Pocos salvavidas para el naufragio del Náutico
Comentarios de mesas tradicionales de los principales bares de la ciudad, cadenas de mails y hasta fotos trucadas forman parte del iceberg que chocó la embarcación que, con dificultades, viene timoneando Carlos Médici, al frente del Club Náutico San Pedro.
A la renuncia de Fernando Suárez, como gerente, se le suman ahora dos salvavidas de plomo: José Enrique “Lolo” Cremona y Mario “Nino” Rampoldi, armaron las valijas y le dijeron adiós a la Comisión Directiva que los tuvo como imprescindibles protagonistas, sobre todo, en los festejos del centenario.
Suárez arrastraba una situación difícil en la que “las humillaciones a las que fue sometido” y la falta de apoyo para muchas de sus iniciativas, resultaron desencadenantes para la decisión que dio a conocer hace poco más de 20 días.
Todos hablan de una carta, que recién en esta semana comenzó a circular, donde el ex gerente desnuda sin piedad, el horroroso paisaje de la soledad y su triste alejamiento de la entidad donde pasó la mayor parte de su vida, junto a su familia, especialmente sus padres.
Es que en el Náutico, “la tradición” siempre fue ley y desde que la política partidaria incursionó en la década del 90, ya nada fue lo mismo y los “históricos” se aferraron a los botes salvavidas tratando de preservarse para el rescate que, sin dudas, hará falta a mediados de 2008 cuando se renueve el cargo de Comodoro impulsando alguna lista donde queden representados los verdaderos intereses del Club.
“Violencia, actitudes autoritarias” y otras calificaciones forman parte de los corrillos que describen la gestión de Médici, pese a los esfuerzos que hace para mostrarse a la altura de una entidad que siempre lo trató como “ajeno”.
Todos pagan, nadie participa
El Club Náutico cuenta hoy con 7.000 socios, de ellos, solo un puñado participa activamente de subcomisiones de diversos deportes y de la Comisión Directiva. El resto son los calificados como “socios pasivos”, aquellos que pagan su cuota y solo disfrutan de la parte social y recreativa.
Cremona llevaba 18 años en diferentes cargos y ahora se desempeñaba como Pro Tesorero. Con una carta que en estas horas sigue siendo analizada, se separó de manera irreversible, puntualizando su desacuerdo con las decisiones tomadas últimamente.
Rampoldi se desempeñaba como vocal titular pero su despedida fue mucho más escueta, aunque igual de dolorosa.
En ambos casos, fueron quienes junto al Comodoro Carlos Médici, presentaron ante la comunidad los diferentes eventos que a lo largo de casi dos meses se fueron realizando con motivo del Centenario.
Es más, se estima que otro integrante de la Comisión medita serenamente su alejamiento, para dar lugar a una verdadera renovación y definir una nueva estrategia para el Club más importante de la ciudad.
Enemigos íntimos
Aunque se resisten a hacer declaraciones a la prensa, ya no es un secreto que las relaciones entre el mentor del actual comodoro, Mario Barbieri y las decisiones que provocaron el alejamiento de Suárez, tuvieron el efecto de un tifón sobre las rasgadas velas de esta embarcación que hace agua por los cuatro costados.
Ahora hay que preparar la fiesta de fin de año y los que se quedan, impulsan con mayor fuerza los festejos para que la masa societaria no advierta las profundas grietas de la conducción.
Barbieri y Médici, fueron amigos primero, Intendente e Inspector general después, ahora simplemente mantienen una relación protocolar ante la mirada atónita de quienes antes parecían ser oposición y hoy dicen “Dios nos libre y nos guarde de lo que pueda pasar con nuestro club”. Son varios grupos los que miran con preocupación las elecciones del año próximo, por una parte se habla de conocidos gremialistas que ya sueñan con conducir la institución más importante a nivel deportivo y social de la ciudad. Por el otro, los apellidos históricos que desprecian el grado de exposición al que se ha llegado por una conducción a la que como mínimo califican de “mediocre”. Pero allí no termina la cuestión, hay un grupo de hombres y mujeres que promedian los 35 a 45 años, que ya piensan en que ha llegado la hora de tomar las riendas del Club, para devolverle la imagen y separarlo de cualquier cuestión que no tenga que ver con el bienestar de sus socios y la mantención de todas las prácticas deportivas.
Remate del Voley y Paulinos
Está en claro que en el Club Náutico, desde un largo período a la fecha no existe un proyecto deportivo bien determinado. Y al parecer algunas cuestiones que si bien no tienen relación con lo acontecido en el ámbito dirigencial, marcan de lleno que algo no está bien.
Puntualmente, es la actividad del volley la que se ha encontrado con algunos inconvenientes. Aquella confusa situación que llevó a la primera división, a perder los puntos de un partido, por la ausencia injustificada del delgado sampedrino a la reunión de la Asociación, fue sólo el comienzo de lo que ahora muchos lamentan. Por un lado, porque en la definición del Torneo debió definir la serie de visitante. Por otro, porque nunca se tomaron medidas con quienes tenían la responsabilidad de representar al club en aquella recordada reunión y eso nunca terminó de digerirse entre quienes practican esta actividad.
Además, algunos nombres elegidos para integrar las ternas de los premios Paulino, rompió con los ánimos de algunos padres y con los códigos internos, que guardaban el secreto de este prestigioso premio, hasta el mismo día de la fiesta.
Algo personal
No fue difícil llegar a la carta que Fernando Suárez escribió para la Comisión Directiva de la entidad. En todos los rincones de San Pedro hay copia o fotocopia. En ella, además de expresar cuestiones de índole contractual, hay varios ítems que muchos socios deben compartir… “en varias oportunidades expresé que no era conveniente distinguir a un intendente del Proceso en el Acto Protocolar del Centenario”… y continúa “en lo personal fui amigo de la infancia de Esteban Cuenca y de Enrique Ruggia, y su negativa a oír mi consejo, me afectó de sobremanera”… indicando después que otro socio que fue distinguido por su antigüedad también tiene un familiar desaparecido.
Suárez, se refiere también a la palabra de la esposa de un ex miembro de la Marina, que tuvo palabras elogiosas recordando las épocas de la conculcación de los derechos de los ciudadanos. Todo remata, con algo que pocos saben, en algún momento se intentó organizar un concurso de pesca imponiéndole al premio el nombre del padre del actual Comodoro.
Pero hay dos párrafos que merecen la transcripción textual: “De seguir así, en esta suerte de narcisismo grupal, no está lejano el tiempo en el que los socios del Club debamos inclinarnos ante la estatua del “Gran Referí”, que a propuesta de los integrantes de la Comisión Directiva, con índice y tarjera enarbolados, nos vigile en forma de deidad contemporánea por el resto de nuestros días. Por todo lo expuesto, quienes tengan acceso a estas líneas, podrán inferir, que mi renuncia al cargo de Gerente no obedece a cuestiones económicas solamente, sino que parafraseando a Joan Manuel Serrat… entre estos tipos y yo, hay Algo Personal!”