Pidieron prisión domiciliaria para uno de los acusados del crimen de Nápole
Nazareno Monzón cumplió 23 años en el Penal de San Nicolás, donde aguarda la audiencia en la que el Juez Pratti definirá si le otorga el beneficio de arresto domiciliario. El joven está detenido con prisión preventiva acusado del asesinato del turista Pedro Caballero, apuñalado en un boliche céntrico en noviembre del año pasado.
La semana pasada, la muerte de la Jueza de Garantías Laura Vázquez (ver aparte) suspendió toda la actividad judicial en los Tribunales de San Nicolás. Entre las audiencias pospuestas, estaba la que corresponde al crimen del turista de Ramos Mejía asesinado en el boliche Nápole, en la que el Juez Ricardo Pratti iba a definir si aceptaba o no el pedido de la Defensoría Oficial para que el detenido con prisión preventiva Nazareno Monzón goce del beneficio de arresto domiciliario.
Pasaron nueve meses del asesinato de Pedro Caballero y el Defensor Oficial Alejandro Ares, que se hizo cargo de la asistencia legal del acusado luego de que la familia desistiera de la del estudio jurídico Lima, solicitó la morigeración de la medida coercitiva, para que Monzón espere en su casa la fecha del juicio.
La causa que instruye Marcelo Manso tiene al joven señalado como uno de los que participó de la gresca que el 14 de noviembre del año pasado le costó la vida a Pedro Caballero, de 24 años, oriundo de Ramos Mejía, quien había venido a pasar el fin de semana a San Pedro con unos amigos.
Los testigos que lo incriminaron aseguraron que lo vieron en la pelea mientras blandía un cuchillo, arma con la que fue ultimado Caballero.
Un cumpleaños en el Penal
Nazareno Monzón cumplió 23 años. Su familia fue a visitarlo luego de la suspensión de la audiencia. A la espera de la nueva fecha, que podría sera mediados de septiembre, tienen esperanzas de que Pratti acceda a la solicitud y le otorgue el beneficio de arresto domiciliario.
Cuando se iba de la Unidad Penal 3, la madre de Nazareno Monzón escuchó los gritos de una pelea. Se volvió para saber qué pasaba y le informaron que su hijo ya estaba en su pabellón, el número 8, ubicado en la planta alta de la cárcel de San Nicolás y en el que conviven reos que practican el culto evangélico.
La familia Monzón es muy religiosa. Entre sus miembros hay reconocidos pastores. El joven detenido también practica esa religión. Luego de estar preso en la alcaidía y ser testigo de las penurias y riesgos a los que están sometidos los detenidos en el sistema penitenciario bonaerense, logró pasar al pabellón evangélico.
Ahora trabaja en la panadería del Penal y distribuye el pan entre los pabellones. Luego, con sus compañeros de religión, recorre la cárcel para predicar. Reza y pide, como lo hicieron en la calle familiares y amigos, por su pronta liberación.
Para el desarrollo del expediente, empero, su situación es comprometida.
Un crimen que consternó a la ciudad
El 14 de noviembre de 2016, Pablo Hernán Caballero, de 24 años, murió en el Hospital local, donde ingresó apuñalado. El elemento cortopunzante con que lo atacaron penetró la arteria aorta y la vena cava de su cuerpo.
Había venido junto a 15 amigos de la zona de Ramos Mejía y otras localidades cercanas que conforman el partido de La Matanza, como en tantas otras ocasiones, a pasar el fin de semana. Su hermano Víctor Hugo, de 32, y Maximiliano Nicolás Sosa también fueron heridos esa noche.
Era domingo. Estaban en el boliche Nápole, ubicado en Mitre 1120, tras hacer previa en una quinta que habían alquilado. Allí bailaban y bebían hasta que hubo una discusión con otro grupo y comenzó la pelea.
El personal de seguridad sacó del local a quienes participaban de la gresca. Entre ellos a Pedro Caballero, que quedó tendido en la vereda, donde se desvaneció mientras sangraba.
Pedro, Víctor Hugo y Maximiliano, todos heridos, fueron trasladados por un miembro de su grupo de amigos a la Guardia, donde el primero falleció a las 6.30 de la mañana.