Platero y Nosotros
“Platero es pequeño, peludo y suave” así comenzaba aquel delicioso libro de Juan Ramón GIMENEZ (“Platero y yo”) que debíamos leer en Lengua y mostraba la vida y los avatares de un burrito peludo como “de algodón” y cuyo único detalle “fuerte” eran sus dos ojos azabache que presidían su cara con un joven que lo veneraba como su mascota esencial. ¡AH LAS MASCOTAS!!!.Estamos en una época que, a fuerza de ir perdiendo los perros y gatos de la calle, se buscan mascotas que nos acompañen a transitar algunos años de nuestra vida, si tenemos suerte de sobrevivirlos. Gastamos verdaderas fortunas para mantener y cuidar esos animalitos que, nobleza obliga, es dable repetir aquel adagio que dice: “Hoy en la Argentina muchos perros y gatos están mejor cuidados y alimentados que millones de niños”. Dicen que en sociedades victorianas como la inglesa, los excéntricos tienen mascotas que van desde gallinas hasta chanchitos, pero no es el caso tan especial como aquel PLATERO que tenía (o se lo veía) con costados o actitudes casi humanas. Era un burro y el burro ha sido estigmatizado como ejemplo del poco leído, del iletrado, ignorante, etc. con ninguna cualidad intelectual. Hasta se usó – en épocas pretéritas – que a los alumnos se los ponía en un rincón con un sombrero de burro en señal de escarnio por bajas performances en la escuela. No sé si esto que estoy escribiendo fue un mito social o una realidad, pero es una figura que flota aún en los ámbitos educacionales. Hablando de educación se está por sancionar una nueva Ley de Educación impulsada por Daniel FILMUS, una novedad después de multitudes de ideas y fórmulas que se instalaron después de aquel “Congreso Pedagógico Nacional” que se llevara a cabo en la década del 80 bajo el impulso del DR. ALFONSIN. Hubo en ese entonces verdaderas “tormentas de ideas” estimuladas por los distintos grupos que debatieron un modelo esencialmente nacional y popular que, en definitiva, no se llevó nunca a cabo realmente. A todos los que participamos de buena fe en ese “Congreso”, nos pareció que nos tomaron el pelo y que fue un entretenimiento, en especial destinado a las fuerzas de la izquierda vernácula, siempre lista para “debatir y polemizar” sobre todo los temas importantes... o no. ¿Cuál debe ser el objeto de una buena Ley de Educación? ¿Cuál es el fin último, esencial, la “ratio legis” de una ley esencial como ésa? Acostados y descansando como estamos los argentinos desde hace años, nos asusta la falta de preparación de los niños y jóvenes (no leen, no saben, tienen horrores de faltas, no saben leer en voz alta, etc. etc.), pero hemos carecido de una lucha franca y ordenada para desterrar la ignorancia y acceder a la verdad de las cosas, a la verdad del conocimiento!!! “La verdad os hará libres” decía San Juan y es un postulado que rubricaron SARMIENTO, ESTRADA, ALFREDO PALACIOS y tantos ejemplos nacionales y entre nosotros un Victorio BABINI, un Emanuel DUNRAUF, un GIOVANELLI, un Rodolfo CONSTANTIN, un Víctor PICO, unas Elena y Lucía ZAPATA, una Pampita DIAMANTE, una Ada COPELLO y tantos y tantos docentes primarios, secundarios y terciarios que honraron y honran con su ejemplo y dedicación esta noble actividad. El mejor servicio y homenaje a la Patria será poner los cimientos de un orden nuevo en materia educativa. Amén. por el Dr. Elvio Macchia