Piratas del asfalto en “zona liberada”: Cayó el asesino de Sabanés tras robar un camión
Luego de participar en un robo comando y sufrir un grave accidente de tránsito fue detenido Mariano Falcón. El asesino de Nicolás Sabanés, quien cumplió su pena tras ser condenado en el 2006 a 15 años de prisión. Las sospechas sobre “zonas liberadas” para el robo de camiones se profundizan. Antes acusaban al policía Gilberto Jaime; ahora, ¿quién o quiénes son?
A esta altura de las circunstancias existen situaciones que desgraciadamente ya no sorprenden y se traducen en la desagradable costumbre: “no hay más remedio”.
Cuando el común de la gente dice que “las leyes están patas para arriba” no hace más que describir la realidad; suceden hechos que desnudan los resultados concretos y que lamentablemente no terminan cuando se cierra un expediente o concluye un juicio abreviado o un oral y público.
Todo esto debe estar pensando la familia Sabanés en Santa Lucía, luego de que se conociera la noticia que indica que Mariano Falcón, el asesino de su hijo Nicolás, estaba suelto y reincidiendo.
“Me quería dirigir hacia la familia… Quiero que les quede en claro que no tengo nada que ver en este hecho que se me imputa, estoy muy dolido con todo esto que ha pasado. Yo lo estoy viviendo en carne propia, porque soy el que está detenido y siento dolor también como padre porque lo soy y lamentablemente estoy con ustedes en esta dolencia que están pasando, pero le vuelvo a recalcar que no tengo nada que ver en esto y que quiero que se haga justicia”, le dijo Falcón a la familia santalucense cuando le tocó hablar sobre el cierre del juicio que lo condenó, el 31 de agosto de 2006.
Otra vez Falcón
Mariano Falcón volvió a caer preso tras sufrir un grave accidente luego del atraco perpetrado a un camión cargado con zapatillas. El jueves de la semana pasada, tras perpetrar el ilícito, viajaba junto a otro sujeto a bordo de un VW Suran y por causas que se tratan de establecer el rodado volcó en inmediaciones de la localidad de J. B. Molina, Santa Fe. La policía de Villa Constitución llegó al lugar rápidamente y constató que allí se encontraba una persona fallecida e identificada como Jesús Fernández, mientras que otra se hallaba gravemente herida. Justamente se trataba de Mariano Falcón.
En contacto con sus pares de la policía nicoleña a quienes sólo los separa el denominado Arroyo del Medio, se estableció rápidamente que se trataba de quienes habían asaltado el camión horas antes, ya que no sólo coincidían las características del auto sino que en su interior se encontró una cantidad importante de armas de fuego, municiones y otros elementos comprometedores.
Falcón fue trasladado y permanece internado en el Hospital San Felipe de San Nicolás, custodiado por la policía.
La modalidad de siempre
Las bandas de piratas del asfalto siguen operando en esta zona con total impunidad. Cuando asesinaron al “Nene” Moreno, un conocido sujeto nicoleño que se encontraba con arresto domiciliario y apareció con un tiro en el cabeza, y separaron de su cargo al Jefe Distrital de Ramallo Gilberto Jaime mucho se dijo. En aquel entonces se culpaba al policía de convivir con las bandas a quien se les “facilitaban” las cosas. Ahora la pregunta es… ¿Quién es entonces el que “colabora”?. Porque en este caso, Falcón cayó porque sufrió un accidente y no porque la policía lo haya estado persiguiendo. Jaime había asegurado que la historia era exactamente al revés.
El hecho en cuestión y que involucró a Falcón comenzó sobre el kilómetro 211 de la Ruta nacional Nº 9, a la altura de la ciudad de Ramallo. Allí se interceptó un camión cargado con zapatillas y se privó de su libertad al camionero a quien subieron a un utilitario y trasladaron con destino incierto.
En un campo, jurisdicción de Conesa, redujeron al casero para apropiarse del galpón en donde supuestamente esconderían la carga pero el sorpresivo patrullaje de móviles pertenecientes a las dependencias de Gral. Rojo, Conesa y Comisaría Segunda, los alertó. Los delincuentes se fugaron en dos vehículos, uno de ellos enfrentó a la policía con disparos de armas de grueso calibre y el otro escapó. Mientras tanto, durante el operativo se detectó sobre la Ruta 51, en el cruce de Paraje Zino, al conductor del camión, que fue abandonado por los delincuentes.
La carga fue recuperada y la investigación está a cargo del Dr. Botteri.
“Somos… los piratas”
A medida que se ahonda en esta clase de historia aparecen capítulos por demás de interesantes. Las bandas se mueven con precisión y todo muy bien diagramado.
Cuando surgió la causa “Jaime”, que sacude todavía a toda la policía de la departamental San Nicolás, aparecieron algunas coincidencias sobre como se mueven “los piratas”. Según contaron existe una cruz imaginaria que forman las Rutas 9, 188, 51 y 7, y entre medio la 8. Estos serían los caminos elegidos para moverse en la región y llegar al punto de destino, siempre convergiendo a través de los caminos rurales.
Algunas otras precisiones y que tienen mucho en común son los vehículos en que se movilizan y ese es uno de los puntos estratégicos para los investigadores.
En el robo y posterior accidente el auto involucrado fue un VW Suran de color gris. Si se recorren los hechos registrados desde hace tiempo se podrá establecer que un auto del mismo modelo y color asaltó a un camión de la firma Balestrino en Ramallo y abandonó al chofer en nuestra ciudad. Un rodado similar también fue denunciado en otros hechos registrados sobre la Ruta 8. Otro de los autos preferidos por los maleantes es el VW Bora. Un vehículo del mismo modelo aunque de otro color fue el utilizado por la banda que asaltó la distribuidora Quilsa hace un mes atrás. Curiosamente, el viernes pasado, es decir un día después del robo al camión de zapatillas, apareció abandonado en el paraje La Buena Moza un VW Bora gris que había sido robado tiempo atrás en la provincia de Santa Fé. Ahora se trata de establecer si este auto fue el otro utilizado por la banda que integraba Falcón.
Evidentemente, estos vehículos como así también los VW Vento, son los elegidos por las bandas ya que dicen ser dóciles y rápidos para manejarse por las rutas y caminos alternativos. De lo que ya no hay dudas es que estas bandas se mueven con tranquilidad y precisión, y cuentan con “mucha ayuda” en toda la región sino sería imposible poder concretar un promedio de cuatro robos semanales.
El caso Sabanés
En la madrugada del lunes 9 de diciembre de 2002, Nicolás Sabanés, Germán Sabanés y Carlos Ingane (custodio) llegaron a la planta La Esperanza, ubicada en el acceso a Santa Lucía. Nicolás fue el que bajó del vehículo para acercarse a uno de los camiones y hablar con el chofer de apellido Sierra. Al abrir la puerta percibió la presencia de un extraño, y entonces corrió hacia el lugar donde estaba su hermano y el custodio Ingane. En su carrera, fue alcanzado por un proyectil y cayó herido de muerte. Mientras tanto, Germán Sabanés y Carlos Ingane fueron reducidos por otro de los delincuentes, pero comenzaron a forcejear al escuchar el disparo. Ingane logró zafar y dominar a uno de los agresores, pero éste escapó. El custodio le disparó con su arma sin alcanzarlo. Luego, apuntó hacia el otro sujeto a quien le disparó a la altura del tórax. Se supone que era Mariano Falcón quien más tarde sería asistido en el Hospital San Felipe de San Nicolás con una herida en la zona superior. En medio de la confusión, y de los gritos por lo ocurrido, Ingane y Germán se acercaron a Nicolás que estaba tirado en el piso, esa situación fue aprovechada por los delincuentes para escapar. Aparentemente, Falcón había huído malherido a pie y en Colonia Velaz consiguió que lo transportara una camioneta, luego un automóvil y así llegó hasta el Hospital San Felipe. Allí fue operado y en plena recuperación, a pesar de la fuerte custodia policial logró fugarse, meses después fue capturado en Mar del Plata. En el 2006 Mariano Falcón y Ramón Monzón, quien lo acompañó aquella mañana en el asalto a la familia Sabanés, fueron condenados a 15 y 16 años y 6 meses de prisión. Por esas cosas que tienen las leyes en nuestro país, Falcón había cumplido la misma luego de contabilizarse que había superado en prisión preventiva la mitad de la condena que se le impuso.