“Pitaluga” avisó que está bien pero no se sabe dónde
La familia de Nazareno Santi, más conocido como el flaco “Pitaluga”, había denunciado en la comisaría que hace más de una semana, se fue a trabajar como todos los días y nunca más volvió. Su pedido de paradero dio vueltas por todo el país y finalmente a mediados de la semana pasada y luego de casi 15 días se levantó porque él mismo avisó que estaba bien, sin decir donde. Su participación en un episodio que también generó un escándalo de la fábrica Papel Prensa habría sido el detonante.
La calle sabe más que los periodistas, siempre. Pero las responsabilidades de quien hecha a rodar un comentario callejero son bien diferentes de las que puede tener un medio de comunicación al publicar una historia sin el respaldo que se necesita. A dos semanas de que tomara estado público “el caso Pitaluga” como se lo denomina, tomando como referencia el apodo de un conocido vecino de nuestra ciudad, los rumores le ganan a las precisiones pero ya hay algunas confirmaciones que permiten tejer una historia en donde hay varios involucrados y en diferentes planos.
La única denuncia policial que existe fue el “pedido de paradero” y con la novedad de un llamado de aviso familiar para “tranquilizar” se paralizó. No obstante, muchos sin querer dar sus nombres han ido averiguar a la policía si lo habían encontrado con el propósito de rendir cuentas. El escándalo es serio y tiene como escenario ni más ni menos que a una de las empresas más importantes de San Pedro. Como empleado de Papel Prensa, Santi tenía funciones muy importantes que pudieron ser el trampolín para lo que ahora se encamina a convertirse en una gran estafa con perjuicios dentro de la compañía y hacia personas que confiaron en los negocios que proponía.
Sorpresa
Nazareno Santi, un conocido vecino de la ciudad de 40 años, apodado el flaco “Pitaluga” falta de San Pedro desde que “explotó” literalmente el escándalo con las consecuencias de algo que tal vez pensó que nunca iba a ocurrir. Sin denuncias confirmadas en la Fiscalía, la intervención de la Justicia a favor de alguno de los que prestó dinero o alguna otra colaboración, es nula. No obstante, puertas adentro de la fábrica que “se pone colorada” ante semejante ola de rumores, existe un sumario que obliga a todos a defender su posición y su nivel de responsabilidad ante el hecho. Fuentes internas pero muy reservadas señalaron que hay auditores trabajando y que se ordenaron procedimientos sobre los que no se brindó mayor información, que habrían terminado incluso con la suspensión de otros empleados muy importantes. Para una empresa de la envergadura de Papel Prensa un escándalo de este tipo tiene connotaciones diferentes que para otras más pequeñas. “Igualmente no es grato para nadie estar en boca del pueblo por una cosa así”, dijeron a La Opinión cuando se intentó llegar a las máximas autoridades pidiendo respuestas que no se dieron, no se dan ni se darán, “porque es un tema privado”.
Lo están buscando
Quienes confiaron en los negocios que proponía Santi lo están buscando por sus propios medios y algunos bromean comparándolo con el famoso Contador Fendrich, un empleado bancario santafecino que desapareció con un botín millonario hace años sin que nadie lo considerara posible.
Las líneas de acción hipotéticas de Santi habrían sido internas y externas, entusiasmando a cualquiera que tuviera dinero a participar de un pool en el que el rendimiento sería muy atractivo. Además, puertas adentro de Papel Prensa, el procedimiento que se investiga tendría que ver con un mal desempeño de sus funciones falseando compras y pagos de diferentes insumos para luego generar otras ventas externas. En este caso, Santi jamás pudo haber actuado solo y es por eso que se investiga al máximo nivel.
Nadie se atreve a determinar los montos de la estafa y la cuenta más sencilla sería sumar lo que han perdido sus dolientes, pero indudablemente se está cerca de ponerle seis ceros al desfalco que va a camino a convertirse en uno de los más resonantes de los últimos tiempos.