Pese a las demoras La Providencia anuncia 223 viviendas más
Lo confirmaron el Presdiente de la Cooperativa y el arquitecto de Acorde, la cooperativa que tuvo a cargo también la construcción de las 71 unidades que ya están habitadas.
En el año 2006, La Opinión publicó los anuncios realizados en torno a la construcción de 414 viviendas en la zona de la Estación de Ferrocarril, entre las calles Bonorino y Estrada. La primera etapa contemplaba 71 viviendas, que son las que hoy pueden verse en el barrio. El proyecto era de una cooperativa de nombre La Providencia, cuyo representante sigue siendo —tres años después— Ernesto Iturriaga.
Los adherentes al proyecto debían abonar 15.000 pesos en efectivo en concepto de “valor de compra de la tierra, gastos de la operación e impuestos; parte de la infraestructura no incluida en la financiación del Instituto de la Vivienda; gastos y honorarios de proyecto, planimetría, subdivisión y derechos profesionales de construcción; gastos de gestión y administración hasta la entrega de la posesión de la unidad adjudicada”, según el apartado 4 del Convenio de adhesión firmado entre los adjudicatarios y la cooperativa La Providencia. Iturriaga sostiene que ese monto “no tiene nada que ver con la compra del terreno”. Algunos abonaban un “aporte cuota social” a la Cooperativa de 10 pesos mensuales, aunque el representante cooperativo afirma que “no pagaban cuota social, pagaron un ingreso oportunamente”, porque son apenas “adherentes” y no socios (en una cooperativa los socios votan, mientras los adherentes no tienen ese derecho). Los recibos firmados dan cuenta de lo contrario.
El terreno fue adquirido por la cooperativa en 81.000 pesos en el año 2001. Si se multiplica las 71 viviendas por 15.000, el precio que abonaron los adjudicatarios, se obtiene el número de 106.500, y si se lo multiplica por 414, que es el número de viviendas que en total el proyecto contempla construir, se obtiene la nada despreciable suma de 621.000 pesos en total por el terreno loteado por expresa autorización del Concejo Deliberante que, por entonces, soñaba con la construcción de viviendas.
Esta semana, el arquitecto José Luis Simonetti, de Acorde, la cooperativa que tuvo a cargo la construcción de las primeras 71 viviendas, estuvo en San Pedro para presentar los planos y confirmó a este semanario que comenzarán las obras de unas 223 viviendas más en el mismo barrio. Ernesto Iturriaga, Presidente de La Providencia, informó que el proyecto estará en marcha recién cuando se firme el convenio con el Instituto de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires en las próximas semanas. Ese organismo, a través del Plan Solidaridad, financiará la construcción de las nuevas unidades habitacionales, como lo hizo con las 71 que ya existen en el barrio
El proyecto inicial
La intención de realizar esta obra viene desde 1988, cuando la Cooperativa La Providencia inició su inscripción en el Registro Nacional de Cooperativas bajo la matrícula 11.485.
El terreno pertenecía a las familias Marchi y Cucit, que vendieron a María Angelina Massini, con domicilio en Capital Federal, quien a su vez le vendió el predio a La Providencia, también con domicilio constituido en Capital, para que ésta lo donara al Instituto de la Vivienda y poder realizar el proyecto de construcción del barrio a través del Plan Solidaridad, que financia este tipo de emprendimientos para que la población pueda acceder a un bien que de otra manera no podría. Esa última venta y la donación se realizaron en el año 2001. Un año antes, la cooperativa suscribió convenio con el Instituto de la Vivienda “para la construcción de 190” unidades habitacionales.
En Diciembre de 2003, un nuevo acuerdo celebrado entre las partes dispuso la construcción de 71 casas en la zona, con un aporte del Instituto de la Vivienda de 1.924.825,60 pesos. Un documento fechado el 12 de Septiembre de 2005 conviene una adecuación presupuestaria de la obra, sumando 4.578.114 pesos al total, que serían aportados por la Nación, como “asistencia financiera”. El primer anticipo fue enviado en Octubre de 2005 y ascendía a 228.905,70 pesos. El reintegro se efectuaría en 180 cuotas, 15 años, exigibles a partir de la firma del acta de final de obra, según rezan los documentos firmados por Ernesto Iturriaga y Alfredo Ibarlucía, arquitecto interventor del organismo provincial. Esa pauta de reintegro figura a su vez en el convenio de adhesión que firmaron lturriaga y cada uno de los adjudicatarios.
Ser propietario
En 2006, las publicidades rezaban: “Sea propietario, barrio a estrenar financiado por el Instituto de la Vivienda. Casas a estrenar. Primeras 71 viviendas. Todos los servicios: luz, agua, cloacas, teléfono. Un anticipo en pesos. Con la entrega de su casa, llave en mano, 300 cuotas fijas de $ 215”. Aunque el convenio, como ya se dijo, hablaba de 15 años, lo que da 180 meses, es decir 180 cuotas. Iturriaga afirma que “hubo otro convenio y quedó en 300 cuotas de 315 pesos mensuales fijos”. Los vecinos aseguran que deben pagar 450 pesos mensuales y que se trata, finalmente, de 180 cuotas.
El anticipo ascendía a 15.000 pesos y los requisitos eran los mismos que en otros planes en los que participa el Estado: vivienda única de uso familiar, no tener otra propiedad a su nombre y demostrar capacidad de pago.
Tras larga espera, las primeras 28 casas —que demoraron varios meses más de lo esperado— fueron entregadas a sus propietarios, con presencia de las autoridades municipales. Las restantes no tuvieron tal suerte. Tras muchos meses sin respuesta, con protestas en las puertas del local que la cooperativa aún alquila aunque ya no ocupa en el Paseo de los Naranjos, los adjudicatarios, ante el temor de una toma masiva como la ocurrida en el barrio San Francisco, decidieron entrar a las casas que estaban aún sin terminar.
Desde Acorde, la cooperativa encargada de la construcción, aceptaron la irregularidad, a pesar de que las viviendas no podían ser habitadas sino hasta después de finalizada la obra. “El temor de los beneficiarios a que se las usurparan nos persuadió de aceptar la situación”, explicó el arquitecto de la constructora.
Los adjudicatarios que ingresaron a las viviendas sin terminar comenzaron a hacer los arreglos necesarios para que estén en condiciones de habitabilidad: instalaciones de luz, puertas, ventanas. Habían recibido la promesa de que les sería reintegrado el dinero que gastaran allí. Mientras el arquitecto asegura que se les pagó lo que correspondía por el convenio, muchos vecinos del lugar afirman no haber recibido dinero alguno que salde el gasto que tuvieron que afrontar para poder habitar sus viviendas. “Todo se le va a pagar y a algunos ya se les pagó, pero sólo lo que reconoce el Instituto para la Vivienda, lo que no está contemplado es problema de ellos y tendrán que afrontar el gasto superior”, expuso, por su parte, Iturriaga.
“Ya deberían haber pagado, hubo un error de ellos de no pagar y del Instituto (de la Vivienda) de no reclamar el pago, que no ha ido oportunamente a certificar que los que están en las viviendas son los adjudicatarios”, informó el Presidente de la Cooperativa sobre las cuotas que deben abonar los adjudicatarios.
223 más
El arquitecto José Luis Simonetti, de la empresa cooperativa Acorde, informó a La Opinión que se pondrá en marcha la construcción de 223 nuevas viviendas en la zona. “Se hace a través de La Providencia”, como las otras. Iturriaga confirmó los dichos de Simonetti, pero aclaró que hasta que no se firme el convenio con el organismo provincial no se sabe exactamente cómo se desarrollará el proceso de adjudicación.
Cuando el convenio esté firmado se aclararían algunas cuestiones en torno a cómo será el proceso de selección, construcción y pago de estas 223 viviendas. Las dudas en torno al proyecto que puedan surgir en la población que desee acceder a este beneficio se podrían despejar a medida que avancen las negociaciones y se aclaren mejor algunas cosas que surgen de los testimonios cruzados entre los adjudicatarios de las 71 viviendas ya construidas, los promotores del proyecto y la documentación existente al respecto citadas en este informe.
Quedan flotando las preguntas acerca de cómo se relaciona el Instituto de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires con este tipo de emprendimientos que tendrían un carácter más social que de negocio inmobiliario y cuáles son los estudios que el Honorable Concejo Deliberante elabora para acceder a la aprobación de Ordenanzas que posibilitan la concreción de proyectos como el que La Providencia lleva adelante en la ciudad.