Pocas pistas en la Justicia para el esclarecimiento del asalto comando en el Apart Club
La precisión con la que actuó la banda impide que se puedan obtener más datos que permitan dar con los autores. El trabajo de la fiscalía continúa pero las pistas no sobran.
Mientras la incertidumbre y la desconfianza persiste entre los vecinos que habitan en el complejo Apart Club, compuesto por la edificación original que le dio identidad al lugar y un barrio cerrado que se fue gestando con el paso de los años, la investigación continúa para dar con los autores del asalto comando registrado en la madrugada del lunes 2 de agosto.
La Fiscalía de Viviana Ramos trabaja a través de la DDI para obtener más datos que les permitan llegar a resolver el hecho, pero la logística y la exactitud con la que se movieron los delincuentes no dejaron muchas alternativas para donde dirigir la instrucción.
La titular de la UFI 11 entiende que la banda armada ingresó y se retiró por el ingreso principal del complejo ubicado sobre Lucio Mansilla al 7000, que dejaron los celulares del personal de seguridad en una bolsa que arrojaron afuera del complejo y cerca del acceso.
Una de las pocas expectativas que había en cuanto a las pistas que se podían reunir eran las que se podrían obtener de las cámaras de seguridad que tiene el establecimiento pero también se comprobó que los malvivientes dañaron el CPU donde se monitorean las cámaras y no quedó registro de los sucedido.
Las “pistas arrecifeñas” siguen en pie debido a que uno de los asaltantes habría preguntado sobre un vecino del complejo que es oriundo de esa localidad y que venía a menudo a pasar el día. El joven es hijo de un reconocido comerciante de Arrecifes y alquila un departamento en el Apart Club.
Al parecer, los delincuentes tenían el dato de que esta persona habría vendido una propiedad, que tendría el dinero encima y que esa noche ingresaría al lugar a bordo de un auto blanco, cosa que sucedió pero equivocaron de destinatario.
El asalto comando se produjo alrededor de las 01.30 horas en el sector norte del segundo cuerpo, actuaron entre cuatro y seis personas con una profesionalidad pocas veces vista, vestidos de oscuros, con borceguíes y armas sofisticadas. Redujeron al personal de seguridad y luego a una familia. Se llevaron dinero y alhajas y se dieron a la fuga aunque aún no se logró establecer en qué se movilizaban.
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