Alejandro Eckhardt, apoderado legal de la Fundación- generó un pánico generalizado entre el resto de los inquilinos, quienes temen correr la misma suerte de su vecino.
“Somos 42 familias y estamos ante un inminente desalojo” dijeron los vecinos en una carta envíada a “La Opinión”. “Algunos de los vecinos de la localidad han sido convocados a tribunales para un futuro desalojo en los próximos 15 días, esto sentaría un precedente y los más de 40 vecinos restantes correrían la misma suerte” agregaba la misiva, que fue enviada también al Intendente, solicitando su intervención.
“La Opinión” consultó a las autoridades de la Fundación sobre este tema y el Dr. Eckhardt dijo al respecto que “es absolutamente falso lo que le han dicho” y que “hay un solo inquilino para desalojar”. Aclaró que además están manteniendo un juicio de reivindicación de título contra “una persona que ocupa un terreno y dice que es suyo”.
Según explicó, jamás la fundación echó a nadie. En los casos más costosos el valor no excedía los 300 pesos por año por lote. Sin embargo, el nivel de incumplimiento de pago en los cerca de 70 lotes es “elevadísimo”. “La fundación toda la vida ha mantenido una actitud de consideración y espera” dijo Eckhardt. “Y hoy la sigue manteniendo. Pero se generó un abuso por parte de muchos inquilinos (no todos), que nos perjudicó en una denuncia ante la Inspección General de Justicia acusando a la fundación de inacción y descuido respecto a la actitud frente a los lotes de Vuelta de Obligado”.
De todas formas, el abogado aclaró, para aquellos inquilinos que no puedan afrontar el costo de los nuevos contratos, que “cuando haya voluntad de firmar el contrato, pagarlo como corresponde y tener una buena relación, nosotros vamos a apoyarlos para que no haya inconvenientes”. Pero también dijo que cuando haya una “acción beligerante por parte de ocupantes abusivos”, van a “entregar todo a los abogados para que se ocupe la justicia”.
“Los vecinos tienen las puertas abiertas para resolver todo amigablemente. La única posición tomada irreductible, es no volver a permitir estafadores ni ocupantes abusivos. Todos los otros problemas son atendibles” sentenció el apoderado de la Fundación. Lo cierto es que en los últimos años, las tierras de Obligado han cobrado un valor inusitado, las especulaciones inmobiliarias están a la orden del día. Tampoco será este el último capítulo que se escriba.